martes, 29 de mayo de 2007

Palma, Alejandro - La escuela que disoñamos

La escuela que disueño (parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)

Alejandro Palma Pastén
alexpalma38@gmail.com
Coquimbo, 23 de Junio del 2007

El que siente ser maestro toda su vida solo necesita de su imaginación para expresar ideas de lo que debe tener una escuela. Con sentimientos pensante y con emociones de lenguaje espontáneo, permítanme decirlo así :

E scuela con sentido modernista, no solo de estructura física sino con ambiente.

S in ninguna duda, de relaciones humanas gratas y fraternas.

C asi de hermanos latinoamericanos, que piensan de igual manera.

U na vez, dos veces, formar con sentido a la vida y con el esfuerzo.

E l llamado de esta escuela es sentir al humano, ser pensante,

L adino muchas veces para enfrentar todas las vidas estudiantiles.

A l día entro en el mundo del que aprende, me preparo todo.

D octo tengo que ser porque tengo en mis manos al crisol de ensueño.

I sla virgen que crecerá con la sabiduría que recibirá.

S intiendo siempre la emoción y el amor del que entrega.

U n saber, clima de entendimiento, con razones del deber.

E l deber llama, el corazón siente lo que debo dar.

Ñ año (compañero), siempre estaré para dar lo que debo dar

O ración para saber enseñar, escuela de valor y emoción.


La escuela que disueño (parte 2)

Conquimbo, 21 de julio del 2007


Si continuo la reflexión de una escuela ideal iré a la parte fundamental de hoy que es la modernidad cientifica humanista y con un sistema que alcanza hacia la democracia con elementos de participación, equidad y calidad de la educación.
La experiencia indica que hoy con los adelantos científicos que existen y continuan creciendo tenemos que estar preparados como docentes para enfrentar los desafíos que se presentan en los contenidos y en el aula con los alumnos que, muchas veces, posee una cultura de información que enfrenta a la del docente.

La equidad para atender a todos los alumnos en las mismas condiciones nos obliga a seleccionar los contenidos y ayudarles a elevar su autoestima.

La calidad de la enseñanza consiste en seleccionar adecuadamente los contenidos pertinentes que trataremos con los alumnos. En la selección hay que considerar lo que ellos quieren de acuerdo a sus intereses y necesidades.

¿Qué pasa con el sistema educacional de hoy? Estamos todos preparados para atender a aquellos elementos que son necesarios para formar a alumnos eficientes, democráticos, participativos y, fundamentalmente, con los valores necesarios para enfrentar adecuadamente a la sociedad que tenemos hoy.

La sociedad de hoy presenta diferentes matices en la que hay que elegir o enfrentarse para vivir de acuerdo a los pensamientos que tiene cada uno con su forma política, cultura e ideales personales.

Resumen: seguimos con la idea de tener un docente innovador, eficaz y con valores muy sólidos para que sea capaz de enseñar y educar a una persona que está matizada con diferentes ideas y que vive en una sociedad amalgamada de situaciones que debe enfrentar cada día.

El docente debe estar preparado con sus propios valores positivos, con su abnegación de maestro, con los acuerdos que estima conveniente entregar y con la importancia de formar un alumno participativo y democrático.

La escuela que disueño es como la bandada de gansos, alguien nos dirige en ese momento, si cae o se cansa se reemplaza y nos ponemos en la fila para seguir el camino que deseamos. Es la fuerza de todos.


Escuela que disueño (parte 3)

Coquimbo, 9 de Agosto del 2007

Al seguir explorando de qué manera pensamos en una escuela que sea mejor para atender a nuestros alumnos, se me vino a la memoria de una profesora que tuve en 3er año primario, nombre que en la década del 40 a 50 se utilizaba. Es por ello que quise enviarle una carta para señalar lo que deseo o echo de menos.

Carta a mi querida profesora de primaria:

El tiempo ha pasado y han transcurrido varias generaciones de egresados de época anteriores y de mi época. A lo mejor algunos ya no están con nosotros y otros seguirán vivos. ¿Ud. se debe preguntar porque le escribo? Hoy soy un profesor, igual que Ud.

Recordé como una maestra de primaria nos enseño y participó con nosotros; recordé una escuelita donde nos dio las primeras herramientas para aprender a leer, escribir y manejar las operaciones con la dulzura y el amor de una verdadera madre y con la inquietud de que todos aprendiésemos en un tiempo mucho más corto que hoy.

Por ello, echo de menos una escuela que permita mejorar las relaciones humanas y la participación de los padres y apoderados. Hoy en día existe una escuela abierta con una jornada completa. Eso significa que el alumno debe permanecer todo el día en el colegio y poco tiempo en el hogar.

¿Qué pasa con el sistema educacional? No es lo mismo que antes cuando el alumno se encariñaba más con su profesor, se conversaba más de una u otra cosa ¿Es que hemos perdido esa espiritualidad que tenemos los seres humanos, es la tecnología que nos hace más fríos? Hoy tenemos varios elementos que nos ayudan a realizar nuestras clases: la computadora nos enfrenta a estar pendiente de los acontecimientos y sucesos, lo que no es malo, pero nos enceguece ya que ahora no miramos de frente al profesor y no existe el diálogo que merecemos escuchar para comprender mejor al que habla.

Por ello, querida profesora quería contarle lo que sucede hoy. Prefiero una escuela con una sola jornada, para que ese alumno tenga realmente el apoyo del hogar y de la escuela. ¿No cree Ud. que antes se aprendía más?

Si estuvieras ahora en esta modernidad creo que no te sentirías bien porque no corresponde a tú estilo. Se que seguirías afirmando que la relación entre los seres ayuda a mejorar el aprendizaje.

Margarita, me formaste a tu imagen, llevo en mí ese valor importante que es lo humano. Gracias a ti, hoy y siempre he cumplido con este valor.

Me despido de ti, porque no sé si estás en la Tierra o en cielo, pero siempre sentiré tu cercanía y tú espiritualidad.

Gracias por todo.

La escuela que disueño (parte 4)

Coquimbo, 2 de Septiembre del 2007

Un buen docente, poseedor de un perfil humano, que respeta y mantiene relaciones humanas adecuadas con sus estudiantes, disueña su escuela gracias a las cualidades siguientes:

Democrático, solidario, respetuoso, manejo de una cultura, colaborador, cooperador, imaginativo, creativo, innovador, con vocación.

¿Puede un docente tener todas estas características?. Caractericemos a cada una de ellas:
  • Democrático = doctrina política favorable a la intervención y la participación.
  • Solidario = adherido a las causas de otros.
  • Respetuoso = acatamiento, veneración, reverencia, que observa el respeto.
  • Culto = que posee cultura, estudio, enseñanza.
  • Colaborador = trabaja con los otros en la misma tarea.
  • Cooperador = obra conjuntamente con otros para un fin.
  • Imaginativo = facultad de imaginar para formar otros conceptos.
  • Creativo = componer obras literarias, artísticas; sacar de la nada.
  • Innovador = introducir novedades.
  • Vocación = inspiración, inclinación a una carrera o profesión.
Muchas veces se cuestiona si la mejor característica de un docente es su vocación y cómo ha sido el proceso de formación que en las Escuelas Normales y las Universidades.

En las Escuelas Normales la formación comenzaba con alumnos que mostraban actitudes en las Escuela Anexas a la Normal. Se seleccionaban mediante un examen de ingreso. La formación tomaba seis años de estudio en la que recibían una amplia formación personal para enfrentar todos los desafíos que debía resolver en el campo y la ciudad. Egresaban para ser profesores rurales o urbanos. Su mayor preparación estaba en la didáctica para enseñar todos los subsectores o áreas de la cultura. Había que tener una vocación o actitud de enseñar.

Había otra forma de capacitar profesores. Se recibía a los egresados de 6º de Humanidades, hoy 4º de Enseñanza Media. Estaban dos años preparándose del mismo modo que los normalista que estaban los seis años.

En cambio, mucho de los que estudiaban Pedagogía para la Enseñanza Básica o Media en las Universidades lo hacían porque no habían ingresado a las carreras de su preferencia. Más tarde, muchos están ingresando con puntajes más altos. Los que egresaban con vocación personal y buenas actitudes demostraban ser docentes.

Creo que una escuela disoñada debe tener un docente, que preferentemente tenga vocación o actitudes adecuadas, creativo para enfrentar los diferentes problemas que se le presentan e innovador para cambiar el esquema de la clase en atención a las inquietudes o intereses de los alumnos.


La escuela que disueño (parte 5)

Coquimbo, 2 de Septiembre del 2007


Siguiendo con las ideas de un docente o educador con lagunas características principales. Veamos dos cualidades: creativo e innovador.

La experiencia demuestra que el camino más fructífero para elevar el interés de los niños es invitarlo lo más temprano posible a los espacios donde puedan desplegar su creatividad. Gracias al ensayo - error encuentran respuestas a las diferentes preguntas que provocan su curiosidad para conocer el mundo que los rodea, especialmente en el campo de las ciencias. El docente debe aprovechar estas inquietudes de los educandos.

Si el alumno se siente cansado y aburrido con la actividad que está realizando en la sala de clases debe cambiarse la estratégica para atenderle mejor. Creo que ellos necesitan más juegos y más magia, que son el vehículo natural de comunicación entre el docente y el alumno. El docente debe aprovechar la actividad lúdica.

Me parece importante la asociación que deben realizar los docentes para trabajar en conjunto con otros cursos, a fin de crear un ambiente grato, posible, intercambiar materiales, aprovechar una buena película, etc. Esto es más fácil de hacer con aquellos con quienes se aviene. El docente debe aprovechar los ambientes y formas educativos.

El acceso a las fuentes de la información es importante, ya que es un complemento a las otras fuentes. Esto ayuda a que el aprendizaje esté directamente relacionado con las motivaciones e intereses de los alumnos.

La actividad del docente cambia ya que será el guía, orientador y el facilitador que deberá enseñar el proceso de aprendizaje a cada alumno o a los grupos. El docente debe aprovechar Internet y sus programas.

La reforma indica que debemos reemplazar el modo de hacer y de concebir el sistema educacional, la enseñanza y la relación con los alumnos y sus familias, al igual que con los profesores, la dirección y toda la comunidad. El cambio, también se refiere a los conocimientos. El docente no debe temer a los cambios educativos.

Los profesores formados en las Normales y en las Universidades debemos escuchar y comprender lo que los otros dicen que necesitan. Debemos enfocarnos a las fortalezas, respetar a los que no quieren involucrarse, sin presionar en exceso, para dar tiempo para que se produzcan los cambios. El docente debe escuchar al otro.

También debemos ser conscientes de nuestra utilidad para formar personas que sepan aprender y crear. El docente es un ente que se educa y cumple un papel social.

El uso de estrategias para los diferentes proyectos educativos ayuda al docente en el desarrollo de sus proyectos. Gracias a ellas puede lograr crear una cultura escolar que favorezca la creatividad de sus miembros. Al descubrir los cambios puede superarlos y permitir que sucedan los cambios. El docente debe aprovechar los proyectos para producir cambios.

Todo esto tiene que considerarse en la formación de los nuevos profesores.

(Ideas extractadas de las notas tomadas en el Seminario “Procesos de cambio“ de Isidora MENA, así como de “Educar es enseñar, no corregir” de Neva Milicic. Revista de Educación-Octubre 2000. Edición 279).

La escuela que disueño (parte 6)

Conquimbo, 21 de julio del 2007

Siguiendo con las reflexiones sobre cómo pienso o disueño una escuela, que debe ser abierta, participativa, formadora. De acuerdo a los cambios sociales y a la modernización de los principios educativos involucro dos conceptos que creo deberían estar, que nos ayudarán a pensar y reflexionar al respecto.

Un concepto se refiere a la paciencia de quienes participan en el proceso: alumno - docente, padres - docente, docente – docente y directivo - docente. El segundo concepto tiene que ver con el desarrollo pedagógico, que se da mediante una metodología más activa, con la utilización de la sala para diferentes talleres, sean de las áreas humanista o cientifica.

En otro capítulo lo analizaré y haré saber qué impide que se realice.

Para el primer concepto, partamos de la definición:

¿ Qué es la paciencia? Es la virtud de espera y sosiego en las cosas que se desean.

Bajo esta definición quiero establecer el trabajo en un colegio, tomando en cuenta que, a veces, cuesta tanto ponerlo en acción.

1.- La paciencia entre docente y alumnos.

Se hace difícil cuando no existe colaboración de parte de cada uno. Si no hemos establecido las reglas de trabajo, la entrega de los conocimientos, actitudes y valores de formación de social; si el docente no tiene la paciencia de entregar en forma motivadora en el inicio de la clase y saber desarrollar el proceso de aprendizaje, sino que tiene un apresuramiento por cumplir con los objetivos o contenidos, perdiendo de vista que la formación debe ser contructivista -el aprender a aprender-; si no parte con una enseñanza significante para alcanzar las metas que se propuso, no alcanzará la propuesta fijada.

Si no tuvo paciencia está en contra del espacio, del tiempo, de la atención, de la disciplina y del interés adecuado de los alumnos; si el que aprende, el alumno,no presenta estas mismas actitudes al recibir los conocimientos, seguirá el proceso y el aprendizaje, pero no alcanzará lo que debe aprender.

2.- La paciencia entre docente y padres - apoderados.

Muchas veces no entendemos la problemática de aquella madre o padre que asiste a nuestras reuniones, cargado de diferentes problemas, incluído la atención de sus hijos, pensando en las malas calificaciones y en cómo alcanzar a pagar la cuota con el dinero que le entrega su esposo, que hace todo lo posible para cumplir con sus responsabilidades y acuerdos que se propuso con el colegio. A esa persona la tratamos con todo el rigor porque no está cumpliendo, acusándole de que le falta responsabilidad y compromiso.

Esa madre o padre tampoco entienden que la persona que tienen enfrente, que educa y atiende a sus hijos, también tiene las mismas inquietudes y responsabilidades que cumplir que ellos.

Ambos están impacientes por realizar sus aspiraciones, pero no han mantenido una cuota de paciencia para atender y resolver sus situaciones.

3.-La paciencia entre docente y docente.

Mchas veces en las conversaciones que generalmente mantenemos en la sala de profesores no tenemos la paciencia para saber escuchar lo que nos están planteando los alumnos sobre la manera como enseñamos o de qué forma solucionamos los problemas de aula.

No pensamos de otra forma lo que se nos plantea, sea por celos profesionales, por el hecho de tener una actitud egoista, ser de un carácter fuerte o simplemente porque estamos idos.

Nos falta la paciencia para ser empáticos y solidarios para entender a otra persona.

4.- La paciencia entre directivo y docente.

El cumplimiento de cada una de nuestras funciones nos lleva a parcelarnos, a realizar las gestiones en la que se deben solucionar los problemas o tomar decisiones, las hacermos, a veces, en forma aislada, sin coordinación y comunicación. Cada uno entiende y maneja sus propios conocimientos y la paciencia se acaba cuando al aparecer una responsabilidad que se debe cumplir de cualquier estamento interesa más la situación personal que buscar el criterio común para resolver la problemática.

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