sábado, 19 de mayo de 2007

Vásquez, Mario - Mi experiencia en el PRIMA

Mi experiencia del PRIMA es un viaje en múltiples sentidos

Mario Vásquez Astudillo
mariovasquezastudillo@gmail.com
Salamanca, España, 29 de Junio del 2007

Viajar é mudar a roupa da alma.
Mário Quintana

Mi experiencia en el PRIMA la puedo describir desde la perspectiva de distintos viajes que, tal como dice el brasileño Mário Quintana, al viajar mudamos la ropa de nuestra alma, en cada viaje cambia algo en nosotros. El viaje ha sido un tema significativo en la historia de la humanidad. Muchas culturas tienen en el proceso formativo de la persona la realización un viaje ritual ya sea geográfico, espiritual, de conocimiento, de sabiduría. Una amiga que visitó hace pocas semanas el Coliseo en Roma, estaba impresionada de estar ante esa magnificiencia que había visto en las películas, o sea ya había viajado a través del cine, a través de la literatura, a través de los libros, de las narraciones orales de sus maestros. Por ello, desde la perspectiva del tiempo, desde hoy hacia atrás, las oportunidades que me ha dado el PRIMA es un viaje en múltiples sentidos…

Viaje geográfico: el más visible, me dio la posibilidad de conocer otras geografías físicas y humanas. Valorar y vivenciar otras culturas, una diversidad de formas de vivir la vida. Hace diez años salí del país por primera vez gracias a una pasantía del PRIMA. Hoy, en estos meses de experiencia en el Doctorado en la Universidad de Salamanca, comprendo lo importante que fue haber realizado ese viaje, entender que no somos mejores ni peores sino distintos. He tenido la oportunidad de compartir con personas de unos veinte países. Nos reunimos el día domingo a paladear las comidas típicas de cada país, adivinen, en la preparación de los platos de España y América usamos casi los mismos ingredientes, nos admiramos por la diversidad de formas de usar el maíz, la papa, el maní, el arroz, los porotos, bueno, y cada uno con su diversidad de nombres: elote, habichuelas, choclo, mazorca. Entonces, uno se plantea ¿qué es lo universal y qué es lo local?

Viaje interior: es menos visible, pero el más significativo porque nos enseña en primer lugar a valorar lo que somos en términos de la forma de vida individual, colectiva y de una cultura asociada a una geografía. Estando en España, en diversas ciudades al conversar con alguien que me reconocía como chileno, eso me sorprendía mucho las primeras veces, cómo alguien que no me conoce puede saber de qué país vengo, en especial los chilenos que nos sentimos que no hablamos diferente. En una tienda en Barcelona le pregunté a su dueño, un marroquí, cuánto vale esa sudadera (polerón), me respondió “ocho lucas”, “al tiro” me interesé por saber más y conversamos. Bueno esta anécdota dentro de muchas otras me hizo estar más consciente de quien soy, de valorar mi identidad. En definitiva el viaje geográfico nos lleva hacia nosotros mismos.

Como profesores si enriquecemos nuestra experiencia, nuestros alumnos a través de nosotros también podrán realizar distintos viajes. Las últimas investigaciones en neurociencias demuestran que el cerebro no distingue entre una experiencia “real” y una “virtual”, entre lo que imaginamos y lo que vivenciamos, aunque lo imaginado es también una vivencia, estamos atrapados en un lenguaje dicotómico. Pero bueno, lo que quiero decir es que el PRIMA es una oportunidad para ampliar como maestros nuestros horizontes.

El PRIMA requiere que nos preparemos, que estudiemos de nuestra historia y geografía, del modelo político y económico, del sistema educacional. Nos preguntarán desde cuánto mide de largo Chile, cuál es el punto más angosto, el punto de la cordillera más alto hasta por qué Chile es un país unitario, por qué fue elegida una mujer socialista como presidenta y por qué las leyes se venden en la calle. Por qué existen tantas farmacias y tantas botillerías. Es decir, somos representantes de una cultura y ser embajadores del PRIMA nos da la oportunidad de valorar lo que somos como país, como comunidad de profesionales de la educación.

Hace diez años, en la frontera de Venezuela con Colombia, donde los niños durante las mañanas antes de ir a la escuela trafican combustible, de un país a otro, aprendí de un maestro que “los profesores más que dadores de clases, somos dadores de oportunidades”.

Desde Salamanca, España, con afecto a todos mis amigos y colegas del PRIMA.