Nuestra relación con el saber y la ignorancia es paradojal: mientras más sabenos, más ignoramos.
En el iceberg el saber es equivalente a la parte que sobresale y la ignorancia a lo sumergido. Mientras más nieva, más se hunde, pues la relación no se puede cambiar.
Eso nos pasa cuando aprendemos, pues no por aprender somos menos ignorantes, sino que aprendemos a tratar con la ignorancia.
Cuando nos preguntamos sobre lo que hemos aprendido nuestro saber e ignorancia crecen inversamente: poco el saber, infinitamente la ignorancia.
viernes, 1 de junio de 2007
El iceberg como imagen pedagógica
Publicadas por
Carlos CALVO Muñoz
a la/s
12:52 p. m.
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