martes, 29 de mayo de 2007

Cortés, Luis - La escuela que disoñamos

La Escuela Disoñada
(parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)

Luis Patricio Cortes
lpatricio_z@yahoo.es
La Higuera, 23 de Junio del 2007

Para quién ha permanecido por largos años en distintas escuelas, y haber conocido distintas realidades, pensé que sería más simple soñar mi escuela. La verdad es no quiero parecer injusto e ingrato con ninguna de ellas; la verdad es que reflexionando acerca de esta tarea que se nos encomienda, se me cruzan a gran velocidad por mi mente experiencias vividas en las siete escuelas que tengo a mi haber docente. Me llena la didáctica practicada en la escuela unidocente (mi primera escuela) de lo Varoli, ubicada en la Provincia del Choapa, donde con muy pocos recursos materiales se realizaba pedagogía de buena calidad, donde los niños y las niñas asistían a la escuela con alegría propia, genuina del querer aprender, sin presiones, sin dolor y entregados a la buena lectura, fortaleciendo en el día los hábitos de estudio, de higiene y viviendo, desarrollando cada vez más sus valores de ser niños cooperadores, solidarios, trabajadores, amorosos, fraternos, simpáticos, amigos del juego, del desarrollo de las destrezas físicas (largas caminatas desde sus hogares a la escuela), las cuales yo también obviamente podía realizar.

Conocía cada uno de los hogares de mis alumnos, interactuaba con su familia, me hacia a la idea de cómo era su realidad. Con esto rescataba y me daba cuenta porqué a algunos de mis niños y niñas les eran más “rudas” el trabajo, la tarea escolar. Esto me obligaba a ser creativo. De allí que nace en mi escuela “niño ayuda al niño” como una estrategia, que la verdad, juraba que la había inventado yo. Después me enteré que era un Programa. No me dejó de sorprender, sería que el vivir la soledad y el aislamiento de la época, -pleno gobierno militar-, donde el ser alguien que socializaba mucho el conocimiento (concepto que luego cambié por el de enculturación), resultaba peligroso.

Es ésta la escuela de la cual estoy escribiendo porqué dando un gran salto cronológico, en este caminar por la Pedagogía de la Búsqueda, se terció en el camino Carlos Calvo, un Doctor en Educación, el cual no sabe que leía sus publicaciones acerca de etnografía, en otra escuela muy sentida por mí; allá en la comunidad de “Los Rulos” (no aparece en el mapa de Chile), él me dijo: “Luis, escriba sus experiencias”, pero pasó mucho tiempo para que comenzara en esta práctica de escribir. La verdad es que no escribía porque pensaba: “quién va a leer o quien le interesará lo que publique”, pero más era un sentimiento de vergüenza y de prejuicios, y aquí me encuentro escribiendo acerca de cual ha sido mi escuela soñada o disoñada. Claro que hoy agregaría otro elemento o condimento, que no veo en varias escuelas hoy: por ejemplo, escuelas con buen clima organizacional, buenas relaciones humanas, una escuela que convierta realmente a los jóvenes profesores que se inician en este trabajo tan hermoso, que es dar lo más que se pueda de sí para poder decir por fin que nuestra práctica pedagógica, que nuestra didáctica en el aula, es de calidad humanizada frente a niños y niñas con tantos problemas y, por ende, con falta de oportunidades en su medio social. Por lo mismo, mi escuela disoñada deberá botar muros, paredes para dar cabida y oportunidades de las que hablo.

Mi escuela disoñada, debe ser acogedora, que me permita darme cuenta, en cuando de mi primer paso para cruzar el portal, sienta que allí se producen realmente aprendizajes. Aquella que me reciba con un aroma perfumado de las más buena pedagogía y de las mejores prácticas de aprendizaje independientemente de donde se produzcan, llámese aula, patios, calle, barrio, familia, …

En mi escuela disoñada, deben estar aquellos profesores (as) que se fijen altas expectativas con sus alumnos, que crean en ellos. En mi escuela soñada sólo tendrán cabida profesores que evalúen éxitos y no fracasos.


Mi escuela disoñada (parte 2)

La Higuera, 29 de Junio del 2007


Me preocupa que hoy, no se estén dando las condiciones de las situaciones en cuanto, indicadores de resultados en como mejorar en términos de calidad de la educación, tema exigible en términos generales, pero que sin embargo nos vemos obligados a bajar esta información a nuestra realidad local.

Por esto mismo es que , continúo dentro de este nuevo contexto de trabajar “contra boleta” de buen rendimiento académico (simce), que nos exige esta sociedad moderna y postmoderna, es que disueño mi escuela para estos parámetros de exigencias a avocarnos, primeramente a contar con profesores que cumplan con las siguientes competencias tales como, iniciativa deben ser creativos, perseverantes capaces de trabajar en equipo y bajo presión, mi escuela disoñada deberá contar con profesores (as) con gran capacidad de comunicación efectiva y liderazgo para con los padres de sus educandos, con sus pares docentes, que estén preparados teóricamente, y que se apasionen con lo que hacen.

Las escuelas extrañan en los recién titulados el compromiso con el trabajo y el espíritu de sacrificio: "No quieren hacer sacrificios, porque carecen de una visión de largo plazo. Privilegian su calidad de vida y lo primero que preguntan dónde está la escuela, si tendrán estacionamiento y buen sueldo. Pero mi escuela disoñada, quiere gente dispuesta a hacer el servicio de educar primeramente, lo otro se da con el tiempo, agrego:
“Que resulten buenos sólo en lo académico, no basta para mi escuela”, deben ser capaces de realizar buenas prácticas, en todos los ámbitos de la escuela acá social se privilegia la cosa -cultural, el respeto por las personas del entorno inmediato, es decir que ésta mi escuela soñada tiene que sentirse responsable de lo que devuelve al medio ambiente cultural de la escuela, esto obliga a que los educandos deben aprobar con un valor agregado ,el entregar de vuelta a los padres de lo alumnos (as),buenas personas, con hábitos afianzados, tanto de estudio, como físico y provocando desarrollo a nivel del alma, un producto depurado que les permita a estos enfrentar el mundo de hoy, y previendo comportamientos sociales del futuro incierto, cambiante, con mucha incertidumbre, que les permita errar y acertar, con la finalidad de afianzar aprendizajes perennes.

Esa escuela donde se multipliquen los aprendizajes por medio del intercambio de estrategias metodológicas, entre pares docentes, padres y comunidad. Una escuela que atienda la emergencia de los temas que surgen, tanto en el exógeno , como así en lo endógeno, esa es mi escuela mi amigo, donde se de el ser versado pero también lo empírico, donde sabemos subyace gran riqueza, una escuela que acepte a todo el que se acerque con mochila llena de encanto , como de desencanto, penas y alegrías, una escuela viva, que marque presencia, inteligente, preocupada más en el darse, que en recibir recompensas, en el fondo; una escuela disoñada para la vida.

La Escuela Disoñada (parte 3)

La Higuera, 18 de Julio 2007-07-20

Se sostiene que mientras nuestro país crece, su educación sin embargo permanecería estancada. Pero, ¿es correcto este enunciado? (Brunner 2005)

Ya vimos que nuestra escuela se ha vuelto más inclusiva, un buen punto de partida ,desarrollo y avance, crecimiento, por lo tanto, un sueño realizado.

Es por ello que seguiré en esta cruzada de dar a conocer mi escuela que sueño.

A pesar de la severa desigualdad, la acumulación de capital humano ha aumentado en todos los grupos socio-económicos. Por lo tanto, sueño que en torno a la escuela (sistema) se genere un amplio círculo de confianza, lo cual constituiría sin duda un importante logro. Esto me permitiría soñar que la escuela sea una alta prioridad de las familias.

Con esto visualizo a la escuela que disueño internalizando a fondo lo que es el programa de alto costo como el de la Jornada Escolar Completa, cuenten con todo el apoyo de los distintos componentes de la comunidad escolar, no es un sueño menor, ya que el Programa JECD aún no logra justificar el alto costo que significa, con el espíritu propio del mismo y de quienes lo crearon.

Sigo soñando una escuela en donde los pobladores consideren que es de calidad y que la educación está mejorando. Quiero que mi escuela disoñada sea vista por todos como un lugar seguro, en donde los profesores tienen el respeto de la población, aunque no gocen de prestigio en la clase ilustrada. En suma, que la gente valore mi escuela y deposite en ella la esperanza de sus hijos. Sobre todo que las madres y los padres de menores recursos vean en esta escuela una oportunidad de progreso que ellos nunca tuvieron. [Primer Seminario de Profesores de la Comuna de La higuera 13/07/07]

Sueño, sin embargo, que nuestro sistema educacional comunal deje de tener un desempeño deficiente, aquel que es medido por una prueba estandarizada como es el SIMCE. Nuestros últimos resultados de matemática, en donde los alumnos de mi comuna rinden por debajo del promedio nacional y lo que es más preocupante, más de la mitad no alcanza el nivel mínimo de respuestas correctas.

Todos estos hechos y percepciones descartarían un diagnóstico de estancamiento. Al mismo tiempo, imponen a la autoridad política y los grupos dirigentes una enorme responsabilidad. Sería trágico defraudar la confianza y frustrar las esperanzas puestas en la educación para esta escuela y educación que disueño.


La escuela disoñada (parte 4)

La Higuera, 17 de Agosto del 2007


“La educación hoy en nuestro país es de mala calidad” [Luis Riveros, ex Rector de U. de Chile, en clase magistral dictada en la Universidad Pedro de Valdivia, sede la Serena, viernes 10 de agosto 2007].

En toda su exposición, el rector hace quedar muy mal parado a los que hoy son los responsables frente al tema educacional, llámese MINEDUC, autoridades políticas, universidades formadoras de profesores y al currículo y a una reforma educacional que no ha sido capaz de provocar el despegue que han logrado otros países en vías de desarrollo y desarrollados. Estimó la brecha de 20 años en cuanto a la malla curricular y planes de estudios, es decir nuestros estudiantes revisan contenidos desactualizados, que no estarían respondiendo a lo exigidos en el mundo de hoy.

La verdad, el discurso académico deprimente, que invitaba a los presentes ha asentir con sus testas, que todo lo que contenía y decía el ex rector era verídico, y en la ronda de opiniones nadie dijo nada contrario a su planteamiento y mirada que él tiene frente al tema, una vez más nos “achunchamos” frente a la autoridad, que embelesó a los concurrentes, a pesar de la ácida crítica que realizaba abiertamente al aparato del Estado que estaba representado por muchas autoridades regionales presentes, en el tema educación.

El señor Riveros señaló, además, que lo peor que hizo en su momento el Estado de Chile, es el haber terminado con las escuelas normales, que sí eran formadoras de buenos profesores, donde los mejores alumnos eran los que postulaban para ser tempranamente convertidos en profesores que sabían de todo lo que se requería para hacer con buena didáctica y, por ende, buena educación.

La verdad es que no hubo derecho a réplica para quien escribe acerca de la escuela y educación que disueña. Entiendo y respeto al señor Riveros, que hace uso de un derecho para decir lo que dice, y como lo dice de una manera inteligente, eso lo hace creíble, pero hay cosas que pienso que para hablarlas con propiedad, insisto como en otros escritos, hay que haberlas vivido. A eso se llama experiencia. No es bueno hablar desde las alturas, es bueno bajarse de la tarima para entender con propiedad aquello que creemos saber…

Mientras tanto, seguiré disoñando y con una mirada esperanzadora de que realizando buenas prácticas lograremos junto a mis colegas profesores y profesoras de la Comuna en la cual hoy presto mi servicio, y a pesar de nuestros bajos indicadores (SIMCE), revertir esta situación. Es a ellos es quiines estoy invitando a tener una mirada más positiva y sentir que somos capaces, junto con soñar y disoñar la comuna educadora que queremos, por lo menos nos hemos atrevido de preguntar a nuestra comunidad, ¿cuál es la educación que se requiere para la comuna de La Higuera?. Estamos trabajando fuerte en el tema, hay reencantamiento en los que hoy hacemos educación, estamos dando pasos sólidos, pasando del discurso a la acción.

La idea es que cuando nos corresponda discursear, éste discurso no sea tan deprimente, sino muy por el contrario que resulte esperanzador. Las capacidades, las habilidades y las competencias bien instaladas, por ningún motivo soportarán discursos como el que debí escuchar … el del ex rector Riveros.


La escuela disoñada (parte 5)

La Higuera, Primavera, 27 de Octubre del 2007


Compartiré con ustedes este slogan, si así se le puede llamar: “La Educación Pública deberá ser de calidad, de lo contrario no será Pública”.

Después de haber participado por dos días en un Encuentro convocado por el Área de Transversales del MINEDUC, se enunció por una sola vez esta frase. Debo admitir que en mi cerebro todavía ronda, tal es así que me empoderé de ella y la instalé en nuestro PADEM 2008 (Plan de Desarrollo de la Educación Municipal) como una suerte de caballito de batalla. Fue aceptado sin muchas vueltas por el equipo de Gestión Escolar Comunal, que presido.

Quiero agregar que, esto de ser parte del Programa PRIMA a uno le da “alas” para incursionar en proyectos educativos a veces impensados, pero que surgen al fragor de una bien compuesta reunión de conversación acerca de todo aquello que tiene que ver con nuestro quehacer de educadores. Rol, por lo demás, que con contento observo en las escuelas a mi cargo, en el componente directivo y de docentes, que se están reencantando con las buenas prácticas, Todo surge de esta manera: al disoñar no sólo la escuela sino la educación que queremos para nuestra comuna, no sólo estamos pensando en los niños y niñas, sino también en los adultos, en la autoridad política, que son parte clave en esta red de relaciones que estamos conformando con pasos seguros. Surge, entonces, en forma predecible la pregunta y la respuesta también.

Es que realmente no queremos hablar más de educación “municipalizada”, sino más bien de educación “pública”, como se le denominó en el pasado. Agregando que debe ser de calidad.

De esta manera, respondemos que la brecha que nos separa de la privada no sea tal, sino muy por el contrario, soñamos con mis colegas directivos y docentes que es posible eliminarla, no con el afán de competir con este otro sector, que recibe el reconocimiento de su entorno social dado los indicadores de calidad alcanzados y que los valida colocando por generaciones a sus hijos en esas escuelas que le brindan este buen servicio.

Está claro y sobreentendido por los que hacemos escuela en donde existe “la escuela” que no da más oportunidades a esos padres de elegir, sabedores que por Decreto debemos ser inclusivos y no podemos darnos ese “lujo” antipedagógico de seleccionar quienes serán nuestros alumnos. Así y todo, estamos empeñados en salir del sueño que estamos construyendo para llevarlo a concretar, y poder decir en el mediano plazo que tenemos una educación pública no sólo de calidad sino de “alta calidad”.


La escuela disoñada (parte 5)

La Higuera 06 de Noviembre 207


Una Escuela Total

Para lograr visualizar el trazado de esta escuela total, pública, soñada, tuve que “desvestir” a la actual escuela de todos los temas sociales que la aquejan hoy por hoy.

Primeramente, despojarla de toda esa mochila con que los sistemas que se generan con las políticas y programas gubernamentales, y que el Ministerio de Educación se encarga de avalar, que nos alejan del rol que debe cumplir la escuela que estoy soñando (no olviden que estoy disoñando). Por ejemplo, mi escuela soñada no se debe convertir en una institución que retiene toda la problemática social. Mi escuela deberá preocuparse por cumplir metas de buenos aprendizajes, de buenas prácticas pedagógicas, buena enseñanza, buena didáctica y, por supuesto, la “guinda de la torta”, de buenos profesores.

¿Por qué lo de políticas y programas gubernamentales? Porque suenan a ser impuestos. Se nos vienen encima programas impensados por la escuela que sigo soñando, tales como: droga y alcoholismo. El aparato de salud ingresa por otra esquina con su “vida saludable”; luego, CONAMA y el tema del medio ambiente presionan por estar presente. Esto sólo por nombrar a algunos organismos que piensan que la solución a toda esta problemática está en la escuela. Para qué acordarnos de programas como Puente (conocido en las escuelas como los niños puente) y Chile solidario. Todo esto que se viene como una alta marea (quiero expresarlo en términos muy náuticos), atora y entrampa a nuestros queridos profesores, al ver que esta ola de programas los sobrepasa y los aleja de su verdadero quehacer pedagógico en el aula. Esto, por lo demás, está presente en todo discurso entregado por las autoridades de educación.

"Es en el aula donde se deberá poner el énfasis….y sigue”.

Todo lo que acabo de decir, hace creer a los padres de nuestros estudiantes que la solución a todos los males de la sociedad los da la escuela. Por lo mismo, tal como lo expresé antes, esta escuela es entendida como un retenedor de todos los problemas sociales, y no es así.

Hay un gran desafío aún por delante que consiste en ir aclarando a todos esos entes que apuntan y enjuician la mala educación que se da en las distintas modalidades . ¿A quién? , lo dejo a su propio juicio, pareciera ser que la respuesta es fácil.

De todas formas, si no atinan con la respuesta, entonces sigamos con la escuela total.

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