sábado, 26 de mayo de 2007

Cortés, Luis - Mi experiencia en el PRIMA

Mi Experiencia en PRODEBAS – PRIMA

Luis Patricio Cortes
lpatricio_z@yahoo.es
La Higuera, 09 de Junio del 2007

Iniciado en este viaje pedagógico que partió con la invitación que me terciara el entonces ya Doctor Carlos Calvo, a instancias de algunos profesores que me conocían, y es de esa manera que se produce este viaje, que aún no termina.

Pero sin duda, que el viaje que cambió mi paradigma como visión de mundo, fue el realizamos a Colombia, con un grupo de buenos y buenas profesoras, todos queriendo compartir una experiencia común, ser cada mejor en lo que hacemos: Educación, cada uno en su propia realidad educativa y geográfica, quizás queriendo transformarlo todo, como ser capaz de traer el entorno inmediato a la realidad de la escuela, como una manera de mejorar nuestras didácticas, claro porque cada uno era y sigue siendo original, creativo en su accionar en el aula, en sus prácticas de aprendizajes con sus alumnos, unos pocos de los 12 profesores de base siguen en aula, otros al igual que el suscrito en la cosa administrativa, pero con la misma finalidad, hacer que nuestros niños aprendan de diferente manera, que es lo que marca la diferencia del común de los profesores …

Bueno, el viaje a Colombia hizo que él profesor que partió aquel mes de Agosto desde La Serena, nos fuimos encontrando en camino a Santiago con los colegas del Limarí, Choapa, todo un festinar, yo no podía disimular que las expectativas que me fijaba en mi mente en lo que sería por primera vez volar (en avión por supuesto) se transformaría en un nuevo aprender, despegue, movimiento de los alerones del avión, la sensación fisiológica de alcanzar alta velocidad y altura, allí pensé que había cumplido un sueño largamente añorado por Ícaro (claro que este penosamente cayó a tierra) claro que yo me alegré ya que mis alas no serían quemadas por el astro rey, muy por el contrario, mis alas se desplazaban para ir en busca de nuevas experiencias de aprendizajes, a reunir material didáctico en esa Escuela Nueva de los municipios de Guayabales, y muy alto en la verde montaña de Carrillo, donde compartí un sueño común con mis colegas Colombianos, sueño que ellos ya habían comenzado y yo era iniciado en él.

Me dediqué a escuchar mucho, a registrar la experiencia del como se aprende en Escuela Nueva, mucho de aquello adapté, adopté y repliqué de vuelta en mi país con gozo porque era el mejor presente que podía entregar a mis alumnos y comunidad del Colegio Diego de Almeyda y su comunidad de Padres de la Población Urbano Marginal de Tierras Blancas, Comuna de Coquimbo, Cuarta región Chile, de la cual fui despedido por el nuevo administrador, no le agradaba mi estilo de acercamiento con mis alumnos, los padres de mis alumnos y de cómo enseñaba, esos alumnos y esos padres al encuentro fortuito con quien escribe esta hermosa experiencia, se muestran agradecidos, esto generalmente les ocurre a los buenos profesores y profesoras, por lo tanto y para finalizar agradezco a aquel nuevo administrador que me despidió.

Don Carlos Calvo me lo había anticipado, cual profecía autocumplida, “está dispuesto a trabajar en esta línea a riesgo de que pierda su trabajo” yo respondí que sí …. Ya sin saber era un transgresor, y aquí estoy por segunda vez ocupo el cargo de Director de la educación comunal, la primera en Paihuano y ahora en La Comuna de La Higuera.

Valió la pena este “viaje del aprender”, y lo más hermoso es el misterio que encierra, por que no sé cuando terminará … prefiero que siga siendo un misterio.

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