tag:blogger.com,1999:blog-23882706583103257742024-03-08T09:37:53.044-03:00PRIMA - Universidad de La Serena, ChileNuestro principio pedagógico: optimizar lo bueno y olvidarnos de lo malo.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-7617697265184459522007-10-28T19:35:00.000-03:002007-10-29T12:44:06.739-03:00Ágape lúdico, dialógico y disoñador.Les invitamos a compartir nuestro gozo al reunirnos para dialogar sobre educación, a través de la convivencia en torno a la buena mesa criolla, las ideas disoñadoras, los chistes oportunos y la risa pronta para celebrar la reunión amical.<br /><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dznkqEpFRGSbjFcdp-BH0OQhzuzTKZBjsC_t3qaK3v_UJBA9KQNf0chFDUlPxzpvvl2CDgGmoKO8-Nz5nQOgw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><div style="text-align: left;"><br />Quienes quieran ver las fotos individuales las encuentran en<br /><blockquote><a href="http://picasaweb.google.com/carlosmcalvom/PRIMAEnMontePatria27Octubre2007"><span style="text-decoration: underline;">http://picasaweb.google.com/carlosmcalvom/PRIMAEnMontePatria27Octubre2007</span></a><br /><a href="http://picasaweb.google.com/carlosmcalvom/PRIMAMontePatria27Octubre200702"></a></blockquote></div></div>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-10284502772279342532007-06-01T12:52:00.001-04:002007-06-01T13:27:16.459-04:00El iceberg como imagen pedagógica<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RmBRpZME6aI/AAAAAAAAAG8/oeE32Dsx0DA/s1600-h/Iceberg.gif"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RmBRpZME6aI/AAAAAAAAAG8/oeE32Dsx0DA/s320/Iceberg.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5071142951997204898" border="0" /></a>Nuestra relación con el saber y la ignorancia es paradojal: mientras más sabenos, más ignoramos.<br />En el iceberg el saber es equivalente a la parte que sobresale y la ignorancia a lo sumergido. Mientras más nieva, más se hunde, pues la relación no se puede cambiar.<br />Eso nos pasa cuando aprendemos, pues no por aprender somos menos ignorantes, sino que aprendemos a tratar con la ignorancia.<br />Cuando nos preguntamos sobre lo que hemos aprendido nuestro saber e ignorancia crecen inversamente: poco el saber, infinitamente la ignorancia.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-24599050921776224112007-05-31T12:00:00.000-04:002007-06-09T12:18:23.516-04:00Saludos del PRIMA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RmQtDpME6hI/AAAAAAAAAIQ/37iP7_nIwXU/s1600-h/PRIMA+-+tarjeta.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RmQtDpME6hI/AAAAAAAAAIQ/37iP7_nIwXU/s320/PRIMA+-+tarjeta.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5072228620945386002" border="0" /></a>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-80557187867144230992007-05-30T10:51:00.000-04:002007-10-02T08:54:56.436-04:00PRIMA 2007 - Participantes<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RwI_lz-rxNI/AAAAAAAAAkw/Tp3HbnF96cc/s1600-h/DZYyYT.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RwI_lz-rxNI/AAAAAAAAAkw/Tp3HbnF96cc/s320/DZYyYT.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5116722045487138002" border="0" /></a><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/Ro0FkQKSahI/AAAAAAAAAY0/DI6icSiehaA/s1600-h/PRIMA+Participantes+07.jpeg"><br /></a>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-5118295014184356032007-05-29T20:50:00.000-04:002007-12-15T19:54:51.702-03:00Rodríguez Gallego, Beatríz - La escuela que disueño<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/Rx-2zz-rxgI/AAAAAAAAAnU/MCA4qFuemHE/s1600-h/chascona6.santiago.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/Rx-2zz-rxgI/AAAAAAAAAnU/MCA4qFuemHE/s320/chascona6.santiago.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5125015902213621250" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1, 2 y 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;"><br /><br />Beatríz Rodríguez Gallego<br /><span style="font-weight: normal;" class="lg">bearoga@gmail.com<br /></span><div style="text-align: right;">Plasencia, España, 3 de Octubre de 2007<br />Instituto Villanueva de la Vera<br /></div></div><br /><span style="font-weight: bold;"><br /><br /><br /><br />¿Escuela? </span><br /><br />En primer lugar, presento mi disueño como resultado de mis experiencias vividas, oídas y leídas. Sobre esa base construyo este texto y sobre este texto iré añadiendo, cambiando e incorporando experiencias que faltan por llegar.<br /><br />Empiezo preguntándome: ¿Qué espero de la escuela? y antes de definir bien la respuesta lo que quiero de momento es que la escuela exista. Mi abuelo ahora bastante mayor se emociona, llora, tal vez lo que no pudo llorar en su momento, cuando recuerda que en su niñez él no pudo ir a la escuela. Le hubiera gustado estar allí, participar de ese espacio, aprender (aunque tal vez se hubiera llevado alguna decepción).<br /><br />La escuela es un espacio diferente del resto de espacios existentes, es un espacio especial, lleno de oportunidades; es un espacio único y no exclusivo de unos pocos. Todo lo contrario, es un espacio para todo el mundo y debe ser creado y definido también por todo el mundo. Es un espacio público que convive con muchas culturas y sociedades diferentes y, por tanto, se define de formas muy diferentes aunque todas con unas necesidades comunes.<br /><br />Nuestro espacio es, a su vez, cambiante, no estanco, inamovible e imperturbable. Esta última característica permite que pueda adaptarse, actualizarse, renovarse, redefinirse.<br /><br />La escuela, además, no teme a la crítica sino todo lo contrario, la provoca; no teme al error porque en el se apoya para seguir existiendo. Tampoco teme a la fatiga porque sabe recuperarse rápido.<br /><br />Por todas estas y más características que no han sido mencionadas y que ustedes pueden añadir, mi primer disueño es sobre un espacio llamado escuela.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><br /><div style="text-align: right;">Plasencia, España, 22 de Octubre de 2007<br />Instituto Villanueva de la Vera<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1)</span><br /><br />En mi primer disueño hablaba de la escuela como un espacio lleno de oportunidades, cambiante y diverso, ideal. Del cual, ojalá todas las personas de este mundo pudieran formar parte, sin tener que privarse de ella por cuestiones de género, trabajos forzados, …<br /><br />En mi segundo disueño hablo de los fines de este espacio. También hay mucho escrito y discutido sobre el tema. Podemos decir que dependiendo del momento histórico, del lugar en el que nos centremos y, según quién lo formule, encontramos ciertas diferencias.<br /><br />El filósofo José Antonio Marina concreta los fines de la escuela de la siguiente manera:<br /><ul><li>“En primer lugar, que los niños/as sean felices y buenas personas;</li><li>en segundo lugar, que sean buenos ciudadanos y,</li><li> en tercer lugar, que tengan posibilidades laborales…</li><li>La escuela no es un mecanismo adoctrinador, ni una institución al servicio del mercado”.</li></ul>Los que creamos la escuela, ¿tenemos presentes dichos fines a la hora de realizar nuestras programaciones para el curso? ¿Las tenemos presentes en nuestros debates y discusiones? ¿A la hora de elaborar las actividades qué se nos exige desde las administraciones? ¿Qué se nos pide a nivel burocrático?.<br /><br />Creo que al profesorado, a los Centros y a la Administración, en general, nos cuesta dar el paso a una forma de entender la escuela que sea más humana, crítica y conectada con la realidad. Se hacen pequeños avances y surgen iniciativas muy interesantes. Todas ellas están, sin duda, motivadas por la necesidad de redefinir los espacios educativos y resolver situaciones con las que nos encontramos. Pero cuesta mucho despertar al gigante.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Plasencia, España, 15 de Diciembre del 2007<br />Instituto Villanueva de la Vera<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;"><br />La escuela como viaje revolucionario</span><br /><br />"Deja que el mundo te cambie y tú podrás cambiar el mundo"<br /><br />Con esta frase se presenta la película "Diarios de Motocicleta". En ella el joven Ernesto Guevara de la Serna se dispone a dar un largo viaje con un amigo por toda América. En el viaje que hace pasa por muchos lugares para mí ya muy familiares, entre otros, Temuco, Valparaíso, Atacama.<br /><br />El viaje para Guevara fue decisivo. El rumbo que iba a tomar su vida no sería el mismo que tenía planificado antes de salir. Durante el viaje disfrutó de los paisajes más bellos del mundo, disfrutó de las aventuras de los viajeros, conoció el lado más humano de las personas, pero también el viaje le enseñó las injusticias que había en el mundo.<br /><br />Injusticias que, por otro lado, siguen estando en América, en África, en Asia, en Oceanía, en Europa (por muy de modelo que a veces quieran ir los del viejo continente), en cualquier parte del mundo.<br /><br />Me gustaría que la escuela que aquí disoñamos sea como un viaje. Un viaje que nos enseñe las necesidades de este mundo, que nos muestre qué hay en el mundo para que nos transforme y podamos cambiar lo que no nos gusta.<br /><br />Al igual que Ernesto Guevara, yo también conocí gente maravillosa en mi viaje a Chile.<br /><br />¡Espero que todos estén felices y mantengan su espíritu revolucionario que les hace ser tan buenos profesionales!.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-90916298256549350112007-05-29T20:44:00.000-04:002007-10-24T19:30:33.097-03:00Paniagua López, José Manuel - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">José Manuel Paniagua López<br />jmpaniagua@educa.madrid.org<br />Extremadura, España, 1 de Octubre del 2007<br /></div><br />Nunca es fácil empezar, nunca es fácil afrontar nuevas experiencias y nunca resulta sencillo conseguir expresar lo que realmente estamos pensando. Ahora mismo estoy empezando a disoñar, estoy familiarizándome con éste término tan novedoso y a la par tan profundo. Implica un ejercicio de imaginación, mezclado con unas gotas de ilusión y unos gramos de reflexión. Sin embargo, y, a pesar de esta aparente confusión terminológica, supongo que tengo más o menos claro el sentido y significado de dicho vocablo. Y más aún después de haber participado en una experiencia, novedosa para mí, pero de una profunda importancia desde cualquier espectro del ser humano, y sobre todo, de la educación.<br /><br />Me estoy refiriendo a mi experiencia en Chile, más concretamente a mi estancia en la ciudad de La Serena y a mi contacto con el grupo PRIMA durante una grata sesión en Ovalle. Fue precisamente allí donde conocí el verbo disoñar, donde descubrí la cantidad de cosas que nos quedan por hacer en la educación, donde descubrí lo importante que es la reflexión para intentar mejorar las cosas; pero sobre todo, LA ILUSIÓN.<br /><br />Sí, …, la ilusión …, y lo escribo con letras mayúsculas porque fue lo que más gratamente me sorprendió. Aun recuerdo la sensación con la que salí de aquella aula de colegio. Comprendí que para intentar cambiar las cosas no hay que tirar balones fuera, ni ceder la responsabilidad de dichos cambios a los que tienen el poder. Comprendí que el entusiasmo y el intercambio de ideales sobre las perspectivas futuras de la educación son también un punto de partida esencial para conseguir los objetivos propuestos. Son la esencia y el origen de esa escuela que disoñamos todos los docentes.<br /><br />Permítanme, en éste mi primer disueño, no disoñar. Es decir, no quiero disoñar nada particular ni personal. Quiero sumarme a los disueños de los componentes de aquella mesa en aquel aula en Ovalle. Quiero trasladarles mi satisfacción por lo que están desarrollando. Quiero disfrutar recordando aquellos textos, aquellos diálogos cargados de entusiasmo y sapiencia. Me gustaría poder explicarles con más exactitud la importancia de aquella experiencia, tanto en lo personal, como en lo profesional.<br /><br />Por todo ello, considero que mis disueños personales pueden prorrogarse para posteriores comunicaciones y en este momento simplemente apoyar y alentar a PRIMA para que continúe con ese maravilloso trabajo que están realizando.<br /><br />La reflexión es el paso previo de la acción. Y la reflexión sobre la educación es el paso previo para conseguir óptimos discentes, que proporcionarán el bienestar y la paz de las generaciones futuras.<br /><br />Ojalá nuestros futuros alumnos disueñen también una educación mejor.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-74697686187424587082007-05-29T19:19:00.000-04:002007-10-29T10:13:24.930-03:00Zuleta, Manuel - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUVi186DHI/AAAAAAAAAsU/Sg0cGFtueoo/s1600-h/DSC00339.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUVi186DHI/AAAAAAAAAsU/Sg0cGFtueoo/s320/DSC00339.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126527439173454962" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span><br /></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">(parte 1, 2, 3 y 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Manuel Zuleta<br />maz142857@yahoo.com<br /><br /></div><br />Disueño 1: Escuela y Democracia.<br />Disueño 2: Escuela y Comunicación.<br />Disueño 3: Escuela y desarrollo de sueños.<br />Disueño 4: Escuela y espacios de aprendizaje.<br /><span><span style="font-weight: bold;"><br /><br /></span></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Monte Patria, 04 de Agosto del 2007<br /></div><span><span style="font-weight: bold;"><br />Una escuela intangible aún.</span><br /></span><span></span><br /><span>Soñar una escuela, soñar una escuela que pienso debe ser ideal, soñar una escuela intangible aún.<br /><br />¿ Cómo hacerlo?</span><br /><span><br />Siempre viví para mi alumnos, en una escuela formalizada para ellos, por grupos, por personajes, solos tal vez, pero una escuela en la cual los roles, las metas, los aprendizajes, etc. estaban definidos de una u otra forma.<br /><br /></span><span>Estuve en la sala de clases, también en las diversas salas que nos sirvieron de tales para lograr aprendizajes en las acciones de los alumnos (patios, jardines, cerros. casas, valles, etc.), pero no extendí mis sueños en la concepción de una "escuela ideal".</span><br /><span><br />Bien, ¡soñemos una escuela! Esto es lo general en el Grupo PRIMA, es mi escuela en lo personal para que luego compartamos estos sueños.</span><br /><span><br />Un mirar desde lo alto es nuestra causa, para ello hay un soñar ¡lacia lo alto.-</span><br /><span><br />¿Cuál es la punta de esta gran madeja?</span><br /><span><br />¿Una escuela para qué? o, mejor dicho, ¿una escuela para quiénes?, ¿una escuela para mis alumnos?, ¿una escuela para mi pueblo?, ¿una escuela para mi región? o ¿una escuela para mi país?</span><br /><span><br />Cuando analizo la razón de estar presente aquí, en esta mesa fraterna y tolerante, comprendo que debo pensar, debo disoñar una escuela para todos.<br /><br /></span><span>Es una aventura este disueno que recorre desde lo general hasta lo particular.<br /><br /></span><span>Viajaré desde lo relevante de mi país, que debe ser común a todos, hasta el personal aprendizaje de Manuel, que espero extender para los otros alumnos. Ellos son los Santiago, las Franciscas, los Juanes. los Pedros, y muchos más.</span><br /><span><br />¿Qué es común a todos los chilenos?.<br /><br /></span><span>Muchas son las respuestas … ¿Cuál es la idea génesis de la Educación que pretendemos entregar en ella?<br /><br /></span><span>Nacimos como una Nación Democrática.<br /><br /></span><span>Para conservar, enríquecer y mejorar esta democracia, debemos dar espacios en la Escuela para que los alumnos vivan en Democracia; debemos orientar las prácticas docentes hacia la practica de la Democracia. La Democracia creo se aprende. Viviéndola</span><br /><span><br />Una escuela para la democracia que enseñe a vivir "con el otro", que eduque para vivir con "los oíros", una escuela que eduque para gozar con la "libertad" de elegir, respetando a los demás, una escuela con principios democráticos con docentes democráticos, no proselitistas, tolerantes y creativos, preparados para una impermanencia que traerá a todos mejores desarrollos en la vida adulta de nuestros escolares, que generará alegrías y satisfacciones profesionales en el hacer ciudadano de ellos, que gozarán de una real libertad para elegir caminos en su vida, sean estos orientados hacia el trabajo, el estudio, el lugar donde habitar, la religión, la política, la organización de una familia.</span><br /><span><br />Una escuela donde se les eduque para entender esta libertad y saber usarla, para entendedor sus derechos y, muy en especial, entender sus deberes.<br /><br /></span><span>Una Escuela que desarrolle la inteligencia de cada uno de sus alumno, sin ningún tipo de diferenciacion o rechazos; una escuela de iguales, una escuela para nuestra Patria, una escuela para <span style="font-weight: bold;">todos</span>.</span><br /></div><span style="font-weight: bold;"><br /><br />La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Monte Patria, 04 de Agosto del 2007<br /><div style="text-align: justify;"><br /><br /></div></div>Un sueño para alumnos que no existen aún, para niños de mi Patria que es otro sueño.<br /><br />Aprender a vivir con "el otro", aprender a vivir con "'los otros", nace de una necesidad democrática que debemos educar en la escuela, para formar adultos que ejerzan con fuerza orientadora sus derechos y cumplan con claridad sus deberes ciudadanos. Por ello, lo he señalado como prioridad.<br /><br />Un segundo gran tema, nacido de la pregunta: "¿una escuela para que?". Una escuela para orientar correctamente los caminos de una comunicación eficiente. Caminos que nacen desde los días de gestación y que se amplían cada vez más en el transcurso del desarrollo físico y cultural.<br /><br />La familia es el primer lugar de aprendizaje. A veces veo en ello un círculo de hierro, donde sólo algunos (parientes cercanos) pueden intervenir en la creación de un lenguaje comunicacional que orienta los modos de expresión de un niño.<br /><br />Si pienso en una escuela para Chile, ¿cómo evitar que los pequeños, no alumnos aún, aprendan un lenguaje eficiente v no lleno de modismos y apostrofes?. ¿Cómo crear una escuela que eduque a la familia y que oriente sus pasos hacia un mejoramiento comunicacional, donde la claridad del mensaje, la fuerza de las palabras, la claridad de las mímicas, permita la comprensión.<br /><br />¿Será que debemos de crear una escuela que exista antes de nuestra tradicional escuela de hoy?. Creo la idea me confunde y no tengo respuestas.<br /><br />Un alumno que ingrese al primer espacio social que la comunidad le ofrece, debe estar preparado para el uso de una comunicación eficiente (familia).<br /><br />Pienso que el desarrollo de su capacidad inteligente le debe permitir aprender a codificar y decodificar diversos lenguajes, que le comunicarán los grandes saberes de la cultura del ser humano. Los animales dejan vestigios de su existencias, sólo el ser humano deja vestigios de su creación cultural. (Parra, Jaime, Colombia).<br /><br />El aprendizaje estará orientado a lograr el dominio, interpretación y uso de los diversos idiomas que se "enseñan hoy", los que se han convertido en diálogos entre profesores y educandos; a veces en monólogos de profesores, sin interés por los aprendizajes.<br /><br />Al decir esto he mencionado al profesor. Deseo que este profesor sea formado como el mejor especialista, pero también como un excelente didacta. Un didacta que cree la mejor comunicación hacia los aprendizajes, que logre hacer la relación emisor-receptor . totalmente asíntota. que permita una igualdad de relación en el íntercambio de mensajes de saberes conocidos o por aprender aún.<br /><br />El desarrollo será un permanente mejoramiento. A pesar que no existen en la democracia leyes que permitan asegurar la calidad, si espero se pueda crear con este disueno una cultura de la calidad (Luis Riveros, ex Rector U.de Chile).<br /><br />Para lograr esto, la flexibilidad será una acción presente en el mejoramiento de la calidad educativa.<br /><br />Actuar educacionalmente en este disueño, me lleva a decir que debo soñar una escuela democrática desde fuera de la política, una escuela comunicacional iniciada desde fuera de la escuela, una escuela con exigencias de formación docente desde su seno pero fuera de ella. En suma, una escuela respetada por todos, comprometida con todos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Valle de Monte Patria, Luna llena de Septiembre del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">Escuela y desarrollo de sueños.</span><br /><br />Sueño una escuela que sea "el anhelo" de los niños y niñas interesados en asistir a ella para "aprender".<br /><br />Traduciendo este aprender como la oportunidad de cada alumno y alumna para cristalizar sus sueños, sus esperanzas, sus creaciones, sus experiencias positivas y para remediar sus errores.<br /><br />No existe un baúl más lleno de sorpresas que los pensamientos y sueños que bailan en la cabeza de "un nuevo alumno que ingresa al sistema Escolar por primera vez ".<br /><br />Los sueños, los increibles dragones, los personajes fantásticos y todo cuanto llenaba esa mochila de Aprendiz de Estudiante "se muere", ¿o se mata en la Escuela?.<br /><br />En el transcurso de la vida escolar entregamos a la sociedad a alumnos que egresan con su mochila rota, sus sueños adormecidos, destrozados o definitivamente dejados de lado. No existe una escuela para la conservación de aquella fantástica mochila, que se nos presentó al ingresar al sistema educativo.<br /><br />Los sueños logran ser inhibidos con las prácticas docentes que día a día se realizan en la escuela de hoy.<br /><br />Una escuela así no debe ser parte de este disueño.<br /><br />Si los procesos culturales del aprender dicen ser propiedad de los que educan, ¿Por qué no aunamos voluntades y fundamentamos una escuela que considere la conservación de los sueños, de las esperanzas y la puesta en práctica de innovaciones que se revuelven inquietas y espectantes en la mochila de los recién ingresados al sistema educativo?<br /><br />¿Qué se necesitará para formalizar un aprendizaje eficaz en una escuela de estas características? Mis respuestas de hoy:<br /><br /><ul><li>Se necesitará no olvidar que educaremos para la conservación de la vida en democracia.</li></ul><ul><li>Se necesitará no olvidar que educaremos para vivir con el "otro", "con los otros" y, para ello, debemos establecer una comunicación eficiente, fluida y clara.</li></ul><ul><li>Se necesitará no olvidar que nuestra escuela estará sostenida sobre los hombros de excelentes y preparados maestros. Por ello es necesario no olvidar que: Si quieres enseñar latín a Juan: Debes saber latín y .... conocer a Juan".</li></ul><ul><li>Nuestra escuela disoñada debe respaldar todo lo anterior, creando un curriculum fundamentado y sostenido a partir de la propuesta de una didáctica que respete, atienda y desarrolle los sueños con que está llena ia mochila de cientos de estudiantes del primer día de clases en su niñez.</li></ul><ul><li>Atender el desarrollo y potenciación de la inteligencia, logrando que las habilidades básicas nazcan y crezcan en el día a día, encantando y reencantando imaginaciones. De este modo, las habilidades se convertirán en destrezas claras para que luego los procesos educativos y holísticos los conviertan finalmente en valiosas competencias. Habilidades iniciales en lo básico, destrezas en el desarrollo complejo y el logro de valiosas competencias en el desarrollo superior.</li></ul><ul><li>Todo debe estar orientado a fortalecer la capacidad de solucionar problemas y la imaginación de cada estudiante -o deseo agrandar su mochila, sino que la use-, de tal manera que en el futuro desarrollo el potencial de su inteligencia -que espero que se cristalice-, actuará para encontrar solución a los problemas reales que surgan de su relación con los grupos humanos donde se desenvuelva.<br /></li></ul>¿Cómo será esa futura innovación?. Es pare el futuro, para aquellos seres que no nacen aún, aunque sea intangible como solución, pero...<br /><br />¡No importa como sea!<br /><br />Será necesariamente necesaria y, tal vez, aceptada globalmente ....<br /><br />Lo que a mi disueño le interesa en este momento de opinión, es que cuando ocurra sea el producto de una acción del alumno, de aquel que ingresó a la escuela, que hoy disueño, con su mochila llena de sueños y aún en esos instantes del futuro, seguirá sacando de ella asombrosas soluciones a los problemas de su diaria relación con los otros.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Plenilunio de Escorpión en el paisaje del Río Rapel,<br />04 de Agosto del 2007</div><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela y sus espacios de aprendizajes.</span><br /><br />Desenrollando esta madeja de mis disueños, en que pretendo entender, hilvanar el<br />disueno de nuestra escuela ideai, veo necesario tomar el tema de la forma o las formas<br />que debe tener esta escuela en lo edificable y en lo complementario.<br /><br />Comprendo que no soy el arquitecto, pero soy el profesor que sueña una "nueva<br />escuela" y, por ello, entrometeré mi opinión en sus nuevas salas, en sus nuevas salas<br />patio, en sus nuevas sillas, en sus nuevos espacios de aprendizaje, etc , etc.<br /><br />Un espacio para que el alumno desee vivir en él, una nueva escuela para vivir<br />plenamente como sujeto del aprender, una escuela llena de espacios escolares y<br />motivaciones, llenas de luces, llena de paisajes y, muy en especial, llena de tiempos para<br />vivir ios momentos del aprender; es decir, una escuela capaz de sostener toda la mochila<br />de inquietudes de un estudiante.<br /><br />Sueño en crear una escuela que provoque en mis alumnos la sensación que en su casa sólo vive ocasionalmente, que con sus amigos de barrio las vivencias son también casuales, que sus fiestas familiares son también externas a su grata vida escolar. Que sienta que su principal habitar ocurre sólo en su escuela.<br /><br />Me propongo crear unos espacios que no se parezcan a los espacios escolares de hoy, por ello me haré preguntas que generen respuestas edificables, pero de situaciones no edificadas aún como espacios para aprender.<br /><ul><li>¿Cómo debe ser una sala sin rincones?</li><li>¿Cómo debe ser un aula en que no pueda asegurar cual es el "fondo de la sala"?</li><li>¿Cómo proponer una sala en donde no pueda ordenar mesas y silla en regulares y monótonas filas?</li><li>¿Cómo organizar una sala o varias salas que ayer fueron salones de bailes y gimnasia, pero hoy son acogedores espacios de lectura, y mañana serán un luminoso teatro, y aquella un taller de pintura y esa otra el interior de una mina, o un gran almacén de comprar y vender?</li></ul>Lo edificable y complementario debe nacer de las nuevas preguntas y serán realidad si nos atrevemos a crear salas, edificios, espacios y tiempos que sean respuestas de esas audacias de preguntar por los cambios.<br /><br />Necesitaremos crear nuevos talleres, nuevas salas-bibliotecas, nuevos patios-salas, nuevas salas de recreación, nuevos talleres de recursos tecnológicos, nuevos talleres de recursos audiovisuales, salones para los artista, campos deportivos para los atletas y deportistas, salas abiertas para un mejor estudiar soslayando el clima, ...<br /><br />Todo es posible imaginarlo y también es seguro que más de alguno estará pensando:<br />¿Cuánto valdrá el hacer realidad una escuela así y que probablemente puede estar obsoleta en breve tiempo?<br /><br />Sí, es posible que así sea, pero ... si reúno mis sueños de disueños, si tengo los respaldos que una Nación democrática debe dar para su conservación y mejoramiento, si tengo un currículo que potencie y eduque en una clara y sostenible comunicación de la cultura y si sostenemos los sueños de nuestros estudiantes y les damos un lugar donde todo ello acontezca, ¿importará cuanto valga?<br /><br />En este juego de disoñar una escuela, no veo horizontes de límites, por ello creo que cada uno de nosotros, al vivir esta experiencia increíble y voluntaria, no debemos limitar nuestro hacer de hoy, ni temer al repetir experiencias pasadas, porque los sueños de querer cambiar nos permitirán lograrlo con lo existente o lo ya realizado.<br /><br />Todo se mueve o cambia, pero los cambios que profesionalmente proponemos son altamente proposititos, son sueños para mejorar lo ya logrado y, por tal razón, nuestras propuestas educativas de espacios escolares deben estar destinadas a satisfacer la gran necesidad de hacer exitosos los aprendizajes.<br /><br />Piense en el nuevo color de este raro establecimiento y comprenderá que debe ser aquel o aquellos que favorezcan la inquietud de " habitar en la Escuela". Piense en los pupitres y sabremos de inmediato que debemos "quebrar" la tradición de verlos por días, meses y años puestos en ordenadas filas mirando un pizarrón. Piense en la pizarra y, por favor, no la cuelgue en la pared, reemplácela, ubíquela en otros espacios de Ía sala, piense en los ya viejos cuadernos y en sus múltiples formas de reemplazos, piense en los mapas desplegados en los entornos de paredes y en el fondo de la sala. Piense en las múltiples situaciones de ubicación de salas, etc, etc, pero no omita su opinión para que como un gran equipo levantemos este edificio que tiene una frágil torre de esperanzas y un balcón hecho de sueños.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-86548319103737488362007-05-29T19:15:00.000-04:002007-10-27T09:38:17.665-03:00Veas, Paulina - La escuela que disoñamos.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyMxKF86CrI/AAAAAAAAAoU/nDLlOCOXKyI/s1600-h/DSC00307.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyMxKF86CrI/AAAAAAAAAoU/nDLlOCOXKyI/s320/DSC00307.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5125994850343848626" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1, 2, 3 y 4)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paulina Veas García<br />pauliveas@gmail.com<br />La Serena, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />Siempre he trabajado por la escuela que disueño: una escuela que aprende, que disfruta con sus logros, que aprecia y valora el esfuerzo de cada uno de sus miembros. Me gustaría que esta escuela que disueño tomara como modelo a la Naturaleza, por las relaciones simbióticas mutualistas que allí se generan.<br /><br />La naturaleza es un ejemplo de creatividad y coevolución. Como se expresa en “Las Siete Leyes del Caos”: “La Naturaleza expresa su creatividad mediante el caos”, esto es, “el modo en que la naturaleza crea nuevas formas y estructuras, como la impredecibilidad y la confusión de la Naturaleza”. (Briggs & Peat: 18).<br /><br />Por lo tanto, la Teoría del Caos me servirá para hacer algunos análisis y analogías con la escuela que quisiera construir.<br /><br />La asesora empresarial Margaret Wheatley dice: “la mayoría de las personas alberga el deseo de querer a sus organizaciones. Les encantan los objetivos de sus escuelas …. Lo han organizado todo para crear un mundo diferente, pero entonces tomamos esa pasión creadora y la institucionalizamos. Y la gente que estaba encantada con un objetivo acaba desdeñando a la institución que ha sido creada para llevarla a cabo. La pasión se transforma en procedimiento, reglas y roles. En vez de ser libres para crear, nos imponemos restricciones que condicionan la vida. La organización al final se muere”. (Briggs & Peat: 94)<br /><br />Aquello que más perturba a las personas que trabajan en educación es la incapacidad de ejercer grados de libertad y creatividad en sus instituciones, pero por otra parte, constriñen a sus estudiantes sometiéndolos a sus reglas. Es frecuente escuchar en los Consejos de Profesores y encuentros interescuelas esta crítica negativa que se hace a las instituciones escolares y a los estudiantes.<br /><br />Los docentes suelen argumentar que la falta de recursos es un impedimento para hacer clases más creativas, más motivadoras para los estudiantes. Sin embargo, la teoría del caos nos señala que: “la clave para la actividad creativa reside en la autoorganización de los materiales disponibles. Para los humanos eso significa que debemos crear con el material de nuestras propias vidas. Como el agua, siempre podemos hallar un camino para ser creativos con lo que haya disponible” (Briggs & Peat: 39)<br /><br />La creatividad no es un don de unos pocos, no sólo de aquellos iluminados que se desempeñan como músicos, artistas u otros. Se tiende a creer también, que ser creativo implica hacer algo nuevo.<br /><br />En educación, no escolarización, este proceso creativo fluye permanentemente, pues las personas y los niños y niñas especialmente, están recreando permanentemente la realidad, descubriéndola y apropiándose de ella.<br /><br />La planificación, el cumplimiento del programa, no deben ser limitantes para el desarrollo de la creatividad del educador y también del aprendiente.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 18 de Agosto 2007<br /></div><br />En el escrito anterior señalaba que la escuela con la cual disueño toma como modelo a la naturaleza, por las relaciones que se dan entre todos los organismos, pero principalmente por los grados de libertad que ejerce, lo que le permite adecuarse a los cambios, creando nuevas formas y estructuras, adaptándose a la impredecibilidad, a la confusión, a la incertidumbre. Simplemente, fluye, se adapta, evoluciona y, lo que es más bello aún, coevolucionan todos sus componentes. Como en una gran danza, en medio de un campo donde todos cogidos de la mano avanzan y retroceden, llevados por el ritmo de la música, el viento, la pendiente del terreno y los movimientos de cada uno de sus miembros. Todos saben dónde comenzó la danza, en qué lugar, pero no saben dónde terminará: en el suelo o junto a un río. (Me imaginé la danza del Poema de Gabriela Mistral).<br /><br />Por lo tanto, la escuela que disueño debería seguir los ritmos que sus propios miembros establecieran, de acuerdo a sus características particulares y sus necesidades. El diálogo, las clases y conversaciones compartidas, deberían surgir de los intereses de ellos mismos. Pero esto, necesariamente implica contar con educadores que posean conocimientos profundos y variados, que reconozcan al proceso educativo como un proceso intencionado y significativo, lo que permitiría partir desde cualquier tema para llegar finalmente al objetivo de la clase: leer, comprender, argumentar, plantear puntos de vista, emitir juicios críticos y establecer relaciones con su propia vida. Los educadores, además, deberían ser personas abiertas, flexibles y creativas.<br /><br />Pero, la creatividad solo es posible si somos capaces de soltar nuestras ataduras, esas ligaduras mentales que no nos permiten fluir al ritmo de la música, del viento, de los cambios. Los adultos, los educadores, casi deberíamos nacer de nuevo para pensar y repensar el mundo y, específicamente, el mundo educativo de una manera diferente.<br /><br />Por lo tanto, para esta escuela que disueño sugiero una reforma del pensamiento. ¡Más reformas dirán ustedes! O como diría mi amiga Claudia Valenzuela: “La reforma no es la forma”, claro, porque no debe ser una reforma programática, como la que ya hemos vivido en Chile y muchos otros países, sino que tendría que ser una reforma paradigmática que propicie un cambio interno, profundo, que nos permita percibir el mundo y convivir en él de una manera diferente.<br /><br />Esta reforma del pensamiento debe permitirnos eliminar nuestra estrechez y rigidez del pensamiento y debe propender a la amplitud de éste, a la búsqueda de nuevas posibilidades y relaciones entre las cosas y entre nosotros los seres humanos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 18 de Agosto del 2007<br /><br /></div><span style="font-weight: bold;">¿Cómo hacer una reforma de pensamiento?</span><br /><br />Me he detenido mucho en esta pregunta. No sé cómo responderla, mi escrito está entrampado en esta pregunta. ¿Será que me falta una reforma del pensamiento? ¿No soy capaz de mirar y buscar nuevas alternativas y posibilidades para la escuela que disueño?<br /><br />Mis pensamientos se dirigen a Edgar Morín recordardo lo que él plantea en su libro “La cabeza bien puesta”. Allí encuentro un concepto cercano a cada uno de nosotros, pero tan limitado en nuestras escuelas: la curiosidad. Él plantea: “El pleno empleo de la inteligencia necesita del libre ejercicio de la facultad más extendida y más vivaz de la infancia y de la adolescencia, la curiosidad, que con demasiada frecuencia la instrucción apaga, y que, por el contrario, habría que estimular o despertar cuando se duerme”. (1999 : 24)<br /><br />La reforma del pensamiento que propongo para esta escuela que disueño, debería recuperar la capacidad para curiosear, indagar y descubrir. Los educadores deberían generar espacios y tiempos para dedicarle a estas acciones. Esta capacidad innata de los niños y niñas, que les permite descubrir el mundo y aprender a vivir en él, debería estimularse y potenciarse en esta escuela. Los niños, niñas y jóvenes, tendrían una mirada más aguda y atenta, serían más sistemáticos en sus búsquedas y estarían atentos a los cambios, a las innovaciones y los descubrimientos.<br /><br />Los pequeños se acercan al mundo con todos sus sentidos y pueden estar atentos a diferentes estímulos. Lo vemos, por ejemplo, cuando están concentrados jugando, pero intervienen en una conversación de otras personas, aportando algún detalle o corrigiendo algún error. Si potenciáramos y no limitáramos esta capacidad estaríamos dando un gran paso hacia la reforma del pensamiento.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 25 de Octubre del 2007<br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;"><br /></span><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: bold;">Reencuentro con el mundo mágico</span><br /></div></div><br /><span style="font-style: italic;"> “El hada le dijo al ogro, hoy tú y yo vamos a pasear,</span><br /><span style="font-style: italic;"> pues no importa que a los niños pequeños, tú quieras atrapar.</span><br /><span style="font-style: italic;"> Con mi varita de encantamientos, tornaré nobles tus sentimientos.</span><br /><span style="font-style: italic;"> Y al oír las palabras mágicas:” violín, piano y trombón”,</span><br /><span style="font-style: italic;"> el ogro había ganado, un bondadoso corazón”.</span><br /><br />¿Quién no recuerda a su personaje de cuentos de hadas favorito? ¿Nunca quisiste ser el Gato con Botas, o tal vez, el “Sastrecillo Valiente”? De seguro no quisiste usar el “Traje nuevo del Emperador” y menos ser la Bruja de Hansel y Gretel.<br /><br />Al escribir estas primeras líneas, no puedo dejar de pensar en mis cuentos favoritos y en esos hermosos años de la niñez cuando los disfrutaba. Me veo tendida en el sillón junto a mi tía, que semana tras semana tenía que repetir el cuento de los Músicos Viajeros. Cada domingo que nos visitaba debía sentarse junto a mí para contarme una y otra vez esa historia. Me daba mucha pena que “al perro, al gato, al gallo, al caballo y al burro no los quisieran en sus casas y tuvieran que irse a recorrer el mundo”. Me parecía verlos tristes y desanimados cuando caminaban sin rumbo fijo.<br /><br />Esos minutos pasaban sin darme cuenta y viajaba sin fronteras entre el mundo real y el de la ficción. Esa es la gracia de los cuentos, nos permiten viajar, volar y vivenciar aquellos mundos que en la vida real parecen inalcanzables.<br /><br />Les pido disculpas, por iniciar este escrito desde mi emoción y mi recuerdo, pero creo que los cuentos de hadas son maravillosos, dejaron en mí una huella imborrable y una capacidad de imaginación increíble.<br /><br />A todos a quienes les he preguntado por sus cuentos favoritos y los recuerdos que les evocan, les han brillado los ojos y me han relatado historias más allá del cuento propiamente tal.<br /><br />Es por eso que, la escuela que disueño debe invitar a los niños a vivenciar aquellos mundos que aún no conocen y quizás nunca conocerán, pero que son posibles de visitar gracias a la imaginación.<br /><span style="font-style: italic;"><br /></span>“La imaginación es una preciosa capacidad humana, una lámpara de Aladino, que activada ardorosamente, convierte al hombre y la mujer en un potente genio creador. La maga de las potencialidades humanas sería la imaginación porque arrastra al hombre y la mujer al territorio de lo imposible, haciéndole vislumbrar la viabilidad de lo que sueña, de lo que imagina, de lo que aún no se ha hecho, pero que es concebible. La imaginación tiene alas, que remontan a espacios de dimensiones más amplias"<br /><br />Cuántos nuevos conocimientos pueden surgir gracias a la imaginación. Muchos científicos, investigadores y artistas, han impulsado sus estudios y sus obras, en función de esa intuición imaginaria. Pensemos en los niños y niñas, cuánto interés por descubrir y aprender tendrán si los dejamos volar con su imaginación, si impulsamos esos vuelos y esos sueños, generando espacios, contando historias, invitándolos a asumir el rol de sus personajes favoritos.<br /><br />Gracias a la vivencia del mundo mágico de los cuentos, lo niños y niñas pueden resolver lo imposible. Así como el hada utiliza su varita mágica para resolver conflictos y transformar corazones, otros personajes buscan caminos y soluciones inexploradas para resolver sus problemas. Esta experiencia de sus personajes de cuentos, les puede estimular para buscar soluciones y caminos divergentes a las problemáticas escolares y de la vida. Será el educador mediador quien deberá orientar esas posibles respuestas para que se vuelvan factibles.<br /><br />Esta búsqueda de soluciones divergentes estimulará el desarrollo del pensamiento, pues les permitirá establecer relaciones entre la información que poseen y lo que desean resolver.<br /><br />Los cuentos tienen una connotación de calor, hogar, misterio, protección, sombras y sueños. En nuestra memoria deben estar esos recuerdos, de un cuento de terror narrado en una noche de invierno, donde el miedo se mezclaba con la tranquilidad de saber que estaba una persona querida a nuestro lado.<br /><br />Esas mismas sensaciones son las que deben recuperarse en las escuelas. A través de los relatos y el misterio que le imprima el educador – narrador a sus historias, podrá establecer vínculos afectivos, de complicidad y misterio con sus aprendientes. Las historias deben mezclarse con la realidad. Los cuentos formando parte de la historia, la geografía, la biología, el lenguaje y las matemáticas, pueden ser un motor estimulador del aprendizaje, pues apuntará a la afectividad. Todo aquello que se relaciona con nuestras emociones, tiene una potencia y una significatividad incuestionable.<br /><br />Los cuentos maravillosos nos entregan enseñanzas y lecciones morales, gracias a las vivencias de los personajes; sin manifestar de forma explícita la enseñanza valórica, los niños y niñas son capaces de inferir la manera correcta de actuar. Las acciones tan dicotómicas entre los “buenos y los malos”, permiten a los niños y niñas distinguir e internalizar las actitudes y valores. Lo que muchas veces para los ojos de los adultos nos parece cruel y discriminatorio: el lobo que se come a la abuelita y a la Caperucita; el desprecio de la madrastra por Cenicienta, por ejemplo, es comprendido, a los ojos de los niños y niñas , de una manera diferente; a medida que crece y va madurando va creando nuevos significados y extrayendo lecciones de vida.<br /><br />“Los verdaderos cuentos de hadas tienen significados a distintos niveles; sólo el niño puede saber cuáles son importantes para él en un momento dado. Al ir madurando, el niño va descubriendo nuevos aspectos de estos cuentos populares y esto le confirma la idea de que ha llegado a una comprensión más madura, puesto que la misma historia le revela mucho más que antes.“<br /><br />La magia, la imaginación, el encanto, lo posible e imposible, la realidad y la ficción deben entrelazarse con los aprendizajes escolares para que éstos queden grabados, como un sello indeleble en nuestra mente y en nuestro corazón.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-57676725119769092602007-05-29T19:13:00.000-04:002007-10-29T20:55:50.455-03:00Vásquez, Mario - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyZy3F86DyI/AAAAAAAAAzo/FDYFpsl2gKs/s1600-h/mario+v%C3%A1squez.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 264px; height: 216px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyZy3F86DyI/AAAAAAAAAzo/FDYFpsl2gKs/s320/mario+v%C3%A1squez.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126911516623900450" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño<br />(parte 1 y 2)</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Mario Vásquez Astudillo<br />mariovasquezastudillo@gmail.com<br />La Serena, 21 de Julio del 2007<br /></div><br /><br />“La Escuela Popular”<br /><br />En este primer acercamiento a la escuela disoñada, quiero compartir una experiencia muy significativa en mi formación como persona y profesor la que, en la perspectiva del tiempo, adquiere más relevancia y significado. Siendo estudiante de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en tercer año de carrera sentía que la formación era muy teórica, visualizaba muy lejano el contacto con la realidad de la escuela. Fue entonces cuando me incorporé a un grupo de soñadores que habían creado las Escuelas Populares en varios sectores marginales en Santiago, hoy ya no lo son. Varios sueños se hicieron realidad en esta formación informal, porque no entregábamos certificado; sin embargo, fue mi mejor escuela de pedagogía que no consta en ningún currículum, poco importa.<br /><br />Algunos sueños hechos realidad:<br /><br />Los niños asistían <span style="font-weight: bold;">voluntariamente a la escuela</span>. Entonces, podíamos saber si estaban interesados en lo que podían aprender en la escuela. En la perspectiva del tiempo lo veo como un tremendo desafío, pero en aquellos años para mí era natural que fuese así, porque yo también lo hacía voluntariamente, con voluntad, porque quería. Este es un sueño, que todos quieran asistir voluntariamente, maestros y alumnos.<br /><br />La escuela eran las relaciones humanas entre “profesores”, “alumnos”, padres, madres, vecinos. La escuela funcionaba el patio de una casa, en la sede de un club deportivo, en todos los museos habidos y por haber, en escasos centímetros de pasto de parques, rotondas; en teatros, cines y piscinas, canchas de fútbol llenas de tierra; en el cerro, muchas excursiones. Es decir, <span style="font-weight: bold;">la escuela no es el edificio</span>, es mi sueño, la escuela se da en el encuentro de quienes quieren aprender unos de otros, por el deseo y el disfrute de ser mejores.<br /><br />Enseñábamos de manera integrada a partir de la experiencia cotidiana. Cómo alimentarse mejor, cómo prevenir enfermedades, cómo comunicarse de manera efectiva y un largo etcétera. Una experiencia nos servía para integrar los distintos temas para llegar a los principios que permitían comprender y abstraer relaciones, enriqueciendo la visión de los objetos cotidianos: hacer llover con una olla de comida, crear personajes, comprender el concepto de infinito; interpretar una obra de arte; leer poesía, ver la televisión, interpretar y apreciar una película; comprender cómo aprende el cerebro y cómo se conecta con todo el cuerpo. Todo ello, por la <span style="font-weight: bold;">fruición de aprender</span>, ampliar la visión de mundo.<br /><br />Todo lo anterior era fruto de la <span style="font-weight: bold;">planificación intencionada</span>. Nos reuníamos ritualmente a valorar la experiencia de la actividad realizada a través de la lectura de una bitácora que llevaba cada uno de nosotros en un cuaderno. Allí describíamos nuestra intencionalidad, ya que la base de la experiencia de aprendizaje se generaba a partir de la manifestación de nuestra intencionalidad. La pregunta a responder era para qué quiero que aprendan esto o aquello. Hoy las tecnologías nos facilitan esta sistematización y celebro que en el Programa de Intercambio de Maestros escribamos, compartamos nuestra la experiencia y poner en práctica nuestros sueños.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela disoñada (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serenea, 4 de agosto de 2007<br /></div><br />“Ir voluntariamente a la escuela” (Borrador)<br /><br />En el artículo anterior me refería a una experiencia de hacer escuela en la que los niños asistían voluntariamente. Si vemos el significado de voluntario nos encontramos que se refiere a un acto que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella. Entonces, desglosemos algunas de las acepciones del concepto de voluntad: facultad de decidir y ordenar la propia conducta; acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola; libre albedrío o libre determinación; elección de algo sin precepto o impulso externo que a ello obligue; intención, ánimo o resolución de hacer algo; amor, cariño, afición, benevolencia o afecto; gana o deseo de hacer algo.<br /><br />Tenemos varias ideas que nos aporta la noción de que la educación, el querer aprender, el querer enseñar parte de la voluntad de querer. En mi escuela disoñada los profesores tienen que tener la voluntad de querer que sus alumnos aprendan en las condiciones profesionales que se desempeña. Es decir, han decidido enseñar, han decidido estar con y ser parte de la comunidad de tal o cual escuela, por ello podemos partir del principio de que tiene la intención, el ánimo o la resolución de que los niños o jóvenes aprendan.<br /><br />Los profesores, al tener amor, cariño y afecto al aprendizaje cómo medio de desarrollo en plenitud de todos quienes participan de la escuela, transmitirán de manera natural las ganas y deseos de aprender. Incluso, más que transmitir generan vivencias significativas en las que el aprendizaje se produce de manera natural, a partir de una planificación intencionada.<br /><br />Los padres deben asumir que envían sus hijos a la escuela con ciertos deseos y que son partícipes del crecimiento integral de ellos, apoyando y sugiriendo, según corresponda, acciones e ideas para que la escuela sea mejor. Los padres son los aliados número uno en el aprendizaje de sus hijos.<br /><br />Si asumimos como profesores que tenemos un ámbito de acción e interacción en nuestro desempeño profesional en donde las cosas no suceden casualmente, sino que hacemos que sucedan, se nos abren perspectivas insospechadas las que fractalmente, es decir pequeñas acciones repetidas muchas veces, tornan compleja la interacción, llena de riqueza.<br /><br />Para concluir dos ideas que abordaré en los siguientes artículos. Una de ellas es dejar en evidencia de mi rasgo atávico de seguir asociando la escuela sólo a un lugar físico con rejas, salas, patios y oficinas. La otra que la puedo sintetizar en una pregunta que me plateo y me desafío a responder ¿Cómo logramos que los alumnos tengan el deseo de aprender?Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-55856436816830339812007-05-29T19:12:00.000-04:002007-10-29T11:02:44.526-03:00Rodríguez, Omar - La escuela que disoñamos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUWg186DKI/AAAAAAAAAss/HBNjnKFgZq4/s1600-h/DSC00341.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUWg186DKI/AAAAAAAAAss/HBNjnKFgZq4/s320/DSC00341.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126528504325344418" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño<br />(parte 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Omar Rodríguez<br />orodriguez57@gmail.com<br />Paihuano, 23 de Junio del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">La Escuela, la Educación y las Inteligencias Múltiples</span><br /><br />El presente trabajo es solo una reflexión acerca del rol que cumple la educación y la escuela en el proceso formativo de los niños y jóvenes y de la responsabilidad que le compete al sistema educativo y a los docentes en este proceso.<br /><br />No pretendo con ello más que realizar una crítica constructiva al sistema social y educativo hoy imperante y, sobre todo ello, dejar de manifiesto que la labor educativa, que ejerce el docente, no puede circunscribirse tan solo a las paredes del recinto escolar, respondiendo a un modelo impuesto y no al que naturalmente debe fluir en una relación dialógica, respetuosa y fraterna entre quién enseña y el que aprende.<br /><br />Mi escuela disoñada transita por estos derroteros y quizás en estas líneas no me sea posible dar una mayor claridad a estas ideas, sin embargo, espero que ello contribuya a provocar un diálogo que nos enriquezca a todos en torno al tema.<br /><br />Hasta hace poco, el mundo se desarrolló con la idea de que todos poseemos una inteligencia única, medible y que puede, por lo tanto, ser evaluada. Si se aprueban determinados test, llamados de inteligencia, se es capaz o no de responder dentro de un proceso de educación formal, el mismo que privilegia la escuela y donde el énfasis está en el desarrollo de las habilidades lingüísticas y lógica matemáticas, sin considerar a las restantes interligencias. Hasta hoy, un alto porcentaje de nuestras escuelas han avanzado con esta idea y valoran y etiqueta a sus alumnos en función de esa creencia.<span style="font-size:100%;"><span style="font-family:Verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="color:black;"></span></span></span><br /><span style="font-style: italic;"></span><br />Sin embargo, dentro del proceso formativo se encuentran también otras modalidades educativas, tales como la Educación No Formal y la Educación Informal.<br /><br />Esto ya lo intuía Gabriela Mistral cuando señaló “enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clases. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra”. Vale decir, el proceso educativo no es exclusivo de la sala de clases y es deber del maestro prolongar su acción educadora a otros contextos también.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 04 de Agosto del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;"> “Un buen sembrador siembra cantando”.</span><br /><br />Hoy se sabe que todos nosotros poseemos al menos ocho inteligencias. Cada una con diferente evolución, con sus propios códigos y con una determinada localización cerebral. Son diferentes "bancos de datos" que permiten alcanzar el aprendizaje por otros caminos posibles.<br /><br />Los “malos alumnos”, aquellos definidos como "burros" o "flojos", son niños y jóvenes desmotivados, incomprendidos y mal conducidos. Son alumnos cuyo único pecado es tener un menor desarrollo en la inteligencia lingüística y/o lógico – matemática, privilegiadas por la casi totalidad de las escuelas.<br /><br />¿Qué pasa con las restantes inteligencias: musical, físico - kinética, interpersonal, intrapersonal, espacial y naturista?. ¿Qué hace la escuela y cada uno de los maestros para permitir que ellas se manifiesten y ejerciten?<br /><br />No es propósito de este comentario definir cada una de ellas y sus alcances, ni tampoco entrar a polemizar sobre su real existencia; sin embargo, se hace necesario considerarlas por cuanto contribuyen al desarrollo del pensamiento e influyen en la conducta del ser humano.<br /><br />Aquellos cuyas inteligencias de mayor crecimiento coinciden con las que miden la escuela, son los "buenos alumnos" y los que mejores probabilidades tienen de desarrollar una buena autoestima.<br /><br />Pero esto es injusto, equivocado, dañino, pero remediable. Injusto, equivocado y dañino porque en la competitividad del medio escolar, los que carecen de esa coincidencia, son llamados "poco inteligentes" y a la larga son dejados de lado. Son lentamente apartados del sistema escolar – formal, empero, al mismo tiempo, no se implementan las otras modalidades para ofrecerles alternativas de desarrollo y, con ello, remediar, quizás sólo en parte, el problema al cual hoy nos vemos enfrentados.<br /><br />Es inútil imponer más años de estudio o más horas de clases si sólo sirven para producir adolescentes descalificados, frustrados, con una baja autoestima, generada muchas veces por un desactualizado proceso de enseñanza y de aprendizaje.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 18 de Agosto del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">Escuela de la calle</span><br /><br />La escuela actual no atrae a un alto número de niños y jóvenes. Disminuye y hasta hace desaparecer la innata curiosidad y necesidad de aprender de muchos. Qué es esto... ? Cómo se llama...? Para qué sirve...? Cómo funciona...?<br /><br />Todos los que somos padres y también todos los maestros hemos sido bombardeados por esta seguidilla de preguntas que han puesto de manifiesto esa sed de aprender de aquellos a quienes estamos llamados a enseñar, a quienes la escuela reprime y que, sin embargo, de todas maneras aprenden, … a pesar de la escuela.<br /><br />¿Dónde acabó, dónde quedó esa búsqueda de información, esa necesidad de saber más y más?.<br /><br />Creo que, sin equivocarme mucho, se quedó en las aulas de la educación formal. Así dejamos a muchos en la "escuela de la calle". Personas que por no lucirse en las inteligencias que pide la escuela tradicional son castigados con la baja nota, con la desconsideración, con el desprestigio. Quizás fue aquello lo que provocó que un adolescente haya disparado conscientemente en las protestas del 11 de Septiembre, pero que inconscientemente no alcanzó a dimensionar lo que su acto irreflexivo podía provocar: la muerte de una persona. Este joven no ha terminado su enseñanza básica, pese a su edad.<br /><br />Desde esta dimensión sostengo que la escuela que disueño está llamada a abrirse nuevas formas de enseñanza para potenciar los aprendizajes de los alumnos. Y es aquí en donde los docentes debemos, en mi opinión, poner un mayor énfasis. También debemos trasmitir esta inquietud a aquellos que se están iniciando en esta hermosa tarea de enseñar:<br /><br />“<span style="font-style: italic;">La enseñanza de los niños es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios; </span><br /><span style="font-style: italic;">pero es también la más terrible en el sentido de tremenda responsabilidad</span>” (Gabriela Mistral).<br /><br />Estoy cierto que no siempre las competencias necesarias acompañan la labor del maestro. Quizás estos temas no eran motivo de un mayor análisis hace algunos años. Hoy, sin embargo, se hace necesario reflexionar sobre el rol del maestro, no tan sólo en la escuela, para poder transitar desde la instrucción a la educación.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 29 de Septiembre del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué le sirve a la escuela y a los estudiantes?</span><br /><br />La pregunta que surge es: ¿Sirve a las escuelas, y a los procesos educativos que sustentan, el incorporar la teoría de las inteligencias múltiples como un trabajo sistemático?, ¿qué resultados eventuales se podrían lograr?. Luego de diez años de experimentación, implementación y aplicación de esta teoría y de muchísimas experiencias en diversos países, tales como Suecia, Finlandia, Israel y otros, encontramos ciertas luces acerca de sus alcances:<br /><ul><li>Se manifiesta una minimización de los problemas de conducta en los alumnos.</li><li>Aumento de la autoestima entre los estudiantes.</li><li>Desarrollo de la cooperación entre pares.</li><li>Incremento del número de líderes positivos.</li><li>Crecimiento del interés y afecto por la escuela y el estudio.</li><li>Presencia constante del humor.</li><li>Incremento del conocimiento</li></ul>En síntesis, gracias a estas experiencias el joven supera el rechazo por la escuela y se siente atraído por ella. Es retenido, reconocido en sus logros y ayudado en sus esfuerzos. Aprende a ser solidario y ejercita en sus áreas de mayor desarrollo un liderazgo situacional que lo fortalece vocacionalmente. Se divierte y aprende. Cambia el equivocado paradigma de aprender - dolor por saber - placer. Deja la calle y disfruta de la escuela.<br /><br />Pero ... ¿es posible implementarlo en nuestras escuelas…?.<br /><br />La resistencia al cambio es un proceso natural para el sistema; sin embargo, para todos nosotros, formados en el PRODEBAS y en el PRIMA, este puede ser un buen desafío que, estoy cierto, todos lo desarrollamos inconscientemente al poner en práctica esa máxima de “<span style="font-style: italic;">potenciar lo bueno de nuestro quehacer, por pequeño que sea, sin considerar aquellos elementos que perturben nuestro trabajo, pues ellos irán disminuyendo por si solos</span>”.<br /><br />Gabriela ya lo dijo:<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;">”Amenizar la enseñanza con la hermosa palabra, </span><br /><span style="font-style: italic;">con la anécdota oportuna </span><br /><span style="font-style: italic;">y la relación de cada conocimiento con la vida”. </span><br /></div><br />Atender a la diversidad debe ser nuestro norte y este podría ser un buen intento.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 27 de Octubre del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">Inteligencias múltiples: Gadener y su teoría</span><br /><br />A propósito de la descripción que encontré en Internet acerca de las inteligencias múltiples y que adjunto a este ensayo [ver al final de artículo], creo conveniente reflexionar, a la luz de los antecedentes que esta descripción entrega, acerca del rol del profesor en la escuela y la formación que hemos recibido en las aulas de Institutos y Universidades formadoras de educadores en Chile y en el resto de esta América morena. Como base considero, también, el ensayo escrito por Silvia Luz de Luca, quién es docente rural en Argentina y que fuera publicado en la Revista Iberoamericana de Educación bajo el título de “El docente y las inteligencias múltiples”.<br /><br />La teoría de las inteligencias múltiples que sustenta Howard Gardner, marca su nacimiento cuando publica su libro “Estructuras de la mente” en 1983. En el prólogo de afirma que “desde su punto de vista, la esencia de la teoría es respetar las muchas diferencias que hay entre los individuos; las variaciones múltiples de las maneras como aparecen; los distintos modos por los cuales podemos evaluarlos, y el número casi infinito de modos en que estos pueden dejar una marca en el mundo”.<br /><br />En este primer acercamiento a su teoría sostuvo que en su opinión: “la mente tiene la capacidad de tratar distintos contenidos, pero resulta en extremo improbable que la capacidad para abordar un contenido permita predecir su facilidad en otros campos”.<br /><br />De este modo, ofrece a los educadores una oportunidad muy amplia para adaptar de manera creativa sus principios fundamentales a cualquier cantidad de contextos educacionales.<br /><br />La orientación crítica de Gardner hacia el concepto tradicional de inteligencia, está centrada en los siguientes puntos:<br /><ul><li>La inteligencia ha sido normalmente concebida dentro de una visión uniforme y reductiva, como un constructo unitario o un factor general.</li><li>La concepción dominante ha sido que la inteligencia puede ser medida en forma pura, con la ayuda de instrumentos estándar.</li><li>Su estudio se ha realizado en forma descontextualizada y abstracta, con independencia de los desafíos y oportunidades concretas y de factores situacionales y culturales.</li><li>Se ha pretendido que es una propiedad estrictamente individual, alojada sólo en la persona y no en el entorno, en las interacciones con otras personas, en los artefactos o en la acumulación de conocimientos.</li></ul>Estamos acostumbrados a pensar en la inteligencia como una capacidad unitaria o como abarcativa de varias capacidades. Sin embargo, en oposición a esos enfoques de perfil más bien reduccionista, Gardner propone un enfoque de inteligencias múltiples.<br /><br />Para este autor la inteligencia es la "capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en uno o más ambientes culturales". Lo sustantivo de su teoría consiste en reconocer la existencia de ocho inteligencias diferentes e independientes, que pueden interactuar y potenciarse recíprocamente. La existencia de una de ellas, sin embargo, no es predictiva de la existencia de alguna de las otras.<br /><br />Al definir la inteligencia como una capacidad, Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar, pero, al mismo tiempo, no niega el componente genético. Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc.<br /><br />Ningún deportista alcanza el éxito sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente.<br /><br />Según este autor, todos tenemos naturalmente las ocho inteligencias en mayor o menor medida. Al igual que con los estilos de aprendizaje no hay tipos puros, y si los hubiera les resultaría imposible funcionar. Un ingeniero necesita una inteligencia espacial bien desarrollada, pero también necesita de todas las demás, de la inteligencia lógico matemática para poder realizar cálculos de estructuras, de la inteligencia interpersonal para poder presentar sus proyectos, de la inteligencia corporal - kinestésica para poder conducir su auto hasta la obra, etc.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Anexo: Inteligencias múltiples</span><br /><ul><li>Lingüístico- verbal</li><ul><li>Destaca en lectura, escritura, narración de historias, memorización de fechas, piensa en palabras</li></ul><ul><li>Le gusta leer, escribir, contar cuentos, hablar, memorizar, hacer puzzles</li></ul><ul><li>Aprende mejor leyendo, escuchando y viendo palabras, hablando, escribiendo, discutiendo y debatiendo</li></ul><li>Lógica - matemática</li><ul><li>Destaca enmatemáticas, razonamiento, lógica, resolución de problemas, pautas.</li></ul><ul><li>Le gusta resolver problemas, cuestionar, trabajar con números, experimentar</li></ul><ul><li>Aprende mejor usando pautas y relaciones, clasificando, trabajando con lo abstracto</li></ul><li>Espacial</li><ul><li>Destaca en lectura de mapas, gráficos, dibujando, laberintos, puzzles, imaginando cosas, visualizando</li></ul><ul><li>Le gusta diseñar, dibujar, construir, crear, soñar despierto, mirar dibujos</li></ul><ul><li>Aprende mejor trabajando con dibujos y colores, visualizando, usando su ojo mental, dibujando</li></ul><li>Corporal - kinestésica</li><ul><li>Destaca en atletismo, danza, arte dramático, trabajos manuales, utilización de herramientas</li></ul><ul><li>Le gusta moverse, tocar y hablar, lenguaje corporal</li></ul><ul><li>Aprende mejor tocando, moviéndose, procesando información a través de sensaciones corporales.</li></ul><li>Musical</li><ul><li>Destaca en cantar, reconocer sonidos, recordar melodías, ritmos</li></ul><ul><li>Le gusta cantar, tararear, tocar un instrumento, escuchar música</li></ul><ul><li>Aprende mejor ritmo, melodía, cantar, escuchando música y melodías</li></ul><li>Interpersonal</li><ul><li>Destaca en entendiendo a la gente, liderando, organizando, comunicando, resolviendo conflictos, vendiendo</li></ul><ul><li>Le gusta tener amigos, hablar con la gente, juntarse con gente</li></ul><ul><li>Aprende mejor compartiendo, comparando, relacionando, entrevistando, cooperando</li></ul><li>Intrapersonal</li><ul><li>Destaca en entendiéndose a sí mismo, reconociendo sus puntos fuertes y sus debilidades, estableciendo objetivos</li></ul><ul><li>Le gusta trabajar solo, reflexionar, seguir sus intereses</li></ul><ul><li>Aprende mejor trabajando solo, haciendo proyectos a su propio ritmo, teniendo espacio, reflexionando.</li></ul><li>Naturalista</li><ul><li>Destaca en entendiendo la naturaleza, haciendo distinciones, identificando la flora y la fauna</li></ul><ul><li>Le gusta participar en la naturaleza, hacer distinciones.</li></ul><ul><li>Aprende mejor trabajar en el medio natural, explorar los seres vivientes, aprender acerca de plantas y temas relacionados con la naturaleza</li></ul></ul><span style="font-size:85%;">Cuadro traducido por Nuria de Salvador desde Developing Students' Multiple Intelligences. Nicholson-Nleson K. 1998. New York: Scholastic Professional Books.<br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 6)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 27 de Octubre del 2007<br /></div><span style="font-weight: bold;"><br />Goleman y sus ideas<br /><br /></span>Otro autor, Daniel Goleman, en forma paralela señala que “si la inteligencia es el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas o fabricar productos valiosos en nuestra cultura, la inteligencia emocional es el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas relacionados con las emociones, con nuestras emociones (inteligencia intrapersonal) y con las de los demás (inteligencia interpersonal).<br /><br />Esta definición, además de reforzar la teoría de Gadner acerca de las Inteligencias múltiples, también afirma que "tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente". Desde esta perspectiva “el pensamiento es un proceso con muchas caras”. Las emociones son una de estas caras en este proceso, una parte tan integral del mismo como el pensamiento lógico, lineal y verbal del hemisferio izquierdo. De la misma manera que no pensamos sólo con un único hemisferio, sino que los dos son necesarios, tampoco nos limitamos a procesar la información, además la sentimos.<br /><br />Goleman dice que “otra manera de entenderlo es que a la hora de andar por la vida es más importante saber descifrar nuestras emociones que saber despejar ecuaciones de segundo grado”. Las empresas lo saben bien y cuando contratan a alguien no piden sólo un buen currículo, además buscan un conjunto de características psicológicas como son la capacidad de llevarse bien con los colegas, la capacidad de resolver conflictos, la capacidad de comunicarse, etc. El que tengamos o no esas cualidades o habilidades va a depender del grado de desarrollo de nuestra inteligencia emocional.<br /><br />Cuando rendimos un examen de poco nos sirve saber las respuestas si nos ponemos tan nerviosos que no somos capaces de contestar las preguntas adecuadamente. Naturalmente tampoco es suficiente estar tranquilo, hay que saber las respuestas del examen y saber mantener la calma.<br /><br />Mientras que normalmente pasamos mucho tiempo aprendiendo (y enseñando) las respuestas de una prueba, no dedicamos ni un minuto a aprender (o enseñar) cómo controlar los nervios o cómo calmarlos enfrentados a esta prueba<br /><br />Nuestro sistema educativo no le presta la misma atención a todos los estilos de aprendizaje, ni valora por igual todas las inteligencias o capacidades. No hay más que mirar el horario de cualquier alumno, sin importar el curso o nivel, para darse cuenta de que la escuela no le dedica el mismo tiempo a desarrollar la inteligencia corporal - kinestésica y la inteligencia lingüística, por poner un ejemplo.<br /><br />En cuanto a la inteligencia emocional (la capacidad de entender y controlar las emociones) la escuela simplemente la ignora. No es tanto que no la considere importante, es que su aprendizaje se da por supuesto.<br /><br />La escuela no hace más que reflejar la visión de la sociedad en su conjunto. A nadie le extraña que un alumno tenga que hacer muchos ejercicios para aprender a resolver ecuaciones, sin embargo, no nos planteamos la necesidad de adiestrar a nuestros alumnos en como prestar atención durante una conversación, por ejemplo, o concentrarse como lo hacen en la cultura oriental. Naturalmente, además, no sabemos como hacerlo. Mejor dicho, no hemos aprendido a hacerlo porque nunca lo hemos considerado parte de nuestra tarea.<br /><br />Lo que se está planteando ahora es que, de la misma manera que practicamos y desarrollamos la capacidad de escribir, o la capacidad de hacer deporte, podemos desarrollar y practicar el conjunto de capacidades que nos permiten relacionarnos de manera adecuada con el mundo exterior y con nosotros mismos, es decir la inteligencia emocional.<br /><br />Mi crítica a este respecto se centra en que la formación de docentes en nuestro país no considera estos aspectos como parte del currículo y, por lo tanto, se repite el modelo al momento de ejercer el rol al egresar de la carrera e incorporarse a la vida del trabajo. Esto pareciera quizás ser poco importante pero permítanme realizar un paralelo metafórico: “cuando un médico se equivoca quizás muera una persona, cuando se equivoca un profesor pueden morir muchas esperanzas”.<br /><br />(Continuará)<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 7)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Paihuano, 27 de Octubre del 2007<br /></div> <span style="font-weight: bold;"><br />Algo más sobre Gardner y su teoría</span>.<br /><br />Gardner ha declarado que cuando formuló en 1983 la teoría de las inteligencias múltiples, encontró poca acogida entre sus compañeros de profesión: "Mi teoría gustó a unos cuantos psicólogos, desagradó a unos pocos más y la mayoría la ignoró". Un rasgo llamativo de esta situación es que cuando ya se encontraba convencido de que su proposición estaba condenada al olvido, como tantas otras en la historia humana, inesperadamente comenzó a recibir una gran atención de los educadores: existía otro público con un auténtico interés por sus ideas, el público de los profesionales de la educación.<br /><br />Todo este andamiaje de las inteligencias múltiples trae a la realidad unas aplicaciones que no se pueden dejar pasar por alto ya que a la vez afectan al alumno y al profesor.<br /><ul><li>Implantar estas ideas dentro de un currículo tradicionalista no es fácil de lograr.</li><li>Es algo que se aprende haciendo, vale decir, en la práctica.</li><li>Los horarios deben ser más flexibles.</li><li>Se requiere de un mayor tiempo extra para preparar los materiales didácticos necesarios, pero, al mismo tiempo se requiere de un mayor compromiso de la familia.</li><li>Necesidad de más personal docente y el apoyo de profesionales de otras disciplinas.</li><li>El estudiante ha de evaluarse en forma distinta a la que está acostumbrado.</li><li>Se requiere de un mayor uso de materiales concretos.</li></ul>Cuando en mi discurso postulo que la escuela es en y con la comunidad considero que los docentes – no todos- están frente a un desafío profesional al cual no están preparados para superar. Quizás la culpa no sea de ellos sino de un sistema que no los ha preparado para ser “atrevidos” o que, quizás, no les ha otorgado la herramientas para desarrollar su propia creatividad.<br /><br />Si la inteligencia es la capacidad que le permite al ser humano resolver problemas, ¿por qué no le brindamos a éste la oportunidad de desarrollarla a plenitud en la medida que lo permita su condición particular?<br /><br />Antes de la aplicación de cualquier modelo de aprendizaje basado en las inteligencias múltiples debemos, en primera instancia, aplicárnoslo a nosotros mismos como educadores y estudiantes adultos, porque si no tenemos una comprensión de la teoría íntimamente ligada a la experiencia y hayamos hecho nuestro este conocimiento, es decir, estemos en condiciones de aplicarlo, no como copia, sino como modelo propio, no podremos trasmitirlo con éxito.<br /><br />Por lo tanto, el primer paso es determinar la naturaleza y calidad de nuestras propias inteligencias múltiples y buscar las maneras de desarrollarlas en nuestras propias vidas. Cuando nos abocamos a esta tarea se pondrá de manifiesto como nuestra particular fluidez o falta de ella afecta nuestras competencias como docentes y personas. Esta no es una tarea fácil por cuanto no existe una herramienta de medición que nos asegure cual es el grado o el cociente alcanzado en cada una de las inteligencias, por lo que debemos ampliar nuestro campo de observación y a través de una evaluación realista de nuestro desempeño en las muchas clases de actividades, tareas y experiencias que se asocian con cada inteligencia es que obtendremos indicadores sobre el nivel alcanzado en cada una de ellas.<br /><br />Esta teoría es una herramienta especialmente útil para observar nuestras fortalezas y debilidades en las áreas que utilizamos los docentes, porque nos permite observar todas las actividades que realizamos para alcanzar nuestros objetivos, y también cuales acciones dejamos de lado por cuanto no nos sentimos cómodos al ejecutarlas.<br /><br />Desarrollar hasta un grado aceptable de competencia cada una de las inteligencias depende de tres factores principales:<br /><ul><li>Dotación biológica, incluyendo los factores genéticos o hereditarios, y los daños o heridas que el cerebro haya podido recibir antes, durante o después del nacimiento.</li><li>Historia de la vida personal, incluyendo las experiencias con los padres, docentes, pares, amigos y otras personas que ayudan a hacer crecer las inteligencias o las mantienen en un bajo nivel de desarrollo.</li><li>Antecedente cultural o histórico, incluyendo la época y el lugar donde uno nació y se crió, y la naturaleza y estado de los desarrollos culturales o históricos en diferentes dominios.</li></ul>Consideraciones finales<br /><br />En nuestra realidad educativa, no todo es válido ni todo es equivocado.<br /><br />Independientemente de la polémica de considerar “inteligencias”, “capacidades” o “fortalezas” a las facultades más o menos desarrolladas en las personas, a los docentes nos es de suma importancia diagnosticarlas en nuestros alumnos, ya que nos permite comprenderlos más y planificar las actividades más apropiadas para obtener los mejores resultados. Claro que para eso debemos informarnos, recibir ayuda, disponer de tiempo extra, institucionalizar el trabajo y comprometer a toda la comunidad. Tarea para nada fácil pero no imposible.<br /><br />El docente intuitivamente ya hace adecuaciones y actividades variadas y especiales, falta fundamentarlas, sistematizarlas, incorporarlas a la tarea diaria y, a la hora de evaluar, tenerlas en cuenta. No podemos sólo hacerlos cantar y bailar y después evaluarlos por escrito.<br /><br />Por otra parte, debemos tratar de desarrollar las facultades que no lo están y creo que allí está el mayor desafío. La capacidad de inventiva y creatividad, siempre puesta de manifiesto por los docentes, sólo necesita ser “activada” por un estímulo que bien puede ser éste.<br /><br />Si seguimos encontrando culpables fuera de nosotros mismos y no buscamos las formas de cambiarnos y cambiar a nuestros alumnos, no hay futuro para los países latinoamericanos.<br /><br /><span style="font-style: italic;">“Este mundo nunca ha sido tan desigual en las oportunidades que brinda y tan igualitario en las costumbres que impone”</span> Eduardo Galeano.<br /><span style="font-size:85%;"><br /></span>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-65315463593165709312007-05-29T19:10:00.000-04:002007-11-23T11:46:47.458-03:00Palma, Alejandro - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Alejandro Palma Pastén<br />alexpalma38@gmail.com<br />Coquimbo, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />El que siente ser maestro toda su vida solo necesita de su imaginación para expresar ideas de lo que debe tener una escuela. Con sentimientos pensante y con emociones de lenguaje espontáneo, permítanme decirlo así :<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">E</span> scuela con sentido modernista, no solo de estructura física sino con ambiente.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">S</span> in ninguna duda, de relaciones humanas gratas y fraternas.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">C</span> asi de hermanos latinoamericanos, que piensan de igual manera.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">U</span> na vez, dos veces, formar con sentido a la vida y con el esfuerzo.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">E</span> l llamado de esta escuela es sentir al humano, ser pensante,<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">L</span> adino muchas veces para enfrentar todas las vidas estudiantiles.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">A</span> l día entro en el mundo del que aprende, me preparo todo.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">D</span> octo tengo que ser porque tengo en mis manos al crisol de ensueño.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">I</span> sla virgen que crecerá con la sabiduría que recibirá.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">S</span> intiendo siempre la emoción y el amor del que entrega.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">U</span> n saber, clima de entendimiento, con razones del deber.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">E</span> l deber llama, el corazón siente lo que debo dar.<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">Ñ</span> año <span style="font-style: italic;">(compañero)</span>, siempre estaré para dar lo que debo dar<br /><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">O</span> ración para saber enseñar, escuela de valor y emoción.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)<br /><br /></span></div> <div> </div> <div style="text-align: right;">Conquimbo, 21 de julio del 2007<br /><br /><br /></div> <div> </div> <div> Si continuo la reflexión de una escuela ideal iré a la parte fundamental de hoy que es la modernidad cientifica humanista y con un sistema que alcanza hacia la democracia con elementos de participación, equidad y calidad de la educación. </div> <div> </div> <div>La experiencia indica que hoy con los adelantos científicos que existen y continuan creciendo tenemos que estar preparados como docentes para enfrentar los desafíos que se presentan en los contenidos y en el aula con los alumnos que, muchas veces, posee una cultura de información que enfrenta a la del docente. </div> <div> </div> <div><br />La equidad para atender a todos los alumnos en las mismas condiciones nos obliga a seleccionar los contenidos y ayudarles a elevar su autoestima. </div> <div> </div> <div><br />La calidad de la enseñanza consiste en seleccionar adecuadamente los contenidos pertinentes que trataremos con los alumnos. En la selección hay que considerar lo que ellos quieren de acuerdo a sus intereses y necesidades.<br /><br /></div><div>¿Qué pasa con el sistema educacional de hoy? Estamos todos preparados para atender a aquellos elementos que son necesarios para formar a alumnos eficientes, democráticos, participativos y, fundamentalmente, con los valores necesarios para enfrentar adecuadamente a la sociedad que tenemos hoy. </div> <div> </div> <div><br />La sociedad de hoy presenta diferentes matices en la que hay que elegir o enfrentarse para vivir de acuerdo a los pensamientos que tiene cada uno con su forma política, cultura e ideales personales.</div> <div> </div> <div><br />Resumen: seguimos con la idea de tener un docente innovador, eficaz y con valores muy sólidos para que sea capaz de enseñar y educar a una persona que está matizada con diferentes ideas y que vive en una sociedad amalgamada de situaciones que debe enfrentar cada día.<br /><br />El docente debe estar preparado con sus propios valores positivos, con su abnegación de maestro, con los acuerdos que estima conveniente entregar y con la importancia de formar un alumno participativo y democrático. </div> <div><br />La escuela que disueño es como la bandada de gansos, alguien nos dirige en ese momento, si cae o se cansa se reemplaza y nos ponemos en la fila para seguir el camino que deseamos. Es la fuerza de todos.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Coquimbo, 9 de Agosto del 2007<br /></div><br />Al seguir explorando de qué manera pensamos en una escuela que sea mejor para atender a nuestros alumnos, se me vino a la memoria de una profesora que tuve en 3er año primario, nombre que en la década del 40 a 50 se utilizaba. Es por ello que quise enviarle una carta para señalar lo que deseo o echo de menos.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Carta a mi querida profesora de primaria</span>:<br /><br />El tiempo ha pasado y han transcurrido varias generaciones de egresados de época anteriores y de mi época. A lo mejor algunos ya no están con nosotros y otros seguirán vivos. ¿Ud. se debe preguntar porque le escribo? Hoy soy un profesor, igual que Ud.<br /><br />Recordé como una maestra de primaria nos enseño y participó con nosotros; recordé una escuelita donde nos dio las primeras herramientas para aprender a leer, escribir y manejar las operaciones con la dulzura y el amor de una verdadera madre y con la inquietud de que todos aprendiésemos en un tiempo mucho más corto que hoy.<br /><br />Por ello, echo de menos una escuela que permita mejorar las relaciones humanas y la participación de los padres y apoderados. Hoy en día existe una escuela abierta con una jornada completa. Eso significa que el alumno debe permanecer todo el día en el colegio y poco tiempo en el hogar.<br /><br />¿Qué pasa con el sistema educacional? No es lo mismo que antes cuando el alumno se encariñaba más con su profesor, se conversaba más de una u otra cosa ¿Es que hemos perdido esa espiritualidad que tenemos los seres humanos, es la tecnología que nos hace más fríos? Hoy tenemos varios elementos que nos ayudan a realizar nuestras clases: la computadora nos enfrenta a estar pendiente de los acontecimientos y sucesos, lo que no es malo, pero nos enceguece ya que ahora no miramos de frente al profesor y no existe el diálogo que merecemos escuchar para comprender mejor al que habla.<br /><br />Por ello, querida profesora quería contarle lo que sucede hoy. Prefiero una escuela con una sola jornada, para que ese alumno tenga realmente el apoyo del hogar y de la escuela. ¿No cree Ud. que antes se aprendía más?<br /><br />Si estuvieras ahora en esta modernidad creo que no te sentirías bien porque no corresponde a tú estilo. Se que seguirías afirmando que la relación entre los seres ayuda a mejorar el aprendizaje.<br /><br />Margarita, me formaste a tu imagen, llevo en mí ese valor importante que es lo humano. Gracias a ti, hoy y siempre he cumplido con este valor.<br /><br />Me despido de ti, porque no sé si estás en la Tierra o en cielo, pero siempre sentiré tu cercanía y tú espiritualidad.<br /><br />Gracias por todo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Coquimbo, 2 de Septiembre del 2007<br /></div><br />Un buen docente, poseedor de un perfil humano, que respeta y mantiene relaciones humanas adecuadas con sus estudiantes, disueña su escuela gracias a las cualidades siguientes:<br /><br />Democrático, solidario, respetuoso, manejo de una cultura, colaborador, cooperador, imaginativo, creativo, innovador, con vocación.<br /><br />¿Puede un docente tener todas estas características?. Caractericemos a cada una de ellas:<br /><ul><li>Democrático = doctrina política favorable a la intervención y la participación.</li><li>Solidario = adherido a las causas de otros.</li><li>Respetuoso = acatamiento, veneración, reverencia, que observa el respeto.</li><li>Culto = que posee cultura, estudio, enseñanza.</li><li>Colaborador = trabaja con los otros en la misma tarea.</li><li>Cooperador = obra conjuntamente con otros para un fin.</li><li>Imaginativo = facultad de imaginar para formar otros conceptos.</li><li>Creativo = componer obras literarias, artísticas; sacar de la nada.</li><li>Innovador = introducir novedades.</li><li>Vocación = inspiración, inclinación a una carrera o profesión.</li></ul>Muchas veces se cuestiona si la mejor característica de un docente es su vocación y cómo ha sido el proceso de formación que en las Escuelas Normales y las Universidades.<br /><br />En las Escuelas Normales la formación comenzaba con alumnos que mostraban actitudes en las Escuela Anexas a la Normal. Se seleccionaban mediante un examen de ingreso. La formación tomaba seis años de estudio en la que recibían una amplia formación personal para enfrentar todos los desafíos que debía resolver en el campo y la ciudad. Egresaban para ser profesores rurales o urbanos. Su mayor preparación estaba en la didáctica para enseñar todos los subsectores o áreas de la cultura. Había que tener una vocación o actitud de enseñar.<br /><br />Había otra forma de capacitar profesores. Se recibía a los egresados de 6º de Humanidades, hoy 4º de Enseñanza Media. Estaban dos años preparándose del mismo modo que los normalista que estaban los seis años.<br /><br />En cambio, mucho de los que estudiaban Pedagogía para la Enseñanza Básica o Media en las Universidades lo hacían porque no habían ingresado a las carreras de su preferencia. Más tarde, muchos están ingresando con puntajes más altos. Los que egresaban con vocación personal y buenas actitudes demostraban ser docentes.<br /><br />Creo que una escuela disoñada debe tener un docente, que preferentemente tenga vocación o actitudes adecuadas, <span style="font-weight: bold;">creativo</span> para enfrentar los diferentes problemas que se le presentan e <span style="font-weight: bold;">innovador</span> para cambiar el esquema de la clase en atención a las inquietudes o intereses de los alumnos.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Coquimbo, 2 de Septiembre del 2007<br /></div><br /><br />Siguiendo con las ideas de un docente o educador con lagunas características principales. Veamos dos cualidades: <span style="font-weight: bold;">creativo e innovador</span>.<br /><br />La experiencia demuestra que el camino más fructífero para elevar el interés de los niños es invitarlo lo más temprano posible a los espacios donde puedan desplegar su creatividad. Gracias al ensayo - error encuentran respuestas a las diferentes preguntas que provocan su curiosidad para conocer el mundo que los rodea, especialmente en el campo de las ciencias. <span style="font-weight: bold;">El docente debe aprovechar estas inquietudes de los educandos. </span><br /><br />Si el alumno se siente cansado y aburrido con la actividad que está realizando en la sala de clases debe cambiarse la estratégica para atenderle mejor. Creo que ellos necesitan más juegos y más magia, que son el vehículo natural de comunicación entre el docente y el alumno. <span style="font-weight: bold;">El docente debe aprovechar la actividad lúdica.</span><br /><br />Me parece importante la asociación que deben realizar los docentes para trabajar en conjunto con otros cursos, a fin de crear un ambiente grato, posible, intercambiar materiales, aprovechar una buena película, etc. Esto es más fácil de hacer con aquellos con quienes se aviene. <span style="font-weight: bold;">El docente debe aprovechar los ambientes y formas educativos.</span><br /><br />El acceso a las fuentes de la información es importante, ya que es un complemento a las otras fuentes. Esto ayuda a que el aprendizaje esté directamente relacionado con las motivaciones e intereses de los alumnos.<br /><br />La actividad del docente cambia ya que será el guía, orientador y el facilitador que deberá enseñar el proceso de aprendizaje a cada alumno o a los grupos. <span style="font-weight: bold;">El docente debe aprovechar Internet y sus programas.</span><br /><br />La reforma indica que debemos reemplazar el modo de hacer y de concebir el sistema educacional, la enseñanza y la relación con los alumnos y sus familias, al igual que con los profesores, la dirección y toda la comunidad. El cambio, también se refiere a los conocimientos. <span style="font-weight: bold;">El docente no debe temer a los cambios educativos.</span><br /><br />Los profesores formados en las Normales y en las Universidades debemos escuchar y comprender lo que los otros dicen que necesitan. Debemos enfocarnos a las fortalezas, respetar a los que no quieren involucrarse, sin presionar en exceso, para dar tiempo para que se produzcan los cambios. <span style="font-weight: bold;">El docente debe escuchar al otro.</span><br /><br />También debemos ser conscientes de nuestra utilidad para formar personas que sepan aprender y crear. El docente es un ente que se educa y cumple un papel social.<br /><br />El uso de estrategias para los diferentes proyectos educativos ayuda al docente en el desarrollo de sus proyectos. Gracias a ellas puede lograr crear una cultura escolar que favorezca la creatividad de sus miembros. Al descubrir los cambios puede superarlos y permitir que sucedan los cambios. <span style="font-weight: bold;">El docente debe aprovechar los proyectos para producir cambios.</span><br /><br />Todo esto tiene que considerarse en la formación de los nuevos profesores.<br /><br /><span style="font-size:85%;">(Ideas extractadas de las notas tomadas en el Seminario “Procesos de cambio“ de Isidora MENA, así como de “Educar es enseñar, no corregir” de Neva Milicic. Revista de Educación-Octubre 2000. Edición 279).</span><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 6)<br /><br /></span></div> <div> </div> <div style="text-align: right;">Conquimbo, 21 de julio del 2007<br /></div><br />Siguiendo con las reflexiones sobre cómo pienso o disueño una escuela, que debe ser abierta, participativa, formadora. De acuerdo a los cambios sociales y a la modernización de los principios educativos involucro dos conceptos que creo deberían estar, que nos ayudarán a pensar y reflexionar al respecto.<br /><br />Un concepto se refiere a la paciencia de quienes participan en el proceso: alumno - docente, padres - docente, docente – docente y directivo - docente. El segundo concepto tiene que ver con el desarrollo pedagógico, que se da mediante una metodología más activa, con la utilización de la sala para diferentes talleres, sean de las áreas humanista o cientifica.<br /><br />En otro capítulo lo analizaré y haré saber qué impide que se realice.<br /><br />Para el primer concepto, partamos de la definición:<br /><br />¿ Qué es la paciencia? Es la virtud de espera y sosiego en las cosas que se desean.<br /><br />Bajo esta definición quiero establecer el trabajo en un colegio, tomando en cuenta que, a veces, cuesta tanto ponerlo en acción.<br /><br />1.- <span style="font-weight: bold;">La paciencia entre docente y alumnos</span>.<span style="font-weight: bold;"> </span><br /><br />Se hace difícil cuando no existe colaboración de parte de cada uno. Si no hemos establecido las reglas de trabajo, la entrega de los conocimientos, actitudes y valores de formación de social; si el docente no tiene la paciencia de entregar en forma motivadora en el inicio de la clase y saber desarrollar el proceso de aprendizaje, sino que tiene un apresuramiento por cumplir con los objetivos o contenidos, perdiendo de vista que la formación debe ser contructivista -el aprender a aprender-; si no parte con una enseñanza significante para alcanzar las metas que se propuso, no alcanzará la propuesta fijada.<br /><br />Si no tuvo paciencia está en contra del espacio, del tiempo, de la atención, de la disciplina y del interés adecuado de los alumnos; si el que aprende, el alumno,no presenta estas mismas actitudes al recibir los conocimientos, seguirá el proceso y el aprendizaje, pero no alcanzará lo que debe aprender. <br /><br />2.- <span style="font-weight: bold;">La paciencia entre docente y padres - apoderados</span>.<br /><br />Muchas veces no entendemos la problemática de aquella madre o padre que asiste a nuestras reuniones, cargado de diferentes problemas, incluído la atención de sus hijos, pensando en las malas calificaciones y en cómo alcanzar a pagar la cuota con el dinero que le entrega su esposo, que hace todo lo posible para cumplir con sus responsabilidades y acuerdos que se propuso con el colegio. A esa persona la tratamos con todo el rigor porque no está cumpliendo, acusándole de que le falta responsabilidad y compromiso.<br /><br />Esa madre o padre tampoco entienden que la persona que tienen enfrente, que educa y atiende a sus hijos, también tiene las mismas inquietudes y responsabilidades que cumplir que ellos.<br /><br />Ambos están impacientes por realizar sus aspiraciones, pero no han mantenido una cuota de paciencia para atender y resolver sus situaciones.<br /><br />3.-<span style="font-weight: bold;">La paciencia entre docente y docente</span>.<br /><br />Mchas veces en las conversaciones que generalmente mantenemos en la sala de profesores no tenemos la paciencia para saber escuchar lo que nos están planteando los alumnos sobre la manera como enseñamos o de qué forma solucionamos los problemas de aula.<br /><br />No pensamos de otra forma lo que se nos plantea, sea por celos profesionales, por el hecho de tener una actitud egoista, ser de un carácter fuerte o simplemente porque estamos idos.<br /><br />Nos falta la paciencia para ser empáticos y solidarios para entender a otra persona. <br /><br />4.- <span style="font-weight: bold;">La paciencia entre directivo y docente</span>.<br /><br />El cumplimiento de cada una de nuestras funciones nos lleva a parcelarnos, a realizar las gestiones en la que se deben solucionar los problemas o tomar decisiones, las hacermos, a veces, en forma aislada, sin coordinación y comunicación. Cada uno entiende y maneja sus propios conocimientos y la paciencia se acaba cuando al aparecer una responsabilidad que se debe cumplir de cualquier estamento interesa más la situación personal que buscar el criterio común para resolver la problemática.<br /></div>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-41661145620022119262007-05-29T19:01:00.001-04:002007-10-29T11:13:32.905-03:00López de Maturana, Silvia - La escuela que disoñamos.<div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyMcPF86CqI/AAAAAAAAAoM/LdneA6MS9pE/s1600-h/SLM-FOTO+PRIMA.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyMcPF86CqI/AAAAAAAAAoM/LdneA6MS9pE/s320/SLM-FOTO+PRIMA.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5125971846499011234" border="0" /></a></span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño </span><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >(parte 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;"><br />Silvia López de Maturana Luna<br />silvialml@gmail.com<br />La Serena, 23 de Junio del 2007<br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /><br /><br />La escuela que disueño es un lugar seguro, grato, habitable y amable, en donde los aprendizajes son significativos y trascendentes. Los tiempos y espacios son compartidos comprometidamente por los miembros de la comunidad pedagógica, razón por la cual la convivencia comunitaria se respira cotidianamente. Hay diálogo y comunicación en un ambiente de diversidad. Es un lugar en donde se habla bien de los profesores y ellos mismos se bien consideran. La gente que la compone quiere pensar su práctica, se juntan para hacerlo y generan ideas. Sus prácticas educativas son potentes, innovadoras y comprometidas con la educación integral del ser humano. Los miembros de la comunidad educativa se asumen como sujetos políticos dentro de una narrativa de progreso que los desafía a preguntarse hacia donde se dirige la escuela y por el papel que cada uno juega en la sociedad. Es una escuela que ha terminado con el habitus docente, con la desesperanza y la inseguridad de moverse en un territorio de confusión, porque han transformado su acción educativa en una verdadera praxis, transformadora y progresista.<br /><br />Es una escuela sin paredes que la atrapen, sin candados que la encierren y sin poderes que la perviertan, en donde la participación y el pluralismo cobra sentido hasta en los mínimos detalles. Todos quienes participan de esa comunidad educativa se sienten comprometidos en un proyecto por el que vale la pena dedicar tiempos, espacios y esfuerzos. En esa escuela la misión es formar ciudadanos valóricos, felices y capaces de pensar y sentir de manera autónoma. Los profesores creen en si mismos y en sus alumnos, trabajan en equipo y tienen motivación de logro.<br /><br />Sus profesores y profesoras son coherentes y comprometidos con su práctica, quienes a pesar de las imposiciones del sistema logran construir prácticas anti-hegemónicas en la escuela. Crean ambientes activos modificantes y encantan a los alumnos con sus clases.<br /><br />Por lo tanto, los profesores no solo cumplen con una disciplina académica, sino que se maravillan con el acto de enseñar y aprender; no ha perdido la capacidad de asombro, convierten lo que viven en interesante y novedoso, y promueven la sinergia educativa generadora de nuevas ideas. Por su parte, los estudiantes desean asistir a esa escuela, la disfrutan y la quieren. Comparten con los profesores el deseo de aprender y su propensión al aprendizaje crece cada vez que conocen algo nuevo. Disfrutan la incertidumbre y sueltan cada vez más las certezas.<br /><br />En esa escuela la profesionalidad docente es valorada públicamente puesto que sus profesores han logrado demostrar que su labor es altamente valiosa. En esa escuela lo público repercute intensamente, ya que sus profesores generan y participan del reconocimiento de los otros en un contexto de comunicación, conflicto y democracia.<br /><br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 2)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 09 de Julio del 2007<br /><br /><br /></span></div><span style="font-size:100%;">En esta segunda reflexión sobre el diseño de nuestros sueños o los sueños que diseñamos para nuestra escuela, intentaré describir -en otra oportunidad profundizaré- algunos de los tópicos que enuncié en mi primera reflexión. A saber: “La escuela que disueño es un lugar seguro, grato, habitable y amable, en donde los aprendizajes son significativos y trascendentes”.<br /><br />En un </span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >lugar seguro</span><span style="font-size:100%;">, los valores y principios no se vulneran, por lo tanto, la enseñanza se entiende como una tarea profundamente moral de educar a otros seres humanos. Es una relación “invariablemente moral” (Fenstermacher, 1997) que posee la cualidad de constituir mensajes sobre cómo interactuar con los demás y que exige constantemente una intervención “correcta, buena o apropiada del educador” que se traduce en principios que lo orientan “hacia lo bueno” y en la preocupación por los valores y preferencias de los alumnos. Un lugar seguro evita legitimar las arbitrariedades culturales que se aceptan tácitamente. Por ejemplo, en la escuela hay castigos, descalificaciones, rotulaciones, discriminaciones, negaciones, que se aceptan como modos eficaces de ejercer el poder de la violencia simbólica que, mientras menos conciente se sea de ellos, mayor es el triunfo de quienes conscientemente manipulan (Cfr. Bourdieu y Passeron, 2001).<br /><br />Un </span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >lugar habitable</span><span style="font-size:100%;"> deja huellas profundas en nuestra visión de mundo, en nuestro compromiso pedagógico y en la construcción de un nuevo paradigma educativo. Los tiempos y espacios son compartidos comprometidamente por los miembros de la comunidad pedagógica, razón por la cual la convivencia comunitaria se respira cotidianamente. Hay diálogo y comunicación en un ambiente de diversidad. Ofrece oportunidades para desarrollar la gran capacidad para aprender del ser humano, y no de un espacio y tiempo escolarizante que atrapa a los niños apenas cruzan el umbral de la escuela. Lamentablemente la escuela generalmente ofrece lugares no habitables en donde el aprendizaje connatural al niño se va transformando en una tarea ardua, dificultosa y aburrida, y el deseo de aprender da paso a la obligatoriedad. No hay placer por aprender y el deseo primigenio se transforma en un sentimiento de incapacidad. Un lugar habitable transforma lo pasivo aceptante en activo modificante, proporciona una sólida base conceptual desde el inicio de la escolaridad, y orienta hacia las fortalezas más que a las debilidades de los alumnos.<br /><br />En un </span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >lugar amable</span><span style="font-size:100%;"> los profesores sienten satisfacción por su participación en la escuela y son efectivos mediadores entre el mundo y los alumnos y entre éstos y el mundo. Su rol consiste en facilitar el aprendizaje, no en entorpecerlo, para lo cual, proponen pero no imponen. Están presentes cuando los alumnos los necesitan y se alejan cuando su presencia los inhiben. Los profesores se implican en su tarea pedagógica puesto que va aparejada con la satisfacción por la decisión tomada, razón por la cual se descarta la tensión como su consecuencia. Con los colegas, hay mayores posibilidades de debatir sobre las innovaciones, estrategias y metodologías que se proponen para la mejora y eficacia de la escuela y para desarrollar un proyecto educativo acorde con las necesidades sociales. Implica la sensibilidad ante la problemática social y la responsabilidad de elegir tiempos y espacios de trabajo conjunto con los miembros de la comunidad escolar y social, estableciendo relaciones realmente significativas y trascendentes.<br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 3)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 4 de Agosto del 2007<br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br />Como lo señalé en la segunda reflexión, en esta oportunidad profundizaré en el disueño de la escuela como un </span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >lugar seguro</span><span style="font-size:100%;">, porque un principio básico del bienestar humano lo constituye la seguridad con que caminamos por senderos en los que sabemos que nada nos pasará independientemente de las circunstancias de la vida. La escuela debe ser ese sendero seguro donde los alumnos aprenden y saben que caminan junto a profesores mediadores que los acogen, respetan, enseñan y valoran. Por eso, como dice Fenstermacher (1997), la enseñanza es una tarea “invariablemente moral” que posee la cualidad de constituir mensajes sobre cómo interactuar con los demás y cómo tratar la forma de comportarse de las personas. Es decir, interactuar amorosamente y comportarse respetuosamente.<br /><br />En este punto me parece relevante destacar una diferencia moral implícita que nos hace reflexionar sobre la inseguridad que provoca la falta de confianza en quienes nos enseñan, ya que “aunque se pueda aprender algo sobre moralidad, uno no aprende moral o inmoralmente. Sin embargo, la enseñanza puede ser impartida moral o inmoralmente” (op.cit). Si la enseñanza se imparte inmoralmente, hay temor e inseguridad, razón por la cual generalmente los alumnos actúan con agresividad para ocultar el miedo y con falta de respeto porque no saben qué hacer ni a quien acudir. Se sienten solos, no confían en sus profesores, no encuentran un guía, un mediador.<br /><br />Enseñar significa precisamente guiar y mediar a los alumnos para que se sientan seguros y para tomar actitudes u orientaciones que no tenían antes o que no pensaban que podían existir, como disfrutar de la lectura, más que aprender a leer o enseñar a creer en algo en lo que antes no se creía o suscitar sentimientos duraderos y formativos, esperanzas y comprensiones, tanto por parte de los estudiantes como de los profesores (Cfr. Hansen, 2001).<br /><br />Cuando se cree en la pedagogía no se aceptan tácitamente las arbitrariedades culturales, tales como, las formas de transmisión que se adquieren tempranamente en la escuela. A saber: la obediencia, el pensamiento dependiente, la subordinación y los modelos de socialización que dan por hecho que los profesores enseñan y los alumnos aprenden, pero no se cuestiona la calidad de la interacción.<br /><br />Esto sucede porque la conexión entre el concepto de enseñanza y el de aprendizaje se encuentra estrechamente arraigada en nuestro lenguaje habitual, lo que induce a confundir relaciones ontológicamente dependientes con relaciones causales. En un lugar seguro el profesor se compromete para que el alumno aprenda, por lo tanto, se interesa si los alumnos están dispuestos o no a aprender y busca maneras de incentivarlos. El profesor se compromete más allá del contenido entregado, o sea, se pregunta qué hará el alumno después de haber cumplido el objetivo.<br /><br />Mientras más conscientes seamos de nuestras propias condiciones, posibilidades y limitaciones podremos caminar seguros(as) y será más fácil nuestra propia liberación, en el bien entendido de reconocernos como sujetos activos de nuestras propias prácticas y no como sujetos pasivos que reproducen modelos enajenantes.<br /><br />Un lugar seguro ofrece mayores oportunidades a profesores y alumnos para desarrollar su autonomía, sentimiento de competencia, pertenencia, valía e identidad. Del mismo modo que propicia el terreno para que fructifique la relación dialógica entre los componentes de la comunidad educativa.<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 4)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 18 de Agosto del 2007<br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br />En el texto anterior, escribí que la escuela que disueño es un lugar seguro. Ahora agrego que es un lugar habitable, en donde los tiempos y espacios son compartidos comprometidamente por los miembros de la comunidad pedagógica, razón por la cual la convivencia comunitaria se respira cotidianamente y se “enseña” y “aprende” con creatividad y encantamiento.<br /><br />En un lugar habitable se desea vivir, hay alegría, optimismo y deseos de compartir. En una escuela habitable, las emociones positivas retroalimentan la seguridad y el gusto por lo que se hace, se favorece la coparticipación en tareas comunes y la cogestión democrática de las tareas escolares.<br /><br />El trabajo docente llena de satisfacción a los(as) profesores(as) pues aman lo que hacen y se sienten libres para hacerlo. Querer lo que se hace no es de perogrullo, puesto que fortalece el compromiso y evita el desaliento fácil ante las situaciones adversas. Por lo tanto, los profesores y profesoras se sienten bien con lo que hacen y lo hacen bien, lo que enriquece la complejidad de la labor docente y significa un rasgo de su compromiso político.<br /><br />Un lugar habitable también transforma un ambiente pasivo aceptante en un ambiente activo modificante, proporciona una sólida base conceptual desde el inicio de la escolaridad y orienta hacia las fortalezas más que a las debilidades de los(as) alumnos(as).<br /><br />De la misma manera, hay mayor conexión con su vida cotidiana, lo que se transforma en el motor para cualquier otra acción educativa. En este contexto, el aula pasa a ser un sistema de aprendizaje multidireccional e intergeneracional en la cual se aprende de y con los otros, con ritmos distintos y estilos diferentes.<br /><br />Un ambiente habitable, activo modificante, se reconoce porque profesores y alumnos no se limitan a permanecer quietos ante las cosas que parecen estar bien. Indagan, son curiosos, hacen preguntas, quieren saber más acerca de las cosas y de lo que pueden hacer con ellas. El ambiente es heterogéneo y la intervención del profesor es intencional, significativa y trascendente. Hay conciencia de cambio por lo que las alternativas son optimistas.<br /><br />A los(as) profesores(as) les dan más ganas de conversar sobre lo que saben y acerca de las diferentes estrategias de enseñanza que usan, lo que les ayuda a mejorar y a influir en los demás. Conversan sobre aquello que los hace ser personas comprometidas, acerca de las metodologías que utilizan, los trabajos que hacen en el aula, etc. No solo cuentan sus experiencias sino que explican la ciencia que han elaborado a partir de ellas. El ser humano es visto como modificable y construido desde lo cultural. Por lo tanto, se respetan las diferencias, se desarrolla el sentimiento de autocompetencia y se fomenta la conducta compartida.<br /><br />Dice Migliavacca (1999) que los tiempos de aprender son largos y que el corazón se abre sólo donde encuentra un espacio respetuoso y cálido. Creo que esto se consigue en un lugar habitable.<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 5)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 29 de Septiembre del 2007<br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br />En esta oportunidad quiero regalar un minuto de lectura y una permanente reflexión pedagógica sobre parte del pensamiento de Rigoberta Menchú, quiché, Premio Nobel de la PaZ, que espero sea útil e incentive la revisión de nuestra intencionalidad, significado y trascendencia de nuestra práctica pedagógica. Dice:<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >“… cuando veo los ojos de mi hijo,<br />cuando veo los millones de personas excluidos<br />de las decisiones más sagradas de su futuro,</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >creo en la humanidad; </span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >creo en una educación integral, bilingüe y multicultural; </span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >creo en la viabilidad de un mundo intercultural y<br />creo en la construcción de una cultura de paz,<br />como el resultado del pleno respeto a la dignidad,<br />a los derechos individuales y colectivos<br />de las personas y de los pueblos. </span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >En suma, creo en la educación<br />como el camino para alcanzar<br />esa nueva cultura de paz acompañada de justicia social”</span><span style="font-size:100%;">.<br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br />En otras palabras, podríamos hablar de una pedagogía para la paz en la que se tome conciencia de nuestros actos cotidianos y elaborar una propuesta ética, como dice Menchú, </span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >“en contra de la intolerancia, la intransigencia, la prepotencia y la violencia”</span><span style="font-size:100%;">.<br /><br /></span><span style="font-size:100%;">Véase, MENCHÚ, Rigoberta (2002:69) Hacia una cultura de paz. En IMBERNON, Francisco (coord.) (2002) Cinco ciudadanías para una nueva educación, Barcelona, Graó.<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 6)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 29 de Septiembre del 2007</span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >“Es imposible enseñar sin la capacidad forjada, inventada, bien cuidada de amar”</span><span style="font-size:100%;">, Paulo Freire.<br /><br />Mi disueño anterior estubo inspirado en Rigoberta Menchú, quien nos invita a ser parte de la pedagogía para la paz. Este disueño es un homenaje al gran educador Paulo Freire, y un regalo de reflexión para todos(as) nosotros(as) educadores y educadoras quienes pretendemos enseñar.<br /><br />Paulo Freire nos enseña:<br /></span><ul style="font-style: italic;"><li><span style="font-size:100%;">“Es preciso y hasta urgente que la escuela se vaya transformando en un espacio acogedor y multiplicador de ciertos gustos democráticos como el de escuchar a los otros, ya no por puro favor sino por el deber de respetarlos, así como el de la tolerancia, el del acatamiento de las decisiones tomadas por la mayoría en el cual no debe faltar, sin embargo el derecho del divergente a expresar su contrariedad”.</span></li></ul><ul style="font-style: italic;"><li><span style="font-size:100%;">“Si el estudiar no fuese para nosotros casi siempre una carga, si leer no fuese una obligación amarga que hay que cumplir, si por el contrario, estudiar y leer fuesen fuente de alegría y placer, de la que surge también el conocimiento indispensable con el cual nos movemos mejor en el mundo, tendríamos índices que revelarían una mejor calidad en nuestra educación”.</span></li></ul><ul style="font-style: italic;"><li><span style="font-size:100%;">“El maestro debe enseñar. Es preciso que lo haga. Sólo que enseñar no es transmitir conocimiento. Para que el acto de enseñar se constituya como tal es preciso que el acto de aprender sea precedido del, o concomitante al, acto de aprehender el contenido o el objeto cognoscible, con el que el educando también se hace productor del conocimiento que le fue enseñado. Sólo en la medida en que el educando se convierta en sujeto cognoscente, le será posible transformarse en sujeto productor del significado o del conocimiento del objeto”.</span></li></ul><ul style="font-style: italic;"><li><span style="font-size:100%;">“Uno de los saberes indispensables para la lucha de las maestras y los maestros es el saber que deben forjar en ellos (los niños y niñas), y que debemos forjar en nosotros mismos, de la dignidad y la importancia de nuestra tarea. Sin esta convicción, entramos casi vencidos en la lucha por nuestro salario y contra la falta de respeto. Es evidente que reconocer la importancia de nuestra tarea no significa pensar que es la más importante de todas. Significa reconocer que es fundamental. Y algo más: indispensable para la vida social”.</span></li></ul><span style="font-size:100%;">Véase: FREIRE, Paulo (2002) [1993]. Cartas a quien pretende enseñar. México, siglo XXI.<br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" >La escuela que disueño (parte 7)</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:100%;">La Serena, 26 de Octubre del 2007</span></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style="font-size:100%;"><br />Anteriormente, en mis disueños V y VI quise compartir con ustedes una cita de Rigoberta Menchú y varias de Paulo Freire respectivamente, pues me pareció el momento ideal para reflexionar sobre los sueños de esos grandes pensadores, que bien podrían concretarse en las aulas si nuestros propios sueños y deseos fuesen tan genuinos que también lograran movilizar nuestras acciones.<br /><br />Por lo tanto, en esta oportunidad mi reflexión adquiere una mirada más política del sistema educativo, de tal manera que mi disueño parte por despertar al profesorado del letargo en que lo ha sumido el sistema escolar imperante durante tantas décadas, adormeciéndolo y convirtiéndolo en un repetidor y no en un sujeto activo de su propio desarrollo profesional y ciudadano.<br /><br />En mi disueño el profesorado no puede quedar excluido del proceso de creación política, razón por la cual debe “desempaquetar” lo que le llega “desde arriba” y ser parte activa y protagonista del proceso educativo. De esa manera, adquirirá la autonomía tan necesaria y el lenguaje propio que lo acerque cada vez más a los espacios de análisis y proposición profesional. Así, habrá mayor probabilidad de que su presencia en el espacio político lo conduzca a tener una mirada más profunda y compleja del proceso educativo, en detrimento de la “osificación de la actividad intelectual” (Martínez Bonafé,1998), en la cual el profesorado es un producto de la rigidez estructural de las condiciones que regulan su propia práctica de enseñanza, lo que redunda en el “desarme cognitivo de que ha sido objeto”.<br /><br />Por lo tanto, si en mi disueño de la escuela el acto cognitivo no queda reducido a la negación de una postura crítica, no se abona el terreno de la indolencia profesional. De esta manera, los profesores y profesoras son profesionales que piensan en las acciones pedagógicas por encima de los meros trámites administrativos, y viven y crean sus propios espacios de creación política, pues se sienten reconocidos como sujetos autónomos y actúan como tales. Dada esta posibilidad, el aporte substancial del profesorado es innegable, sobre todo porque no ha sido condicionado a actuar como mero repetidor de técnicas de comportamiento, por lo tanto, nunca engrosará la “fila de los mecanicistas” (Freire, 1990).<br /><br />¿Cómo deseo entonces a la escuela disoñada?. Evidentemente desde el supuesto que hay una conciencia crítica que guía las acciones del profesorado y no la profecía autocumplida de que no hay nada que hacer para modificar las prácticas educativas.<br /><br />Es determinante la postura desde la cual dirigimos la mirada, puesto que desde allí se construye lo que se entiende por la realidad social escolar. Evidentemente, no solo basta con las buenas intenciones (aunque son necesarias para iniciar y mantener el proceso educativo activo y presente), sino con los conocimientos actualizados, las conversaciones pedagógicas, los debates, y el constante perfeccionamiento del profesorado.<br /><br /></span>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-9233802145271592452007-05-29T18:59:00.001-04:002007-10-29T11:10:58.861-03:00López de Maturana, Desirèe - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center; font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 1, 2, 3 y 4)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">López de Maturana Luna, Desirée<br />dlopezdematurana@junji.cl<br />La Serena, 23 de Junio del 2007<br /></div><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold;">Credo Pedagógico<br /></div><br />Creo en una escuela que incluye, integra y articula.<br /><br />Creo en una escuela donde se construye comunidad.<br /><br />Creo en una escuela de puertas abiertas y de paredes permeables.<br /><br />Creo en una escuela donde las relaciones permiten la horizontalidad.<br /><br />Creo en una escuela cuyo motor es el afecto.<br /><br />Creo en una escuela que promueve la alegría.<br /><br />Creo en una escuela que descubre la esencia genuina del ser humano.<br /><br />Creo en una escuela que confía.<br /><br />Creo en una escuela que permite el error.<br /><br />Creo en una escuela que respeta el derecho a no saber.<br /><br />Creo en una escuela donde lo importante es también lo que importa a cada uno.<br /><br />Creo en una escuela donde el aprendizaje es natural e inevitable.<br /><br />Creo en una escuela donde lo subjetivo es respetable.<br /><br />Creo en una escuela donde el poder no es opresión sino perseverancia.<br /><br />Creo en una escuela donde se vive la experiencia, más que la incesante búsqueda de la verdad.<br /><br />Creo en los sueños, creo que esta escuela es posible.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 4 de Agosto del 2007<br /></div><br />A propósito de lo que creo … … …<br /><br />Cada vez que me pongo en situación de escribir sobre una realidad soñada, evoco la idea de Campbell cuando imagina que todo aquello que nos sucede y que vivimos es la trama de una historia, que forma parte del sueño del “El Gran Novelista”, donde todos somos personajes de una historia, pero que podríamos no saber que lo somos, no obstante, le vamos dando sentido a aquello, que nos parece una historia propia hasta convertirla definitivamente en eso. Siguiendo esta idea, el escenario soñado nos muestra la vida con toda la diversidad que estaría fluyendo dinámicamente, volviéndose buen sueño para algunos y un mal sueño para otros; no obstante, la trama es la misma, pero el espectro de aprehensión, significación e interpretación de aquello, es tan amplio e indefinible como el campo de las subjetividades.<br /><br />Por ello cada sueño que vamos contando será la fotografía mental de un momento en que tratamos de organizar un millón de ideas revueltas a las que se le trata de dar un orden medianamente inteligible, pero que no puede soslayar los estados de ánimo, la experiencia vivida y la que pensamos hubiese sido interesante vivir, así como el momento histórico y cultural en que nos hemos criado, etc.<br /><br />Hago esta reflexión porque la idea de escuela que conocemos, evidentemente tiene su origen en el sueño de uno o de algunos y que a propósito de lo que idearon, elaboraron libretos y guiones orientadores para esa escuela soñada, Froebel, Pestalozzi, Decroly, Montessori, entre tantos otros, que ni se asemejan a las interpretaciones posteriores que se reescribieron, plasmándose como pautas incuestionables, cuyo contexto se transformó en la pseudo- realidad que la hicimos propia, adjudicándonos la debilidad de no haber sabido responder a ese guión dado.<br /><br />Como he señalado, la fuerza de la experiencia tal vez impida la liberación total para soñar y disoñar una escuela que se aleje más o menos de lo que conozco y del sueño de otros, que ya he escuchado o leído. En este intento de liberación disueño fundamentalmente la escuela como un núcleo vivo donde la realidad se va construyendo y reconstruyendo por un impulso cuya fuerza axiológica, afectiva y relacional se orienta hacia el bienestar del ser humano que, sin caer en el hedonismo, le permita el gozo, el disfrute y la alegría o, como se lee en el lenguaje musical, el allegro, es decir la intensidad de la emoción. Una escuela que permita la emoción tendrá una fuerza insuperable, una energía motivadora, creativamente constructiva y contenedora; esta relación dialéctica entre la contención y la liberación será la pauta natural para las interrelaciones cuya horizontalidad vertical o verticalidad horizontal será funcional y equitativa.<br /><br />De aquí me surge la idea de la escuela democrática. En el contexto bosquejado entiendo a la democracia como una conquista permanente y no como concepto manido, que resulta arbitrario en la práctica. Entonces, por consecuencia natural, este espacio será para todo aquel que lo requiera, porque la limitación podrá ser material o de infraestructura, pero no estará puesta en las características sociales, económicas ni psico biológicas del alumno, de su familia, ni de sus profesores.<br /><br />Poniendo al ser humano como centro de la reflexión y decisión educativa y particularmente pedagógica, todo parece obvio, pero ese foco se pierde, por lo general en la vorágine administrativa que nosotros mismos creamos. Por ello sueño que la articulación, la integración e inclusión no sean sólo conceptos que se decodifiquen superficialmente, sino con la profundidad y el alcance social y afectivo que los connota, para trabajar en conjunto con distintos actores de la comunidad que nos ayuden a responder a las distintas tareas propias del sistema educativo, pero sin descuidar la labor central de educar.<br /><br />Para aclarar lo dicho, cito a Freire porque nos aterriza la utopía para volverla posible y nos señala que para provocar cambios reales debemos caminar con un pie en el sistema y el otro en los sueños. Sumar sinérgicamente personas, saberes y experiencias a las aulas, a los distintos espacios e instancias escolares. Fortalecer la relación y la participación relativiza la importancia de los edificios, porque las puertas se abren y los muros se transforman en límites virtuales para que aflore la confianza y desaparezca el miedo a la mala crítica, la inseguridad o el egoísmo.<br /><br />Efectivamente, mi sueño se ha centrado en la energía, en lo abstracto; no obstante, cada una de estas ideas son el motor que las hace visible en la praxis, cuando se desarrolla un proyecto educativo participativo, cuándo cada miembro de la comunidad educativa se siente importante, cuando afloran las ideas para mejorar nuestro estado interno y externo, cuando nos conmueve lo que le pasa a otro, cuándo pensamos levantar un edificio porque ya hemos fortalecido su alma.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)<br /><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold;"></span>La Serena, 18 de Agosto del 2007<br /><span style="font-weight: bold;"></span></div></div><br />Sigo soñando y disoñando una escuela desde lo que creo es posible …, por ello que reitero que creo en una escuela cuyo motor sea el afecto y la alegría, y que las herramientas fundamentales para desarrollar y generar procesos educativos significativos y potentes, sean aquellas que el arte pone al servicio de lo pedagógico y de la didáctica. Desde esta perspectiva el arte de educar se recupera y se manifiesta desplegándose naturalmente, como todo en la naturaleza, con sonidos de diversos matices y afinaciones, con todos los colores que sean posibles, porque la magia estará precisamente en eso, en la inclusión de lo diverso, que alcanza su máxima expresión estética a través de la armonía y la autorregulación.<br /><br />Me imagino esta escuela donde cada encuentro es nutritivo porque todas las personas encuentran el sentido de estar y ser en ese espacio cuyo tiempo histórico permite la presencia de ser únicos e individuales, como también la de ser un todo con los demás porque se ha fortalecido la identidad particular y grupal.<br /><br />Mi disueño casi siempre fluye hacia lo relacional y se me desdibuja o, más bien, relativiza, la estructura física y administrativa de la escuela porque no quiero sentirme entrampada por los constructos conceptuales y paradigmáticos que han hecho prisionera a la educación, restringiéndola a espacios cerrados llamados escuela, donde se ha atomizando su profundidad y su ilimitada extensión.<br /><br />Recuerdo que en una oportunidad estaba en la Universidad desarrollando una clase y en el contexto de la misma unos estudiantes hacían una crítica a su institución, considerando que no era Universidad, pero su crítica partía por hacerse ellos mismos responsables de eso, porque con mucha convicción planteaban que la Universidad la hacían las personas y que no debían esperar pasivamente que otros solamente lo hiciesen.<br /><br />Este compromiso de ser un participante activo en cada momento y espacio que la vida nos regala, es lo que nos permite generar cambos y transformaciones, por ello disueño esa escuela como concepto amplio donde la expresión de las personas encuentre su cauce para que sume y construya …; así vuelvo nuevamente a la imagen del edificio que se levanta solidamente como un disueño colectivo donde sus normas y reglamentos también surgirán desde lo interno.<br /><br />María Montessori dice: “Cuándo miramos ¿qué vemos? Vemos todo lo que hay en el ambiente; del mismo modo que cuando empezamos a oir, oimos todos los sonidos que se producen en el ambiente. Podremos decir que el campo de aprehensión es muy amplio, casi universal y ésta es la vía de la naturaleza. No se absorbe sonido por sonido, rumor por rumor, objeto por objeto; empezamos absorbiendo todo …, una totalidad. Las distinciones entre objeto y objeto, entre sonido y rumor, entre sonido y sonido, vienen luego como evolución de esta primera absorción global.<br /><br />Sueño con que los profesores evolucionemos para llegar a ser sensibles a las sutilezas y lleguemos a distinguir lo particular en lo global, la diferencia en la igualdad y la igualdad en la diferencia, para orientar nuestra acción a la equidad a la inclusión social y a la creatividad.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><span style="font-weight: bold;"><br /></span><div style="text-align: right;">La Serena, 27 de Octubre del 2007<br /></div><br />Creo en una escuela que descubre la esencia genuina del ser humano.<br /><br />Un aspecto fundamental en que hoy ponen énfasis las políticas en el área de Educación es la conformación de “comunidades” al interior de los establecimientos educacionales. Así, poco a poco, hemos ido tratando de construir realidades más inclusivas a través de conceptos cuya connotación nos impulsa a trabajar en red, a convocarnos para esta tarea transversal y cotidiana como es la de educar. Con frecuencia y sin buscar demasiado nos encontramos, más bien en la teoría, desde el nivel parvulario con “Comunidades educativas” que involucra a todos los actores principales de la vida escolar:<br /><br /><ul><li>“Comunidades de Aprendizaje” para definir el propósito de la comunidad educativa, que es reflexionar sobre las prácticas educativas, pedagógicas, metodológicas y didácticas:</li><li>“Comunidades de aula”, cuya reflexión colectiva de la praxis es permanente y le otorga un carácter dinámico y más pertinente al hacer diario;</li><li>“Círculos de extensión de aprendizaje”, donde se involucra a la comunidad que circunda al establecimiento ampliando el contexto social donde se desarrolla la actividad “escolar”; </li><li>además, de los ya muy nombrados, no se si conocidos, “Centros de Padres y Centros de alumnos”. </li></ul>Lo más probable es que no me haya referido a otras tantas definiciones, que intentan dar solución a los problemas de convivencia, a través de la participación ciudadana, democrática, que se desprende de la declaración de los derechos fundamentales de todo ser humano. Pero no importa dicha omisión, porque para la intención que tengo de contextualizar mi disueño, basta con esas, porque si una de estas comunidades lograra convertirse en algo más que lo discursivo, la sinergia sería tan potente que tal vez bastaría con la definición inicial de “Comunidad Educativa”.<br /><br />Lo fundamental es aprender a vivir y a convivir. Se aprende viviendo y conviviendo, más allá de las normas y los decretos, que evidentemente han surgido de la propia necesidad social de convivir mejor, sin haber logrado necesariamente aún, en forma óptima ese propósito.<br /><br />Entonces, la escuela como una instancia en la que participamos por largos años de nuestra vida, viviendo y conviviendo en su interior, debería centrar su quehacer en esto. Parece extraño decir que la escuela enseñe a vivir, no como eje transversal casi invisible en el currículo, sino como eje central de su quehacer.<br /><br />Como primera impresión y a la luz de lo dicho, pareciera que se me desdibuja la Escuela como instancia educativa y formadora para vivir y convivir. Si vivir es una función espontánea, con un dinamismo biológico que no para hasta la muerte: ¿para qué la escuela?. Si, además, desde antes de nacer ya pertenecemos a un núcleo social que vive y convive y eso basta como referente para desarrollar nuestro propio proceso de vida y convivencia. Si bien la dimensión social de los seres humanos es tan relevante en su historicidad, lo son también su inteligencia, su intuición, su emocionalidad, su espiritualidad, todo aquello que en palabras de Bateson forma parte de la epistemología de lo sagrado, que nos permite transitar mejor por la vida, con más habilidad para desnudar verdades que no son más que artificios del pensamiento de determinados seres humanos en determinados tiempos y lugares.<br /><br />Esto es lo central en mi disueño, construir una escuela que descubra y fortalezca la esencia genuina del ser humano, para que cada uno vaya haciendo su vida individual en y con la de otros, de la mejor manera. Erradicando los mensajes deterministas, que presentan la vida como un fenómeno de utilidad y adaptación. Si bien, esta es una dimensión que existe, ocupará un lugar secundario en nuestra existencia, porque en esta idea de escuela, lo prioritario será vivir la vida como libre expansión de energías constructiva y dinámica que nos permitirá generar, aprovechar y combinar los ingredientes necesarios para hacerla placentera y creadora.<br /><br />La célebre y famosa frase de Ortega “yo soy yo y mi circunstancias”, me hace enorme sentido en este contexto, puesto que otorga al capital comunitario, un rol gravitante en el desarrollo de una personalidad inteligente. La escuela, al igual que la familia, debería ser una comunidad de aprendizaje por excelencia; entonces, tendrá que fortalecer la autonomía personal de cada sujeto, vinculada a una comunidad de la que es miembro, dándole poder y posibilidades de actuación, para que fluya desde su propia historicidad. Esto que parece tan obvio, queda en lo más subterráneo de los currículos escolares.<br /><br />Desde esta óptica los contenidos escolares serán tomados por el propio individuo, como una contribución efectiva para diseñar su propio proyecto de vida, ampliar sus posibilidades, su campo de acción, fortalecerse y sentirse libre. Este será el recurso básico para romper con el determinismo biológico, social y económico, que le permitirá ser mejor persona a partir de la acción comunitaria, para luego volver a aportar a esa comunidad, en un sistema circular virtuoso.<br /><br />“Es difícil decidir si el pájaro mueve las alas o las alas mueven al pájaro” , pero la circularidad sistémica nos simplifica tal disyuntiva.<br /><br />Para finalizar citaré un ejemplo que comenta José Antonio Marina <br /><br />“El nacimiento es como una partida de Póquer. En ambos casos nos reparten unas cartas que no podemos elegir, y que pueden ser mejores o peores. Afortunadamente ni el juego ni la vida terminan ahí. No siempre gana el jugador que ha sido más afortunado en el reparto. Suele ganar el que juega mejor”.<br /><br />La idea es intentar que cada cual juegue de la mejor manera sus cartas, ese es el desafío de mi escuela disoñada.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-26296561118674425472007-05-29T18:58:00.000-04:002007-10-24T19:13:57.817-03:00Lanas, Franca - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disoñamos (parte 1, 2 y 3)</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Franca Lanas Mellado<br />fralanas@gmail.com<br />La Serena, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />¿Disoñar la escuela? Que invitación más seductora, es como mezclar Primavera y chocolate. ¿Existe algo mejor?. No hay nada mejor que una tarde fresca de chocolate caliente.<br /><br />¿Cómo disueño la escuela ?. Más que disoñarlo, lo siento, lo siento en cada uno de los “educadores” que lo componen, en su disposición a modificar lo modificable y no rendirse a la resistencia de los que no quieren modificarse: lo veo en la creatividad desplegada frente a la carencia de recursos, lo veo en la superación frente a las críticas, lo veo en la fuerza de la cohesión “apiñada” y lo veo en la entrega diaria, entrega que une y permite latir al unísono un mismo sentimiento: todo por los niños.<br /><br />Mi sueño es una mezcla de nuevo y antiguo; la presencia clara de la intencionalidad que busca lograr que nuestros alumnos y alumnas aprendan sin caer en lo academicista, sino en una mezcla tentadora entre el enseñar a aprender y el enseñar a vivir, con tiempos y espacios determinados según las necesidades de todos los integrantes, libres de imposiciones que limitan y fuerzan a enjaular las motivaciones en noventa minutos obligatorios que lejos de encantar, a veces, aburren a morir.<br /><br />Mi sueño es desde la emotividad que me provoca ver a un “síndrome de Asperger” comunicándose afectuosamente con los “educadores” del colegio; ver a una retardada mental preguntando ¿tía, hacer es con la mudita?, ver los logros de un “bipolar” al controlar la rabia y la angustia metida con dolor en su alma y diciéndose a si mismo ”Diosito no me voy a enojar“.<br /><br />Mi sueño no tiene nada que ver con el colegio naufrago que lucha por subsistir a una tempestad de puntajes, de mediciones y de contenidos que lo alejan cada vez más de la orilla salvadora y que quiere retener porque ama sin embargo suelta porque teme.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 17 de Agosto del 2007<br /></div><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Dame alguien para amar<br /></span><br /><span style="font-style: italic;">“Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida; </span><br /><span style="font-style: italic;">cuando tenga sed, dame alguien que precise agua; </span><br /><span style="font-style: italic;">cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor. </span><br /><span style="font-style: italic;">Cuando sufra, dame alguien que necesite consuelo;</span><br /><span style="font-style: italic;">cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz de otro; </span><br /><span style="font-style: italic;">cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado”</span><br /><br /><div style="text-align: right;"><span style="font-style: italic;">Teresa de Calcuta</span><br /></div></div><br />Quise comenzar mi segundo disueño con unas palabras de Sor Teresa de Calcuta, ya que en ella veo la entrega diaria, entrega que unifica, valida y acepta y que, de alguna forma, se asemeja al referente de la escuela que disueño.<br /><br />En este encuentro de sueños, disueños y sentimientos emergen los(as) educadores(as), modelos y referentes que una escuela como la que disueño necesariamente tiene que tener: vocación y amor en la entrega diaria, creativo(a), respetuoso(a) de la opinión del otro.<br /><br />Profesores y profesoras que continuamente favorezcan en los alumnos y alumnas la necesidad de sentirse autocompetentes, que reconozcan la necesidad que tienen los contenidos significativos tanto en los aspectos emocionales y sociales.<br /><br />Profesores y profesoras que sean hábiles para generar en los alumnos y alumnas la capacidad de empatía que permita despertar en ellos el respeto por la diversidad y el sentimiento de igualdad, así como que les permita mirarse de forma horizontal y a los ojos.<br /><br />Profesores y profesoras que sean capaces de despertar en el otro la necesidad del otro, derribando barreras y distancias y que favorezcan la aceptación en la comunicación diaria.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 17 de Agosto del 2007<br /><br /></div>En mi segundo disueño tuve un encuentro increíble de emociones con unas palabras de Sor Teresa de Calcuta. Al leer sus escritos y tratar de amalgamar con mis propios disueños en relación al modelo de educadores(as) que desearía tuviese mi escuela soñada, siento que los referentes a los que aspiran los alumnos y alumnas de los tiempos actuales son profesionales comprometidos con sus procesos, contenedores de emociones, de actitudes y de conductas, capaces de salirse de sus propios prejuicios (que muchas veces distancian) y ver en ellos niños, niñas y adolescentes cuestionadores, que exigen explicaciones por nuestras conductas buscando coherencia entre el decir y el hacer, capaces de ver en ellos una conducta propia de la edad y no la confundan con acciones disrruptivas, en busca de explicaciones clínicas que más que ayudar etiquetan al punto de perder su libertad, y ésta, es entregada a un regulador capaz de inhibir hasta los afectos.<br /><br />El educador(a) de mi escuela disoñada debe estar preparado y ser un conocedor del desarrollo evolutivo de los alumnos y alumnas, que logra comprender los cambios que sufren los adolescentes, que empatiza con sus emociones, que entiende sus estados de animo, que es un “cómplice” que guia, acepta y establece acuerdos conductuales socializados y en comunión, que permite y favorece compromisos personales y de confianza (la que está algo perdida), que puede establecer una relación horizontal y cómoda, convirtiéndose en un referente consistente, afectuoso, respetuoso y, como dice el gran Maturana, capaz de aceptar al otro como legitimo otro.<br /><br />Creo en los sueños, creo en la aceptación del otro, creo en validar la diversidad y, por sobre todo, creo que mi escuela disoñada no es un sueño, sino una latente realidad.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-86269256915317837252007-05-29T18:57:00.000-04:002007-10-29T10:28:33.564-03:00Gómez Muñoz, Silvia - La escuela que disoñamos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUXTF86DNI/AAAAAAAAAtE/5nd4I1Qstao/s1600-h/DSC00347.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUXTF86DNI/AAAAAAAAAtE/5nd4I1Qstao/s320/DSC00347.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126529367613770962" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño<br />(parte 1, 2 y 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Silvia Gómez Muñoz<br />maz142857@yahoo.com<br />Monte Patria, 23 de Junio del 2007<br /></div><br /><br />Observo a mis alumnos interesados en realizar el tema propuesto. Me pregunto: ¿cuál es el motivo que les impulsa a realizarlo?<br /><br />Sentados en los bancos de la plaza de Monte Patria, alegres y parlachines, uno de ellos me entrega una respuesta que da luces a mi interrogante.<br /><br />"Señorita, ¡es tán grande el pizarrón de esta sala!!!!!! "<br /><br />Concluyo, entonces, que estos espacios de libertad, dan fuerza e impulsos a sus motivaciones, da libertades que le permiten ensamblar armonías de colores y de líneas sobre el papel de dibujo que el alumno maneja.<br /><br />Recuerdo mi tarea de disoñar una escuela.<br /><br />Quiero una escuela donde el Arte sea la gran razón del hacer diario de mis alumnos, donde el cerro cercano se convierta en telón de cine, donde las líneas de los perfiles del edificio escolar permitan conocer la perspectiva, donde la plaza del Pueblo sea un gran taller de esculturas, las transparentes aguas del río sean el taller de pintura y donde pájaros y mariposas den rienda suelta a la libertad de crear sus sueños y sus eperanzas para el mañana.<br /><br />Estoy hablando de una escuela que empieza en la sala de clases, pero no tiene límites fuera de ella. Esta sala es todo el entorno. Esta sala va más allá de los diarios paisajes de la niñez de mis alumnos.<br /><br />Esta escuela debe crecer en su entregar aprendizajes recorriendo regiones, cubriendo ai país. Debe darse en todas las latitudes y longitudes de Chile y, porque no decir, del mundo.<br /><br />¿Cómo se realiza una escuela así?<br /><br />Debemos recorrer, entonces, las características de nuestro Patria, familias, ancestros, economías, etc. Juzgar sobre lo fundamental y lo innecesario para definir luego un sueño de escuela para los niños, que les permita decir al conocer: ¡Qué grande el pizarrón de esta sala!<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Monte Patria, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />El amplio pizarrón que maravilla los ojos y la imaginación de mis alumnos, es también una pizarra que debemos mirar los profesores para entender que ahí donde está lo que encanta al estudiante debemos buscar la fuente de nuestra relación con los aprendizajes de ellos.<br /><br />La escuela que disueño, aún la veo centrada en el arte, pero este amplio pizarrón de que les hablo está hoy aquí entre nosotros, desplegado y abierto para que en la gran libertad que nos hemos dado poder imaginar los diversos caminos que nos llevarán a un final que espero cristalice en esplendentes realidades.<br /><br />Sueño que en el diario hacer de esta escuela, se invita al gran pizarrón de los aprendizajes a todos los actores que la imaginación de un niño puede crear, sumando, además, a profesores, familias y muchos otros. Todos aportando sueños y creaciones que den a los estudiantes oportunidades para crecer.<br /><br />También creo que esta escuela debe maravillarnos a nosotros, porque en ella pondremos los mejores colores, las mejores expresiones en palabras y gestos, el más adecuado motivo de estudio. Entonces esa escuela llenará las salas de sonrisas y trabajo, llenará los patios y pasillos de niños que viven felices en un lugar que les invita a ser libres, como sus sueños, a volar como sus dragones, a vestirse con ropajes de personajes increíbles y muy, en especial, a dar respuesta a los maestros, que son los grandes actores en el más importante momento de su vida.<br /><br />Una escuela de libertades, para ser felices ...., ¡esa es la escuela que sueño!.<br /><br />Invitemos, entonces, a pájaros, mariposas y flores para que a diario se sienten junto a nosotros, los profesores y soñemos que serán ellos los que nos aporten cantos, vuelos, colores, música y perfumes que harán que esta escuela sea la mejor razón del diario vivir de nuestros alumnos.<br /><br /><div style="text-align: center;">Verdad<br />Que es hermoso tener<br />Una esquela cualquiera<br />Donde vaciar el alma<br />Con libertad entera<br />Como ave que vuela<br />Ignorados paisajes<br />Y desconocidas fronteras.<br /><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;"><br />La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Colegio República de Chile<br />Monte Patria, 27 de Octubre del 2007</div></div><br /><div style="text-align: left;">Sigo empecinada en sacar del Gran pizarrón de mis paisajes de colores, las innovaciones que faciliten y hagan realidad los aprendizajes en el diario trabajo escolar.<br /><br /></div><div style="text-align: left;">En una esquina de este gran pizarrón observo el vuelo alborotado de dos mariposas que discuten, una por ganar espacio para observar la nueva representación que un grupo de elementos de geometría están por iniciar. Y, por otro lado, la verde mariposa insiste en que deben asistir a un análisis de los ejes fundamentales de su trabajo en Lenguaje y Comunicación.<br /><br />La discusión cesa cuando un triángulo isósceles espigado ocupa un espacio en mi gran pizarrón. Estoy iniciando un desarrollo de los sueños de clases que, aunque cuando no son de mi competencia, puedo disoñar en mi soñada escuela. La Matemática viste de colores, se entreveran números, formas y espacios en una policromía que desgrana verdades y seguramente postulados que los alumnos recordarán cuando la sala de clases sea para tomar temas inherentes a esta ciencia. (¡Espero que Manuel [Zuleta] no se asombre de esta audacia!).<br /><br />Intento decir que no sólo Matemática sea cine, música, baile o dramatizaciones, también los otros espacios que la culturización dei hombre necesita enseñar a las generaciones jóvenes, para sostener y mejorar la vida adulta de todos.<br /><br />Necesito trabajar en esta veta pedagógica para potenciar el enfoque artístico del curriculum, buscando en el gran espacio donde se hace educación, profesores que planteen creadoras innovaciones para el logro de aprendizajes y haciendo sintonía con las increíbles capacidades creativas de los estudiantes.<br /><br />El alumno que vio soldar un riel en ia calle, decía:<br /><div style="text-align: center;"><br />"¡Vengan a ver que lindo!<br /></div><div style="text-align: center;">¡En medio de la calle ha caido una estreila!<br />Y un hombre enmascarado,<br />por ver que tiene adentro, se está quemando en ella.</div></div></div>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-7685422284333222862007-05-29T18:55:00.000-04:002007-11-22T11:49:54.402-03:00Gómez Gómez, Viviana - La escuela que disoñamos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/R0WWozYnRmI/AAAAAAAAA1M/1BghYhv56g0/s1600-h/001_1.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/R0WWozYnRmI/AAAAAAAAA1M/1BghYhv56g0/s320/001_1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5135676577818297954" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">(parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Viviana Gómez Gómez<br />lourvi45@hotmail.com<br />Ovalle, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />Cuando me preguntan que escuela disueño, mi imaginación me lleva a un lugar dónde los niños y niñas puedan sentir el calor humano, la solidaridad de sus profesores a mano, un lugar dónde siempre se pregunten de dónde venimos y que las respuestas sean tomadas en cuenta. Sueño una escuela dónde todos crezcamos juntos, dónde aprendamos a vivir la vida, a hacernos fuertes y más inteligentes, un lugar de todos.<br /><br />Cuando pienso en esa escuela, la veo muchas veces lejos; quisiera soñar o disoñar y hacer cada día de mi lugar de trabajo ese espacio, que al llegar a el nos sintamos acogidos, queridos, dónde la comunicación exista y seamos una familia en que cada uno es importante y que dependemos de todos para trazar futuros insospechados, esa escuela es la que disueño.<br /><br />Me pregunto a que debo este disueño: será por ese dolor que me conmovió cuando niña, al escuchar a mi profesora gritar y maltratar psicológicamente a mis compañeras que no podían hablar mucho o que eran tímidas. Ese dolor me impactó y desde ello me he redescubierto como una persona que ama el respeto por el otro, la tolerancia, las formas de hablar y de escuchar, o sea, lenguaje y comunicación que se funden en nuestras prácticas habitualmente sin darnos cuenta. Que tenemos el poder de hacer nacer esperanzas y también de hundir proyectos.<br /><br />Desde esta perspectiva es que disueño esa escuela llena de vida y amor, ese dar que no cuesta nada, una sonrisa un “me encanta lo que haces”, “me gusta que te esfuerces”, “eres capaz de esto y más”, etc. Palabras que hacen bien y que permiten realizar nuevas formas de vivir esta vida. Tenemos una sola vida y necesitamos hacerla lo mejor posible para todos aquellos que llegan a nuestro lado.<br /><br />Disueño, eso: una escuela que me permita aprender del otro, de mi colega, de mi estudiante, del padre y de la madre; una escuela en la que merecemos tener una oportunidad para reobtener un aprendizaje inspirado en la acción humana para dejar de lado ese posible fracaso que nace solo del hecho de no creer en el otro; una escuela para permitimos creer en nuestras capacidades y llevar adelante este gran proyecto que es nuestra vida.<br /><br />Entonces que más decir, disoñar es imaginar un mundo nuevo, un mundo que nos permita estar con todos y aprender de la vida a través de cada individuo que se encuentra cerca de nosotros. Armar un mundo, como el del Principito en que nos enseña desde su gran edad, su genio y sabiduría. Aprender a vivir para ser mejores, o sea, que disueño un lugar muy cerca, un lugar que tenemos profundamente, un lugar dónde ingrese primero que nada nuestros corazones, que se sienta su latir y que está vivo. Una escuela desde el corazón.<br /><br />Con mucho cariño para todos mis amigos. Desde el corazón.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, 3 de Agosto del 2007<br /><br /></div>Este maravilloso camino hacia <span style="font-weight: bold;">la búsqueda</span> de los vestigios que me llevan a recordar esa escuela que forma parte <span style="font-weight: bold;">de mi interior</span>, esa escuela que espero proyectar, esa escuela que pensé cuando me inicie en este camino, donde he aprendido a entregar. Todos estos términos que nos hablan de la fortuna que tenemos cuando se nos acercan esas grandes personas <span style="font-weight: bold;">nuestros estudiantes</span>, muchas veces comenzamos a existir a partir de ellos, siempre he tenido ese pensamiento: que existimos como docentes a partir de la entrega.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Desde el corazón</span>, día a día con gran responsabilidad, asumo parte de los proyectos de mis estudiantes . El día que por primera vez asumí lo aprendido en teoría que poner en práctica fue una gran experiencia, aprendí junto a ellos lo que no sabía: saber escuchar, saber comunicar, ser solidaria, tolerante, paciente y muchos más <span style="font-weight: bold;">valores</span> que se han ido forjando junto a mis estudiantes.<br /><br />Cuando nos encontramos, nos abrazamos y recordamos aquellas <span style="font-weight: bold;">sanciones</span> que pretendían <span style="font-weight: bold;">modificar</span> o construir la responsabilidad y la disciplina al <span style="font-weight: bold;">trabajo</span>. Doy gracias por haber elegido esta carrera. En este, mi <span style="font-weight: bold;">proyecto de vida</span>, cada acción tiene un <span style="font-weight: bold;">sentido</span>. El cansancio vale la pena; esforzarte es muy necesario, pero lo es también la emoción, la <span style="font-weight: bold;">ética</span>, la <span style="font-weight: bold;">responsabilidad</span>. Este es para mi el gran valor, la responsabilidad es nuestro valor agregado a nuestra labor.<br /><br />La ética sirve para dar cuenta de tu forma de ser, esto dependen de ti. Jamás un mal trato, una descalificación. Debes estar preparado para enseñar, para educar, para hablar de la vida, ayudar, apoyar, motivar, agradecer, disculpar, etc. Son tantas las cosas en que debemos de pensar antes de pararnos frente a nuestros estudiantes. Por ello, la escuela que disueño es aquella en que sus docentes sean responsables consigo mismo y con sus estudiantes.<br /><br />Podemos lograr que ellos y nosotros , encontremos la <span style="font-weight: bold;">felicidad</span> ..<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, 3 de Agosto del 2007<br /><br /></div>La búsqueda a veces es incesante, no me canso de aprender. Pero a la vez, esa indagación me permite buscar la verdad, <span style="font-weight: bold;">los principios y vivirlos</span>. Vivenciar los principios es, sin lugar a duda, ser creíbles frente a los estudiantes. <span style="font-weight: bold;">Nuestro perfil lo logramos</span> construyendo a través de las acciones; esto es importante para la clase y escuela.<br /><br />La escuela que disueño es aquella donde, a partir de los docentes, se vivencian los principios y las <span style="font-weight: bold;">actitudes</span>. El reflejo se verá en los estudiantes y el reflejo de todos es el clima y cultura de esa escuela disoñada. A veces nos encontramos con grupos humanos en que las relaciones personales permanecen quebradas y se hace difícil lograr entusiasmar y encantar los proyecto: Seguramente los logros se hacen menos evidentes.<br /><br />Esto influye en nuestro entorno, en nuestros estudiantes y docentes. Debemos atender, cuidar y mejorar las emociones personales. Las actitudes forman parte importante del currículum, no basta con entregar cantidad de contenidos si dejamos de lado lo cualitativo de toda enseñanza: aquello que permanecerá por más tiempo, las <span style="font-weight: bold;">emociones</span>.<br /><br />El cerebro trabaja a través de las emociones. Gracias a él logra aprender a establecer relaciones, se abre al aprendizaje, al sentir y al <span style="font-weight: bold;">querer aprender</span>. El querer aprender depende del estudiante y del docente. Debemos de establecer nuestras actitudes para lograr el encantamiento, disipar el miedo a lo desconocido. O sea, la <span style="font-weight: bold;">voluntad</span> del estudiante nace en parte desde el docente.<br /><br />En el <span style="font-weight: bold;">trabajo</span> hay que poner tesón, ganas, energía. Tener ilusión por aprender ayuda a aprender mejor. El estudiante mejora su responsabilidad y su prestigio personal cuando es capaz de trabajar solo, sin que haya que estar “encima de él”. La presencia del educador, creador de <span style="font-weight: bold;">situaciones agradables</span>, gratificantes, tranquilas, serenas, comprensivas, acogedoras, exigentes, transmite ilusión por el esfuerzo.<br /><br />Entonces, los alumnos deben practicar los puntos esenciales de <span style="font-weight: bold;">orden</span> en su actividad escolar: tener un horario; plan de trabajo escrito; empleo de las técnicas de estudio; correcta presentación de exámenes y trabajos; significa emplear estrategias de <span style="font-weight: bold;">orden, constancia, metas personales y tareas-deberes</span>, para lograr un crecimiento en la voluntad de los alumnos.<br /><br />La escuela que disueño es aquella dónde existe un compromiso con el estudiante frente a su desarrollo personal, social y cognitivo.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño ( parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, 14 de Agosto del 2007<br /></div><br /><br />Continuando con parte del tema anterior, la voluntad, puedo decir que las personas ilusionadas en hacer algo valioso para los demás, nos dejaron un buen ejemplo de voluntad. Algunos ejemplos son Colón, el doctor Fleming, Cervantes …..<br /><br />Hay que concienciar a los alumnos de que el mundo está necesitado de hombres y mujeres que trabajen con perfección, que hagan su trabajo como lo deben hacer, porque esa realización es una gran fuerza transformadora de la sociedad.<br /><br />La escuela que disueño, tiene mucho de ello. Entonces, ¿cuál es el remedio contra la pereza? “El gran dilema estriba en la siguiente pregunta: ¿Cómo fomentar la voluntad cuando siendo la meta buena, positiva, la vemos al principio como algo bastante costoso y difícil?. Sabiendo hacer atractiva la exigencia y mirando siempre fijamente al horizonte de las ilusiones del porvenir. ¿Cómo? Utilizando la inteligencia, sublimando los esfuerzos …, sólo quien sabe esperar es capaz de utilizar la voluntad sin recoger frutos inmediatos” (E. Rojas. 1994).<br /><br />Hay que realizar un esfuerzo para crear ilusión en el alumno. Ilusión por algo para empezar y a continuación proporcionar el refuerzo intermitente: hay que lograr que el perezoso haga algo bien, que se le pueda premiar. Ese premio es de una importante significación para el logro del siguiente aprendizaje.<br /><br />Si hay ilusión, hay motor, hay fuerzas, se puede poner algo en movimiento.<br /><br />Leyendo la biografía del psicólogo israelí Reuven Feuerstein pude conocer parte de su vida, en ella me causó asombro lo siguiente:<br /><br />“En Bucarest, Feuerstein asistió a la Escuela para Profesores (Teachers Collage; 1940-1941) y a la Universidad de UNESCO (1942-1944), pero tuvo que huir para salvar su vida, antes de obtener su grado en psicología. A partir de 1944-1945 dirigió el Seminario de Entrenamiento del Profesor en Jerusalén. Continuó su educación en 1949 en Suiza. Entre 1950-1955 asistió a la Universidad de Ginebra donde, bajo la dirección de Andrey Rey y Jean Piaget, obtuvo el posgrado en psicología general y clínica (1952) y su licencia en psicología (1954). En 1970 Feuerstein concluyó su doctorado en Psicología del Desarrollo en la Sorbona. Sus campos de estudio más importantes son la psicología del desarrollo, la clínica y la cognoscitiva, desde una perspectiva transcultural”.<br /><br />Lo que puedo comprender es que su trabajo fue intenso, que su trabajo fue constante desde 1940, si pueden observar que cada dos o tres años, estudia y va obteniendo sus grados. Si puedes sacar conclusión, puedo decir que para ser un talento como él se necesita voluntad, fuerza, entusiasmo, nada de pereza y los años de estudio como docente sólo fue un año.<br /><br />Entonces la escuela que disueño es aquella dónde los docentes tengan la voluntad para enseñar y aprender, que tengan la fuerza para iniciar proyectos y llevar a cabo con entusiasmo. La escuela que disueño es aquella en que los docentes tiene vocación de servicio. Del mismo modo que Colón, Fleming, Cervantes y, como no decir de nuestro gran profesor mediador, Reuven Feuerstein, quién nos da indicios de que todo se puede.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;"> La escuela que disueño (parte 5)</span><br /><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, 4 de Septiembre del 2007<br /></div></div><br />La escuela que disueño es aquella en que cada docente construye su perfil. Nuestro <span style="font-weight: bold;">perfil</span> lo logramos a través de las acciones. Esto es importante para la clase y la escuela. Cuando hablo de esto me refiero a las competencias que debo desarrollar en forma interna. Además de lo que debo saber es importante el <span style="font-weight: bold;">saber ser</span>.<br /><br />Muchos pueden pensar que el perfil que se desea alcanzar es una utopía; sin embargo, creo que teniendo una visión de lo que se <span style="font-weight: bold;">desea ser</span> podremos establecer ese perfil, que tanto beneficio aportará a nuestros estudiantes. Nosotros nos dimensionamos como profesores gracias a nuestra propia construcción y la de nuestros alumnos.<br /><br />Creo que el perfil adecuado es el que <span style="font-weight: bold;">nace</span> desde nuestra reflexión. Cada uno sabe lo que el otro necesita. Por esto es importante que el profesor escuche con atención y cariño incondicional a sus alumnos, que le cuentan sus problemas.<br /><br />En la escuela que disueño ningún docente deja de <span style="font-weight: bold;">estimar</span> a sus estudiantes por que se han equivocado o han tenido un mal día o han bajado sus notas; por contrario, se muestran tolerantes y permanecen atentos a sus necesidades, enseñándoles sin castigar el error.<br /><br />Asumiendo los errores, se aprende. Así, ponemos a prueba nuestra capacidad de enseñar lo bueno y lo malo que cada uno tiene. Esto nos ayuda a aceptar y propiciar el <span style="font-weight: bold;">cambio</span>. Gracias a ello, podremos superar las dificultades que nos impiden pasar de la mera existencia parcial a la <span style="font-weight: bold;">existencia total</span>.<br /><br />La escuela que disueño es aquella en que existimos en forma real, entregando amor real,<br />comunicándonos con vidas reales, no solo con la finalidad de servir si no de existir en forma <span style="font-weight: bold;">real</span>.<br /><br />Las palabras de Gabriela Mistral explican bellamente lo anterior:<br /><div style="text-align: center;"> <br /><span style="font-weight: bold;">“El Placer de Servir“</span><br /><br />Toda la naturaleza es un anhelo de servir<br />Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco;<br />Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú,<br />Donde hay un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;"> La escuela que disueño (parte 6)</span><br /><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, 26 de Octubre del 2007<br /></div><br /><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: bold;">“El Placer de Servir“ </span><br /> <br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> es aquella en que las personas pueden confiar unas en otras y que existe una cultura de <span style="font-weight: bold;">vida solidaria</span>, respetuosa por cada actor de esta escuela.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> es aquella en que me siento segura, dónde puedo mirar al otro <span style="font-weight: bold;">sin miedo</span> y dónde sólo existe lo blanco o negro, <span style="font-weight: bold;">nada gris</span>, nada mal intencionado. Esa escuela nos permite abordar temas de ética y valor moral con alturas de mira.<br /><br />En <span style="font-weight: bold;">la escuela que disueño</span> el servicio es una práctica común y nunca miramos que hace el otro, siempre acompañamos el desarrollo de cada uno de los participantes. <span style="font-weight: bold;">Conocemos el rol de cada uno, pero no interferimos en el rol del otro</span>.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> me permite <span style="font-weight: bold;">creer en el otro</span> y puedo servir con grandeza humana y sin temor. Esta escuela siempre me <span style="font-weight: bold;">permite crecer, actualizarme, aprender</span>, sin temor a que el otro piense que lo hacemos por individualismo y no por compromiso.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> tiene normas de convivencia, que van desde la comprensión a la convicción. Convivir por comprensión, no por exigencia administrativa.<br /><br />En <span style="font-weight: bold;">la escuela que disueño</span> nos coordinamos para cumplir con fervor los cantos de nuestros estudiantes en su himno. En esta escuela nos preocupamos para que se cumpla su letra.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> tiene respeto absoluto por los símbolos patrios, hasta que no se cumpla no se inicia ni se termina un acto; es una escuela de respeto vivo.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span> se preocupa de cómo cada uno de nosostros llega y se va. Pregunta cada día como está cada persona. Ello nos permite visualizar el ritmo emocional de cada vida que allí se construye.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Entonces, la escuela que disueño </span>es sin más ni menos una escuela de la <span style="font-weight: bold;">VIDA</span> y para la <span style="font-weight: bold;">VIDA</span>. </div></div>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-51126379926138601382007-05-29T18:40:00.000-04:002007-11-25T20:52:56.688-03:00Cortés, Luis - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUVL186DGI/AAAAAAAAAsM/zPYhwpOuiNc/s1600-h/DSC00338.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUVL186DGI/AAAAAAAAAsM/zPYhwpOuiNc/s320/DSC00338.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126527044036463714" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La Escuela Disoñada </span><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">(parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Luis Patricio Cortes<br />lpatricio_z@yahoo.es<br />La Higuera, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />Para quién ha permanecido por largos años en distintas escuelas, y haber conocido distintas realidades, pensé que sería más simple soñar mi escuela. La verdad es no quiero parecer injusto e ingrato con ninguna de ellas; la verdad es que reflexionando acerca de esta tarea que se nos encomienda, se me cruzan a gran velocidad por mi mente experiencias vividas en las siete escuelas que tengo a mi haber docente. Me llena la didáctica practicada en la escuela unidocente (mi primera escuela) de lo Varoli, ubicada en la Provincia del Choapa, donde con muy pocos recursos materiales se realizaba pedagogía de buena calidad, donde los niños y las niñas asistían a la escuela con alegría propia, genuina del querer aprender, sin presiones, sin dolor y entregados a la buena lectura, fortaleciendo en el día los hábitos de estudio, de higiene y viviendo, desarrollando cada vez más sus valores de ser niños cooperadores, solidarios, trabajadores, amorosos, fraternos, simpáticos, amigos del juego, del desarrollo de las destrezas físicas (largas caminatas desde sus hogares a la escuela), las cuales yo también obviamente podía realizar.<br /><br />Conocía cada uno de los hogares de mis alumnos, interactuaba con su familia, me hacia a la idea de cómo era su realidad. Con esto rescataba y me daba cuenta porqué a algunos de mis niños y niñas les eran más “rudas” el trabajo, la tarea escolar. Esto me obligaba a ser creativo. De allí que nace en mi escuela “niño ayuda al niño” como una estrategia, que la verdad, juraba que la había inventado yo. Después me enteré que era un Programa. No me dejó de sorprender, sería que el vivir la soledad y el aislamiento de la época, -pleno gobierno militar-, donde el ser alguien que socializaba mucho el conocimiento (concepto que luego cambié por el de enculturación), resultaba peligroso.<br /><br />Es ésta la escuela de la cual estoy escribiendo porqué dando un gran salto cronológico, en este caminar por la Pedagogía de la Búsqueda, se terció en el camino Carlos Calvo, un Doctor en Educación, el cual no sabe que leía sus publicaciones acerca de etnografía, en otra escuela muy sentida por mí; allá en la comunidad de “Los Rulos” (no aparece en el mapa de Chile), él me dijo: “Luis, escriba sus experiencias”, pero pasó mucho tiempo para que comenzara en esta práctica de escribir. La verdad es que no escribía porque pensaba: “quién va a leer o quien le interesará lo que publique”, pero más era un sentimiento de vergüenza y de prejuicios, y aquí me encuentro escribiendo acerca de cual ha sido mi escuela soñada o disoñada. Claro que hoy agregaría otro elemento o condimento, que no veo en varias escuelas hoy: por ejemplo, escuelas con buen clima organizacional, buenas relaciones humanas, una escuela que convierta realmente a los jóvenes profesores que se inician en este trabajo tan hermoso, que es dar lo más que se pueda de sí para poder decir por fin que nuestra práctica pedagógica, que nuestra didáctica en el aula, es de calidad humanizada frente a niños y niñas con tantos problemas y, por ende, con falta de oportunidades en su medio social. Por lo mismo, mi escuela disoñada deberá botar muros, paredes para dar cabida y oportunidades de las que hablo.<br /><br />Mi escuela disoñada, debe ser acogedora, que me permita darme cuenta, en cuando de mi primer paso para cruzar el portal, sienta que allí se producen realmente aprendizajes. Aquella que me reciba con un aroma perfumado de las más buena pedagogía y de las mejores prácticas de aprendizaje independientemente de donde se produzcan, llámese aula, patios, calle, barrio, familia, …<br /><br />En mi escuela disoñada, deben estar aquellos profesores (as) que se fijen altas expectativas con sus alumnos, que crean en ellos. En mi escuela soñada sólo tendrán cabida profesores que evalúen éxitos y no fracasos.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Higuera, 29 de Junio del 2007<br /></div><br /><br />Me preocupa que hoy, no se estén dando las condiciones de las situaciones en cuanto, indicadores de resultados en como mejorar en términos de calidad de la educación, tema exigible en términos generales, pero que sin embargo nos vemos obligados a bajar esta información a nuestra realidad local.<br /><br />Por esto mismo es que , continúo dentro de este nuevo contexto de trabajar “contra boleta” de buen rendimiento académico (simce), que nos exige esta sociedad moderna y postmoderna, es que disueño mi escuela para estos parámetros de exigencias a avocarnos, primeramente a contar con profesores que cumplan con las siguientes competencias tales como, iniciativa deben ser creativos, perseverantes capaces de trabajar en equipo y bajo presión, mi escuela disoñada deberá contar con profesores (as) con gran capacidad de comunicación efectiva y liderazgo para con los padres de sus educandos, con sus pares docentes, que estén preparados teóricamente, y que se apasionen con lo que hacen.<br /><br />Las escuelas extrañan en los recién titulados el compromiso con el trabajo y el espíritu de sacrificio: "No quieren hacer sacrificios, porque carecen de una visión de largo plazo. Privilegian su calidad de vida y lo primero que preguntan dónde está la escuela, si tendrán estacionamiento y buen sueldo. Pero mi escuela disoñada, quiere gente dispuesta a hacer el servicio de educar primeramente, lo otro se da con el tiempo, agrego:<br />“Que resulten buenos sólo en lo académico, no basta para mi escuela”, deben ser capaces de realizar buenas prácticas, en todos los ámbitos de la escuela acá social se privilegia la cosa -cultural, el respeto por las personas del entorno inmediato, es decir que ésta mi escuela soñada tiene que sentirse responsable de lo que devuelve al medio ambiente cultural de la escuela, esto obliga a que los educandos deben aprobar con un valor agregado ,el entregar de vuelta a los padres de lo alumnos (as),buenas personas, con hábitos afianzados, tanto de estudio, como físico y provocando desarrollo a nivel del alma, un producto depurado que les permita a estos enfrentar el mundo de hoy, y previendo comportamientos sociales del futuro incierto, cambiante, con mucha incertidumbre, que les permita errar y acertar, con la finalidad de afianzar aprendizajes perennes.<br /><br />Esa escuela donde se multipliquen los aprendizajes por medio del intercambio de estrategias metodológicas, entre pares docentes, padres y comunidad. Una escuela que atienda la emergencia de los temas que surgen, tanto en el exógeno , como así en lo endógeno, esa es mi escuela mi amigo, donde se de el ser versado pero también lo empírico, donde sabemos subyace gran riqueza, una escuela que acepte a todo el que se acerque con mochila llena de encanto , como de desencanto, penas y alegrías, una escuela viva, que marque presencia, inteligente, preocupada más en el darse, que en recibir recompensas, en el fondo; una escuela disoñada para la vida.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La Escuela Disoñada (parte 3</span>)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Higuera, 18 de Julio 2007-07-20<br /></div><br />Se sostiene que mientras nuestro país crece, su educación sin embargo permanecería estancada. Pero, ¿es correcto este enunciado? (Brunner 2005)<br /><br />Ya vimos que nuestra escuela se ha vuelto más inclusiva, un buen punto de partida ,desarrollo y avance, crecimiento, por lo tanto, un sueño realizado.<br /><br />Es por ello que seguiré en esta cruzada de dar a conocer mi escuela que sueño.<br /><br />A pesar de la severa desigualdad, la acumulación de capital humano ha aumentado en todos los grupos socio-económicos. Por lo tanto, sueño que en torno a la escuela (sistema) se genere un amplio círculo de confianza, lo cual constituiría sin duda un importante logro. Esto me permitiría soñar que la escuela sea una alta prioridad de las familias.<br /><br />Con esto visualizo a la escuela que disueño internalizando a fondo lo que es el programa de alto costo como el de la Jornada Escolar Completa, cuenten con todo el apoyo de los distintos componentes de la comunidad escolar, no es un sueño menor, ya que el Programa JECD aún no logra justificar el alto costo que significa, con el espíritu propio del mismo y de quienes lo crearon.<br /><br />Sigo soñando una escuela en donde los pobladores consideren que es de calidad y que la educación está mejorando. Quiero que mi escuela disoñada sea vista por todos como un lugar seguro, en donde los profesores tienen el respeto de la población, aunque no gocen de prestigio en la clase ilustrada. En suma, que la gente valore mi escuela y deposite en ella la esperanza de sus hijos. Sobre todo que las madres y los padres de menores recursos vean en esta escuela una oportunidad de progreso que ellos nunca tuvieron. [Primer Seminario de Profesores de la Comuna de La higuera 13/07/07]<br /><br />Sueño, sin embargo, que nuestro sistema educacional comunal deje de tener un desempeño deficiente, aquel que es medido por una prueba estandarizada como es el SIMCE. Nuestros últimos resultados de matemática, en donde los alumnos de mi comuna rinden por debajo del promedio nacional y lo que es más preocupante, más de la mitad no alcanza el nivel mínimo de respuestas correctas.<br /><br />Todos estos hechos y percepciones descartarían un diagnóstico de estancamiento. Al mismo tiempo, imponen a la autoridad política y los grupos dirigentes una enorme responsabilidad. Sería trágico defraudar la confianza y frustrar las esperanzas puestas en la educación para esta escuela y educación que disueño.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela disoñada (parte 4)<br /><br /></span></div><div style="text-align: right;"> La Higuera, 17 de Agosto del 2007<br /></div><br /><br />“La educación hoy en nuestro país es de mala calidad” [Luis Riveros, ex Rector de U. de Chile, en clase magistral dictada en la Universidad Pedro de Valdivia, sede la Serena, viernes 10 de agosto 2007].<br /><br />En toda su exposición, el rector hace quedar muy mal parado a los que hoy son los responsables frente al tema educacional, llámese MINEDUC, autoridades políticas, universidades formadoras de profesores y al currículo y a una reforma educacional que no ha sido capaz de provocar el despegue que han logrado otros países en vías de desarrollo y desarrollados. Estimó la brecha de 20 años en cuanto a la malla curricular y planes de estudios, es decir nuestros estudiantes revisan contenidos desactualizados, que no estarían respondiendo a lo exigidos en el mundo de hoy.<br /><br />La verdad, el discurso académico deprimente, que invitaba a los presentes ha asentir con sus testas, que todo lo que contenía y decía el ex rector era verídico, y en la ronda de opiniones nadie dijo nada contrario a su planteamiento y mirada que él tiene frente al tema, una vez más nos “achunchamos” frente a la autoridad, que embelesó a los concurrentes, a pesar de la ácida crítica que realizaba abiertamente al aparato del Estado que estaba representado por muchas autoridades regionales presentes, en el tema educación.<br /><br />El señor Riveros señaló, además, que lo peor que hizo en su momento el Estado de Chile, es el haber terminado con las escuelas normales, que sí eran formadoras de buenos profesores, donde los mejores alumnos eran los que postulaban para ser tempranamente convertidos en profesores que sabían de todo lo que se requería para hacer con buena didáctica y, por ende, buena educación.<br /><br />La verdad es que no hubo derecho a réplica para quien escribe acerca de la escuela y educación que disueña. Entiendo y respeto al señor Riveros, que hace uso de un derecho para decir lo que dice, y como lo dice de una manera inteligente, eso lo hace creíble, pero hay cosas que pienso que para hablarlas con propiedad, insisto como en otros escritos, hay que haberlas vivido. A eso se llama experiencia. No es bueno hablar desde las alturas, es bueno bajarse de la tarima para entender con propiedad aquello que creemos saber…<br /><br />Mientras tanto, seguiré disoñando y con una mirada esperanzadora de que realizando buenas prácticas lograremos junto a mis colegas profesores y profesoras de la Comuna en la cual hoy presto mi servicio, y a pesar de nuestros bajos indicadores (SIMCE), revertir esta situación. Es a ellos es quiines estoy invitando a tener una mirada más positiva y sentir que somos capaces, junto con soñar y disoñar la comuna educadora que queremos, por lo menos nos hemos atrevido de preguntar a nuestra comunidad, ¿cuál es la educación que se requiere para la comuna de La Higuera?. Estamos trabajando fuerte en el tema, hay reencantamiento en los que hoy hacemos educación, estamos dando pasos sólidos, pasando del discurso a la acción.<br /><br />La idea es que cuando nos corresponda discursear, éste discurso no sea tan deprimente, sino muy por el contrario que resulte esperanzador. Las capacidades, las habilidades y las competencias bien instaladas, por ningún motivo soportarán discursos como el que debí escuchar … el del ex rector Riveros.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela disoñada (parte 5)<br /><br /></span></div><div style="text-align: right;"> La Higuera, Primavera, 27 de Octubre del 2007<br /></div><br /><br />Compartiré con ustedes este slogan, si así se le puede llamar: “La Educación Pública deberá ser de calidad, de lo contrario no será Pública”.<br /><br />Después de haber participado por dos días en un Encuentro convocado por el Área de Transversales del MINEDUC, se enunció por una sola vez esta frase. Debo admitir que en mi cerebro todavía ronda, tal es así que me empoderé de ella y la instalé en nuestro PADEM 2008 (Plan de Desarrollo de la Educación Municipal) como una suerte de caballito de batalla. Fue aceptado sin muchas vueltas por el equipo de Gestión Escolar Comunal, que presido.<br /><br />Quiero agregar que, esto de ser parte del Programa PRIMA a uno le da “alas” para incursionar en proyectos educativos a veces impensados, pero que surgen al fragor de una bien compuesta reunión de conversación acerca de todo aquello que tiene que ver con nuestro quehacer de educadores. Rol, por lo demás, que con contento observo en las escuelas a mi cargo, en el componente directivo y de docentes, que se están reencantando con las buenas prácticas, Todo surge de esta manera: al disoñar no sólo la escuela sino la educación que queremos para nuestra comuna, no sólo estamos pensando en los niños y niñas, sino también en los adultos, en la autoridad política, que son parte clave en esta red de relaciones que estamos conformando con pasos seguros. Surge, entonces, en forma predecible la pregunta y la respuesta también.<br /><br />Es que realmente no queremos hablar más de educación “municipalizada”, sino más bien de educación “pública”, como se le denominó en el pasado. Agregando que debe ser de calidad.<br /><br />De esta manera, respondemos que la brecha que nos separa de la privada no sea tal, sino muy por el contrario, soñamos con mis colegas directivos y docentes que es posible eliminarla, no con el afán de competir con este otro sector, que recibe el reconocimiento de su entorno social dado los indicadores de calidad alcanzados y que los valida colocando por generaciones a sus hijos en esas escuelas que le brindan este buen servicio.<br /><br />Está claro y sobreentendido por los que hacemos escuela en donde existe “la escuela” que no da más oportunidades a esos padres de elegir, sabedores que por Decreto debemos ser inclusivos y no podemos darnos ese “lujo” antipedagógico de seleccionar quienes serán nuestros alumnos. Así y todo, estamos empeñados en salir del sueño que estamos construyendo para llevarlo a concretar, y poder decir en el mediano plazo que tenemos una educación pública no sólo de calidad sino de “alta calidad”.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela disoñada (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Higuera 06 de Noviembre 207<br /></div><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Una Escuela Total</span><br /><br />Para lograr visualizar el trazado de esta escuela total, pública, soñada, tuve que “desvestir” a la actual escuela de todos los temas sociales que la aquejan hoy por hoy.<br /><br />Primeramente, despojarla de toda esa mochila con que los sistemas que se generan con las políticas y programas gubernamentales, y que el Ministerio de Educación se encarga de avalar, que nos alejan del rol que debe cumplir la escuela que estoy soñando (no olviden que estoy disoñando). Por ejemplo, mi escuela soñada no se debe convertir en una institución que retiene toda la problemática social. Mi escuela deberá preocuparse por cumplir metas de buenos aprendizajes, de buenas prácticas pedagógicas, buena enseñanza, buena didáctica y, por supuesto, la “guinda de la torta”, de buenos profesores.<br /><br />¿Por qué lo de políticas y programas gubernamentales? Porque suenan a ser impuestos. Se nos vienen encima programas impensados por la escuela que sigo soñando, tales como: droga y alcoholismo. El aparato de salud ingresa por otra esquina con su “vida saludable”; luego, CONAMA y el tema del medio ambiente presionan por estar presente. Esto sólo por nombrar a algunos organismos que piensan que la solución a toda esta problemática está en la escuela. Para qué acordarnos de programas como Puente (conocido en las escuelas como los niños puente) y Chile solidario. Todo esto que se viene como una alta marea (quiero expresarlo en términos muy náuticos), atora y entrampa a nuestros queridos profesores, al ver que esta ola de programas los sobrepasa y los aleja de su verdadero quehacer pedagógico en el aula. Esto, por lo demás, está presente en todo discurso entregado por las autoridades de educación.<br /><br />"Es en el aula donde se deberá poner el énfasis….y sigue”.<br /><br />Todo lo que acabo de decir, hace creer a los padres de nuestros estudiantes que la solución a todos los males de la sociedad los da la escuela. Por lo mismo, tal como lo expresé antes, esta escuela es entendida como un retenedor de todos los problemas sociales, y no es así.<br /><br />Hay un gran desafío aún por delante que consiste en ir aclarando a todos esos entes que apuntan y enjuician la mala educación que se da en las distintas modalidades . ¿A quién? , lo dejo a su propio juicio, pareciera ser que la respuesta es fácil.<br /><br />De todas formas, si no atinan con la respuesta, entonces sigamos con la escuela total.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-23477822083764821582007-05-29T18:39:00.000-04:002007-11-23T12:18:28.356-03:00González, Rosa - La escuela que disoñamos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUXFV86DMI/AAAAAAAAAs8/ZdZxEjzHKFc/s1600-h/DSC00344.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUXFV86DMI/AAAAAAAAAs8/ZdZxEjzHKFc/s320/DSC00344.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126529131390569666" border="0" /></a><br /><div style="text-align: right;"><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela multigrado disoñada<br />(parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)</span><br /></div><br />Rosa González<br />walboro48@hotmail.com<br />Escuela Hijos del Peral<br /> Punitaqui, 09 Junio 2007<br /></div><br />La escuela que disueño es la que tiene una misión que sustenta principios basados en la formación integral de los alumnos, participación activa de todos los integrantes de la comunidad escolar (agentes externos e internos) y la interacción con el medio en que se vive. Además, deberá tener una visión holística que nos encamine hacia el futuro, contar con su propia identidad, con iniciativa y trabajar por la vocación de cada uno de sus integrantes.<br /><br />Que los profesores sean capaces de participar en una dinámica curricular pro activa que apunte hacia las habilitación de los niños y las niñas para aprender a aprender, a usar sus conocimientos y destrezas para resolver situaciones concretas, participar activamente en la construcción colaborativa de soluciones, a comprometerse con los resultados de su<br />labor y a reconocer los valores con creatividad y responsabilidad.<br /><br />Que los alumnos se sientan queridos, atendidos de la mejor forma posible, fortaleciendo sus valores y preocupándose de que cada uno de ellos aprendan utilizando metodologías innovadoras y estrategias renovadas, respetando la diversidad, los diversos estilos de aprendizaje e incluso tratar en forma personalizada a todos los alumnos y ser mediadores especialmente de los alumnos de aprendizaje lento y / o con problemas de aprendizaje.<br /><br />Que todos los integrantes de mi escuela tengan un compromiso en el quehacer educativo cumpliendo con responsabilidad los diferentes roles que han elegido, desde el auxiliar de servicios menores hasta los principales actores, que son los alumnos.<br /><br />Que los padres, familia y comunidad se sientan interesados por su escuela y el trabajo colaborativo de ellos se vea reflejado en nuestro quehacer.<br /><br />Para finalizar deseo que en la escuela que disueño se cultive la confianza, la alegría y la solidaridad . Con amor aprendan los alumnos a ser mejores y estén preparados para insertarse en nuestra sociedad.<br /><br />Escuela Hijos del Peral, Punitaqui.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Decálogo de mi escuela multigrado disoñada (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Hijos del Peral<br />Punitaqui, 20 de Julio del 2007<br /></div><ol><li>Que el profesor encargado sea un líder y confíe plenamente en su personal.</li><li>Que el profesor de aula enseñe con amor y dedicación a todos sus alumnos y mantenga un ambiente propicio para que ellos se sientan felices.</li><li>Que el supervisor de educación sea un asesor técnico que brinde apoyo incondicional al profesor de aula.</li><li>Que la auxiliar de alimentación entregue diariamente una alimentación saludable a los alumnos para que sean sanos y capaces de tener una buena salud.</li><li>Que la auxiliar de aseo mantenga una limpieza adecuada en el establecimiento e invite a los alumnos a no degradar el ambiente.</li><li>Que los alumnos le den prioridad a su formación axiológica y con mucha alegría participen en los proyectos de la escuela.</li><li>Que la ayudante de aula asesorada por la profesora ayude a preparar material didáctico y guías de trabajo para que la educación de todos los alumnos sea más expedita y de mayor eficacia.</li><li>Que el presidente del Microcentro apoye las escuelas y docentes de su grupo tanto en los aspectos pedagógicos como administrativos.</li><li>Que los padres, tutores y comunidad en general se sientan comprometidos con el quehacer educativo de sus hijos y niños de su comunidad.</li><li>Que las redes de apoyo entreguen los materiales necesarios y oportunos para que los alumnos realicen secuencialmente sus actividades.</li></ol><div style="text-align: center; font-weight: bold;">Mi escuela multigrado disoñada (parte 3)<br /></div><div style="text-align: right;"><br /><div style="text-align: right;">Escuela Hijos del Peral<br />Punitaqui, 13 de Agosto del 2007<br /></div></div><br />Los principios básicos que sustentan mi escuela multigrado disoñada son:<br /><br /><ol><li>CONFIANZA en el trabajo que realizo y en el personal que trabaja en bien del quehacer educativo.</li><li>LEALTAD hacia las personas con quienes comparto mi trabajo y mis experiencias. Lealtad hacia mis alumnos y viceversa con el fin de que la formación axiológica prime en nuestra labor educativa.</li><li>COMPROMISO hacia mi trabajo que con esfuerzo realizo para que cada uno de mis alumnos adquieran de una u otra manera los aprendizajes significativos que ellos esperan recibir en nuestra escuela, que aparte de estar al servicio de la comunidad está latente en el corazón de cada uno de nosotros.</li></ol>Confianza, lealtad y compromiso son las palabras claves para lograr una educación de calidad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela multigrado disoñada (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Hijos del Peral<br />Punitaqui, 14 de Agosto del 2004<br /></div> <br />La escuela multigrado que disueño, aparte de tener sus principios básicos, se centra principalmente en el aprendizaje de sus alumnos, ya que ellos son los actores más importantes en nuestra escuela, con sus deficiencias, debilidades y fortalezas.<br /><br />Respeto la sociedad en que están insertos y a pesar de encontrar algunas amenazas en el medio hago posible que sean disuadidas y solucionadas de la mejor forma posible con el fin de guiar sus pasos por el camino del bien.<br /><br />Las deficiencias y debilidades me comprometo a convertirlas en fortalezas para que así todos los alumnos tengan las mismas oportunidades, sean capaces de participar en cada una de las actividades del proyecto educativo, expresar mediante el diálogo lo que desean hacer y proyectar, crear un ambiente democrático y lograr cumplir las metas que se han trazado.<br /><br />Disueño que mis alumnos tengan los mismos derechos y deberes, que sean autónomos, auténticos y disfruten de la vida como yo lo he hecho hasta hoy día con el fin de lograr los éxitos que les depare el futuro, que sean capaces de desenvolverse en las tareas que se les asignen, que se sientan felices de ser niños chilenos y estén preparados para cumplir con un rol específico en la vida y que se encaucen hacia su verdadera vocación.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Hijos del Peral<br />Punitaqui, 26 de Octubre del 2004<br /></div> <br /><span style="font-weight: bold;">Mi escuela multigrado<br /><br /></span>La escuela multigrado que yo disueño es aquella en que las actividades se organizan secuencialmente de acuerdo al nivel y al tiempo que se le asigne a cada asignatura; donde los contenidos y objetivos se articulan con los otros subsectores con el propósito de profundizar y ampliar las posibilidades del alumno para desenvolverse en un mundo complejo, diverso y totalmente dinámico; donde se desarrolla la seguridad y autonomía para resolver problemas de la vida diaria, tomar decisiones, ser responsable y tener un compromiso con su trabajo; donde sean capaces de asumir tareas, elaborar y expresar ideas propias y una creciente reflexión metacognitiva que le permita reconocer estrategias y diferentes formas de aprender y desarrollar todas sus potencialidades.<br /><br />Que el docente organice la enseñanza del aula multigrado pensando en los desafíos que los niños tienen que emprender y éstos reciban una educación de calidad donde las estrategias sean renovadas, secuenciales y llenas de contenidos útiles.<br /><br />Que los programas de estudio y la implementación de las aulas multigrado estén a cargo de profesionales de la educación que tengan experiencia y / o deseos de renovación, que sean agentes intelectuales que estén en constante perfeccionamiento, que planifiquen sus actividades con un diseño contextualizado de acuerdo a su realidad local, regional y nacional, con el fin de que en los alumnos primen las características de la diversidad, interacción, cambios e indagación en los temas a tratar, valoren y respeten su propia identidad y de acuerdo a sus características desarrollen sus potencialidades reforzando su autonomía, autoestima y seguridad.<br /><br />Que se trabaje por unidades de acuerdo a los niveles y que todos los alumnos tengan el mismo horario y concuerden con el número de horas para que todos y cada uno de ellos trabaje en la misma asignatura o subsector y sólo cambie la gradualidad del contenido.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 6)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Hijos del Peral<br />Punitaqui, 23 de Noviembre del 2004<br /></div><br /><br />La escuela que yo disueño es aquella en que todos los alumnos deben aprender, sean creativos y espontáneos, solidarios, participen activamente en clases y se preocupen de apoyar en su quehacer educativo a sus compañeros menores.<br /><br />Que los alumnos, por estar insertos en la misma aula, sean capaces de aprender de los cursos superiores subiendo gradualmente el nivel de aprendizaje, de tal modo que el progreso sea significativo en el dominio de la ciencia, cultura y educación.<br /><br />Que se abran espacios para que ellos participen eficazmente en situaciones comunicativas, atrayentes y dinámicas, tales como emitir juicios, relatar experiencias, sueños, escribir mensajes, comunicar información abordar temas de interés, de preferencia, de necesidad y de problemas frecuentes.<br /><br />Que las unidades que se planifiquen vayan en concordancia con los contenidos a desarrollar, se apliquen criterios tendientes a mejorar los aprendizajes, fundamenten ideas con datos y evidencias claras y precisas, dando gran importancia al juego lúdico y didáctico y al pensamiento divergente.<br /><br />Que los temas a tratar se profundicen para fortalecer los aprendizajes de los contenidos propuestos en la unidad seleccionada para el curso multigrado, que ofrezcan las condiciones necesarias para que puedan sistematizar y ampliar los conocimientos previos y utilicen un lenguaje apropiado y pertinente a los contenidos en el marco de situaciones pedagógicas activas.<br /><br />Que la experiencias acumuladas en el diario vivir con sus compañeros y el interactuar con su profesor genere conocimientos, explore respuestas, valore el aporte de sus pares, fortalezca sus habilidades y destrezas, aprenda de sus errores y sea capaz de valorarse como persona, por lo que es y por la importancia que tiene en su grupo curso.<br /><br />Todos y cada uno de nosotros aprendemos de la misma forma y somos importantes en nuestra escuela.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-17483466264428428142007-05-29T18:35:00.000-04:002007-10-28T20:07:59.267-03:00Castro, Roberto - La escuela que disoñamos.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUWO186DJI/AAAAAAAAAsk/uixVPCPfVQo/s1600-h/DSC00340.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUWO186DJI/AAAAAAAAAsk/uixVPCPfVQo/s320/DSC00340.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126528195087699090" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño<br />(parte 1, 2, 3 y 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Roberto Castro Boniche<br />Ovalle, 23 de Junio del 2007<br /></div><br />La Escuela que disueño tiene características distintivas: debe ser una Escuela con identidad y objetivos evidentes, económicamente financiada, de administración colegiada, que privilegie la inclusión y la transversalidad. Esta Escuela es una comunidad de aprendizaje donde existe un clima de colaboración y aprendizaje continuo con el compromiso colectivo de trabajar juntos. Es decir, la Escuela que disueño enfatiza una educación para la razón: educación es formar seres humanos y los seres humanos somos ante todo, seres racionales.<br /><br />En la Escuela que disueño la cultura escolar debe ser positiva, con objetivos ambiciosos, claros y especificados en forma práctica, existiendo liderazgo institucional y pedagógico a través de una gestión coherente, con planificación pedagógica efectiva y constante evaluación de los resultados. Se debe manejar en forma eficaz la heterogeneidad de los alumnos. Con reglas claras y manejo explícito de la disciplina. Se aprovecha el capital humano, se gestionan apoyos externos y recursos materiales; se fomenta un trabajo efectivo y se busca construir alianzas con padres, madres, apoderados y comunidad.<br /><br />La Escuela que disueño debe poseer claridad de su misión, expresada en el Proyecto Educativo Institucional (PEI), elaborado en forma participativa, siendo comprendida y asumida por toda esta comunidad de aprendizaje. La misión expresa el convencimiento de que todos sus estudiantes pueden aprender, respetando sus diferencias y ritmos individuales, demostrando un alto nivel de expectativa en los estudiantes, asociado al desarrollo de la autoestima de los escolares. La gestión escolar estratégica y el currículum de la Escuela que disueño enfatizan una educación participativa, cuya centralidad es el aprendizaje autónomo de los estudiantes., lo que exige un buen conocimiento de los estudiantes, implicando una comunicación frecuente entre educador y educandos.<br /><br />Los docentes de la Escuela que disueño se deben caracterizar por su compromiso con el alumnado, en las cálidas relaciones afectivas, en la actitud en la labor pedagógica, en el alto nivel de perfeccionamiento profesional y adecuado dominio de los contenidos, metodologías y estrategias didácticas que desarrollen en un clima de aula adecuado para<br />el aprendizaje escolar.<br /><br />Los padres, madres y apoderados y comunidad circundante de la Escuela que disueño confían en su Escuela, reflejado en el compromiso responsable sobre las condiciones que la Escuela requiere para el buen aprendizaje de sus hijos, en un marco de altas expectativas, en relación a logros que alcanzarán sus hijos e hijas.<br /><br />La educación que disueño no puede ser simplemente transmisión de información, entre otras razones porque la información globalizada que existe es tan amplia, cambia tanto, existen tantas formas de acceder a ella, que sería absurdo que la función educativa de la Escuela que disueño fuera sólo transmitir contenidos informativos. Lo que hace falta es transmitir pautas de comportamiento que permitan utilizar y rentabilizar al máximo la información que se posee. La educación que disueño debe potenciar la razón y por lo tanto, aprender a rebelarnos contra la sinrazón, es decir, la lucha para que no predominen los dogmas irracionales, las supersticiones, los fanatismos, aquello que de alguna forma va en contra de la razón.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2</span>)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, invierno del año siete</div><br />He descrito una Escuela que disueño de visión general que puede tener características utópicas, porque choca con la dura realidad. La realidad muestra lo difícil que es lograr el conjunto de disueños: lo positivo de la mirada educativa en una perfecta relación de encadenamientos de los distintos estamentos que trabajan colaborativamente tras la misión que idealmente se ha propuesto.<br /><br />El aspecto económico es prioritario. Una educación gratuita para todos en el contexto de la actual política económica neoliberal, global e internacional es insostenible. Si la Escuela no puede financiar los servicios educativos que ofrece, en calidad y cantidad para todos sus estudiantes, es difícil de mantener y va directo a una crisis económica que irremediablemente la hará fracasar.<br /><br />En Chile, la permanencia y consolidación de un perverso sistema de financiamiento de la educación vía la entrega de una subvención económica por la asistencia a clases de los estudiantes, que se origina en el último cuarto del siglo pasado, merma la posibilidad de estabilidad y crecimiento institucional que ofrezca a sus estudiantes una educación de calidad. Con ello, el resto es puro verso.<br /><br />Mientras el sistema de financiamiento de la educación chilena no cambie, todas las instituciones educacionales harán malabarismo para mantener sus servicios y adecuarse a lo que tienen y lo que pueden obtener para su mantención. La exigencia de la sociedad por una educación de calidad se encuentra con esta limitación que no permite su optimización, al no poder operacionalizar sus disueños.<br /><br />La Escuela que disueño debe tener una clara identidad. La realidad muestra que la mayoría de las Escuelas chilenas navegan en una evidente falta de identidad y confusión en su ideario: en muchas Escuelas públicas y laicas se reza antes de comenzar las clases, algunas Escuelas públicas y laicas poseen un ideario en que una figura religiosa es el centro de su acción pedagógica, en las Escuelas públicas y laicas se realizan misas para los aniversarios de las Escuelas. Además, en muchas de ellas, públicas y privadas, no se respeta el derecho humano de los estudiantes para recibir una educación, simplemente está sesgado el acceso a la educación buscando una selección estigmatizadora por sobre el valor de la persona y su diversidad. No se fomenta el desarrollo del pensamiento divergente, la innovación, la creatividad y el emprendimiento, con todas sus consecuencias. Existe la tendencia a repetir un modelo equivocado y con múltiples errores. Yo no quiero eso en mi Escuela disoñada.<br /><br />La identidad de la Escuela que disueño enfatiza un ideario centrado en la enseñanza y aprendizaje en que predomine una educación inclusiva en que prevalezca la razón, ya que la educación es la formación de las personas en su racionalidad por sobre la simple instrucción sin fundamento. Esto incluye el desarrollo de áreas y aspectos no considerados en la educación de hoy: la accesibilidad digital en un contexto valórico y afectivo donde se fomente la creatividad, innovación, emprendimiento y el empoderamiento, en una formación ciudadana para vivir la vida en paz y aprender a comprender la muerte como un paso al que juntos, racionalmente caminamos desde que nacemos.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3</span>)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">Ovalle, vacaciones de invierno del año siete</div><br />La sociedad chilena muestra diariamente un mundo de apariencias que danza con el ejemplo de sus modelos de estrellas: jugadores de fútbol que apenas saben realizar un discurso morfosintáctico y siliconeadas modelos que desde la opinología versan sobre múltiples y vacíos temas, muchos ídolos efímeros y caricaturas humanas en una farándula instantánea. A ello se suma una perenne clase política, generalmente sin ética ni moral, que flota en un mar de cargos de todo tipo: un funcionario o una funcionaria puede trabajar de Concejal, Seremi de Educación, Directora del Registro Civil, Subsecretario de Pesca, Operador de Chiledeportes, Director de TVN, Intendente, Agregado Cultural en Haití o Cónsul en Kenia. Son únicos, multifacéticos e irremplazables. Son los mismos: jugadores, modelos y políticos que inundan nuestra cotidianidad. No hay caras nuevas en un contexto donde alianzas y concertaciones están agotadas. Es admitido por todos, pero el orden se mantiene: pareciera que sólo se pretende cambiar algo superficial para que todo se mantenga igual. La política y los negocios están en primera plana y nadie puede atreverse a averiguar sus escándalos o realizar críticas fundadas, ya que son ignorados o reprimidos.<br /><br />En los últimos años, la educación superior se ha masificado en forma sorprendente ofertando carreras de bajo costo de tiza y pizarrón, con carreras seudo profesionales sin estudios de ubicación laboral, con docentes sin la calificación correspondiente, en una multiplicidad de ofertas de post grado on-line sin seguimiento ni evaluación presencial, en donde no importa la calidad de la educación sino el pagaré que se cobra al estudiante que demora su mensualidad.<br /><br />Esa es la educación que la Escuela de hoy ha forjado. No hay oportunidades para que nuevos ciudadanos realicen sus propuestas constructivas, para destacar las acciones formidables que anónimos ciudadanos realizan diariamente desde sus puestos de trabajos, desde sus instituciones educativas, desde sus hogares. Esa es la educación que yo no disueño.<br /><br />Cuando caracterizo a la Escuela laica que disueño hago mención al predominio de la razón por sobre el establecimiento de dogmas irracionales, los fanatismos, la superficialidad y las verdades absolutas existentes en los medios de comunicación social, en los textos escolares, en la formación docente de pre y post grado y en la vida diaria.<br /><br />La Escuela que disueño lucha contra la sinrazón, donde la base ética se centra en la solidaridad y el servicio comunitario, en donde no se acepte la injusticia indiferente como un hecho enraizado en la sociedad chilena. Que enfatice la pedagogía de la pregunta y se respete el error. Se fomente la tolerancia. Se caracterice el uso de la razón para desarrollar la autonomía: tanto padres como educadores debemos educar para la autonomía de nuestros hijos y alumnos, ya que la autonomía es lo que permite la razón.<br /><br />Una educación en donde las personas sean persuadidas por los razonamientos, diferenciando entre lo racional y lo razonable. No se puede aspirar a la condición de racional si sus razones las ve muy nítidas pero no se ven las razones externas en forma clara. En donde se aprenda de la diversidad humana, de la necesaria racional diversidad humana.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, augustus del año siete<br /></div><br />La Escuela que disueño se orienta hacia las múltiples dimensiones de la persona: desarrolla una educación centrada en el aprendizaje de sus estudiantes, crítica, abierta al mundo, humanista, cooperativa y solidaria, entre otras características.<br /><br />Al centrar el foco de su atención educativa en el aprendizaje de los estudiantes obliga a la internalización, apropiación y actualización curricular permanente de los docentes, quienes validados entre sus pares y comunidad de aprendizaje, manejan las orientaciones, objetivos, contenidos e instancias de evaluación de estudiantes, cursos y/o subsectores, con un enfoque holístico y transversal, implementando divertidas maneras de enseñar y de aprender, mediante la creatividad, exploración, participación e investigación, dándole un matiz flexible, pero firme en el cumplimiento de las metas disoñadas, necesarios para que los estudiantes asuman con responsabilidad y propiedad, la anhelada transformación social.<br /><br />Una educación crítica implica desarrollar en los estudiantes la capacidad de autocrítica y de reflexión crítica sobre los problemas de su comunidad y la búsqueda creativa y económica de las soluciones, con innovación, recreación y emprendimiento que se refleje en la mejor calidad de vida para los integrantes de su comunidad y su entorno.<br /><br />En un mundo globalizado, tecnologizado y cambiante, la educación que disueño debe ser abierta al mundo, que no sea restrictiva en relación a su cultura sino que le permita ser trascendente para la humanidad, estableciendo redes de colaboración y apoyo, directo o virtual, ya que la creación del conocimiento no descansa ni en vacaciones, sin barreras de discriminación de ningún tipo.<br /><br />La educación que disueño es humanista y cooperativa. La educación como proceso necesario de humanización permite el desarrollo de las amplias posibilidades humanas, en una experiencia auténticamente integradora que desea el despertar a sí mismo, a los demás, al mundo y a las cosas. Al ser cooperativa, desarrolla el fomento de asociaciones autónomas de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales en común mediante el emprendimiento conjunto y de gestión democrática. No define al ser humano como un ser economista sino como un cooperador. No vive en el consumo sino en la cooperación.<br /><br />La solidaridad no tiene religión. Nuestra cultura enfatiza el hecho de dar lo que nos sobra, el vuelto que nos queda, para realizar un acto solidario. Eso no es la solidaridad. La educación solidaria es la internalización permanente de la práctica de principios y valores fraternos de colaboración y ayuda mutua, que genera las conductas y actitudes por una permanente responsabilidad social por los demás, por el otro reconocido como un legítimo otro, que conlleven iniciativas autogestionadas con un compromiso social que fomente el desarrollo sostenible de una mejor y mayor calidad de vida para todos.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-14653906774905939802007-05-29T18:30:00.000-04:002007-10-27T12:07:36.071-03:00Calvo, Carlos - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/Rx_NuF86CkI/AAAAAAAAAnc/zfbdJ2YHjEQ/s1600-h/Foto+210.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/Rx_NuF86CkI/AAAAAAAAAnc/zfbdJ2YHjEQ/s320/Foto+210.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5125041092726229570" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño </span><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">(parte 1, 2, 3, 4, 5 y 6)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;"><br />Carlos Calvo Muñoz<br />carlosmcalvom@gmail.com<br />La Serena, 23 de Junio del 2007<br /></div><br /><br />La escuela ha escolarizado a la educación al quitarle su sentido primario, que consiste en asombrarse ante lo misterioso. El misterio desafía lúdicamente al aprendiente, que sin proponérselo propende a aprender y a enseñar lo aprendido. No puede evitarlo; simplemente, fluye hacia la aventura que le depara el descubrimiento de territorios desconocidos. No le interesan las guías ni los mapas. La aventura está en lo imprevisto, en la improvisación, la incertidumbre y el desafío.<br /><br />El pequeño nada hace para aprender; solo le basta con existir. Sin proponérselo establece relaciones y saca conclusiones que orientan su vivir. Lo hace sin tomar conciencia ni preocuparse de los alcances e implicaciones que tiene lo que ha aprendido. Hay gratuidad: aprende por el placer que le provoca. La curiosidad le inquieta e impele a deambular por los territorios de la ignorancia, que descrubre infinita. Las preguntas fluyen, especialmente los interminables por qué. Pronto comprueba que sus preguntas sobre pasan por lejos al saber de los adultos. No espera respuestas verdaderas, pues acoge con gusto las explicaciones mágicas. Le atrae el misterio y no las respuestas. Su devenir de aprendiz es desordenado. Brinca de un tema a otro, sin quedarse en ninguno por mucho tiempo. El placer está en en el desafío del juego y no en terminarlo.<br /><br />Cuando no sabe algo y cuando no puede realizar algún ejercicio se desentiende del asunto. Pero no lo abandona, más que en apariencia, pues está esperando aprenderlo y adquirir la destreza necesaria para ejecutarlo bien. Deja que el inconsciente realice la sinergia que le dará sentido. Paulatinamente va sistematizando su saber, sin dudar nunca de que es capaz de aprender y sin temer a la ignorancia.<br /><br />Las relaciones que ha establecido se complejizan porque devienen relaciones de relaciones, con las que urde una trama compleja de sí mismo, de su relación con los demás y con el mundo. Filosofa, hace ciencia y crea arte. Es todo uno, sin particiones.<br /><br />Cuando va a la escuela, descubre un mundo extraño, que al comienzo le fascina, aunque puede asustarle, por la separación forzada. En ella todo es distinto: el orden se impone al caos, el silencio al bullicio, la quietud forzada que vive sentado en la silla reemplaza a la contemplación de cómo las hormigas llevan cargas más grandes que ellas mismas; los recreos son breves, las preguntas se callan y las respuestas se vocean a viva voz. Ya no entiende todo lo que le enseñan. Casi sin darse cuenta aprende que no puede aprender.<br /><br />Aprender se le vuelve difícil porque dejó de ser un juego que entusiasmaba. Ahora debe saber y no puede ignorar. Si lo hace, es castigado. Descubren que algunos se pueden burlar de él por su ignorancia. Antes vagabundeaba por un terrotorio ignoto; hoy, debe caminar por las avenidas establecidas en el mapa de la planificación escolar.<br /><br />Los procesos educativos han sido escolarizados y, con ello, la sociedad entera. Urge des-escolarizarla. Así es la escuela que disoñamos. Debemos crear una escuela donde el misterio atraiga a profesores y estudiantes; donde el alumno, no sea aquel ser sin luz, sino aquel que se dirige hacia la luz (ad luminen).<br /><br />La escuela que disueño es rigurosamente lúdica en la exigencia del aprendizaje. En ella no se aprende para responder, sino para interrogar al mundo y a sí mismo. Es transgeneracional porque en ella coexisten personas de varias edades que estudian lo mismo, pero a niveles de complejidad diferente. En ella, las complicaciones se diluyen en complejidad porque se establecen criterios orientadores. El castigo no tiene sentido porque la autoexigencia es ética.<br /><br />En la escuela que disueño la educación se entenderá como el proceso de creación de relaciones posibles y nunca más como el proceso de repetición de relaciones pre-establecidas.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 2</span>)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 21 de Julio del 2007<br /></div><br />La escuela que disueño es una escuela posible que los profesores y alumnos deben convertir en probable. No hay manera de idear un proceso, una escuela, un sistema cualquiera que se desarrolle tal como se planificó. Esta es una condición sine qua non con la que hay que trabajar y que no debemos olvidar.<br /><br />Con frecuencia se critica que lo que está en el papel no resulta y que otra cosa es lo que pasa en la práctica misma; que la teoría no sirve porque no responde en detalle y que otra cosa es con guitarra, etc. Estas observaciones son incorrectas y falsas, aunque se constaten a diario. Son incorrectas porque ninguna teoría tiene como objetivo explicar el devenir de un proceso dado en todos sus detalles.<br /><br />A una teoría, que no debemos confundir con cualquier opinión que se da sobre un tema, se construye a lo largo de un tiempo de trabajo serio y sistemático de indagación, prueba, constrastación e inferencias realizadas de acuerdo a criterios teóricos y metodológicas aceptados por la comunidad investigadora. En general, una teoría se va construyendo con el aporte de muchas personas que van develendo aspectos de la realidad. Si bien, se pueden cuestionar esos criterios e intentar generar otros más adecuados y pertinentes, no es correcto culpar a la teoría porque los hechos no se ajustan.<br />Lo que sucede es que la teoría orienta en lo general y permite preveer cómo evolucionarán los acontecimientos, pero no puede profetizas el devenir. No es su sentido ni su función.<br /><br />Toda teoría, por muy acabada que sea, tal como la de la termodinámica, que según los entendidos es la única que ha aportado leyes que se cumplen siempre y en cualquier lugar del universo,. Esto ha llevado a varios físicos teóricos a preguntarse si un Dios omnipotente podría crea un universo en donde no se cumpliaran estas leyes de la termodinámica. Si no puede hacerlo no sería todo poderoso. Incluso esta teoría no puede dar cuenta de todos los detalles de un proceso, pues siempre emergen imponderables que pueden modificar el devenir de un proceso. En ciencias se ha acuñadoel concepto “efecto mariposa” para indicar que el clima en una parte del mundo puede cambiar por efecto del simple aleteo de una mariposa al otro lado de la tierra.<br /><br />Si esto sucede en el campo físico, como no acontecerá en el terreno donde la subjetividad impera. La subjetividad no es arbitrariedad, sino la expresión del procesamiento de la información que hace el ser humano a partir de los millones de estímulos que recibe en cada momento. En esto influyen sus condicions genotípicas, el medio natural y cultural, el acervo cultural, las disposiciones psicológicas, etc., que hacen que una persona sea distinta a otra.<br /><br />Ante la afirmación teórica de Paulo Freire: “todo ser humano es culto porque la cultura es lo que hace al hombre”, debe ser permanentemente reinterpretada por el educador, pues la asseveración no le indica cuál es la cultura de sus educandos. El profesor debe cuidarse mucho del etnocentrismo profesional que le puede llevar al menosprecio del saber cultural de sus educandos.<br /><br />La cultura de un alumno no es la sumatoria de conocimientos, sino la sinergia relacional y holística de los patrones culturales que contruyen el entramado cultural y que le permiten leer, interpretar e intervenir en su realidad, con preyección trascendente.<br /><br />En la escuela que disueño la teoría recuperará su rol primigenio que consiste en iluminar un territorio que los educandos descubrirán urgando por sus senderos y poniéndola a prueba, al igual que hacen los científicos que tratan de probar que una teoría es falsa y no que sea verdadera. Para hacerlo, hay que recabar información, contrastarla con otras fuentes de información, ponerlas a prueba experimentando sobre su poder predictivo.<br /><br />En esta escuela disoñada los profesores y alumnos no aceptarán como explicación válida el que algo no les tinca o que no sirve, para aceptarla deben transformala en hipótesis de trabajo que podrá a prueba experimentalmente. La experimentación constituirá la base de la práctica.<br /><br />Teoría y práctica se nutrirán mutuamente, cada una con la savia que puede aportar. La teoría ilumina la práctica, mientras la práctica alimenta y enriquece a la teoría o la rechaza en caso que los referentes que entrega no sean adecuados.<br /><br />La relación entre ellas las transforma de tal manera que llega un momento en que no es fácil determinar cuál es causa y cuál efecto, pues ambas causan y las dos son causadas por la otra.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 3)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 4 de Agosto del 2007<br /></div><br />En la escuela que disueño la teoría y la práctica operan como fuerzas opuestas complementarias, nunca antagónicas. Cada una retroalimenta a la otra sin prioridad ni término. A lo largo del proceso ambas se transforman de tal modo que la teoría deviene práctica y la práctica sobreviene teoría. No hay antagonismo entre ellas, sino polaridad necesaria para la transformación de una en la otra.<br /><br />En este proceso sin fin, la teoría y la práctica conservan su especificidad y autonomía a condición que no excluyan a su par. Si una de ellas repudia a la otra, lo que sucede con frecuencia, aborta su aporte y el de ambas. En este caso, la teoría deviene palabrería sin sentido y la práctica se convierte en activismo.<br /><br />En esta dinámica polar la teoría presiona por caminos más abarcantes y significativos, mientras que la práctica apremia por mayor especificidad en su quehacer empírico. El hacer diario deviene <span style="font-style: italic;">quehacer</span>, que implica interrogarse sobre el <span style="font-style: italic;">qué</span>, el significado, el <span style="font-style: italic;">cómo</span>, su operacionalidad y el <span style="font-style: italic;">para qué</span>, la trascendencia que le da sentido.<br /><br />De este modo, la práctica educativa de nuestra escuela disoñada se enraizarán y abastecerán de los nutrientes que les aportará el vivir cotidiano.<br /><br />La práctica cotidiana está conformada por todas las acciones diarias, no solo por aquellas valoradas como importantes, tal como planificar una clase o evaluar lo hecho, sino también por aquellas irrelevantes, menores y de cortísima existencia que casi no reparamos en su presencia y, mucho menos, en su influencia, pero que van conformando la urdimbre del diario vivir.<br /><br />No es extraño asumir que la práctica consiste en la realización de acciones que toman tiempo y requieren de espacios específicos, tales como la planificación, realización y evaluación de las clases a lo largo del día, de la semana o del año escolar. Sin embargo, esta es una mirada parcial y restringida. Si bien es innegable que forman parte de la práctica, es necesario señalar que todas esas actividades están exultantes y pletóricas de influencias sutiles que las especifican radicalmente y que tienen la capacidad de alterar el devenir de la actividad.<br /><br />Una influencia sutil es casi insignificante y puede desaparecer sin dejar rastro alguno. Es análoga a la influencia que tiene el aleteo de una mariposa. Por grande que sea el insecto lepidóptero moverá muy poco aire para desplazarse; sin embargo, su influencia amplificada es capaz de provocar cambios profundos en cualquier proceso, tal como se ha comprobado en el campo de la meteorología, a tal punto que se ha acuñado la expresión: <span style="font-style: italic;">efecto mariposa</span>.<br /><br />La práctica del educador y del estudiante debe atender a lo macro y a lo micro. En este sentido, la planificación debe atender a todos los requirimientos que exige la disciplina y las características de los educandos; sin embargo, también debe acoger la existencia de infinitas alteraciones muy pequeñas que perturbarán el proceso en grados diversos y difíciles de anticipar.<br /><br />Ni el profesor ni los estudiantes deben sorprenderse porque cambian las condiciones iniciales previstas en la planificación, sino que deben estar atentos a que lo esperable sufrirá alteraciones ante las cuales deberán improvisar, esto es, crear respuestas innovadoras ante lo inesperado. Las respuestas deben ser pertinentes. Para serlo no pueden haberse aprendido previamente. Solo es posible prepararse en relación a las tendencias más probables entre todas las posibles.<br /><br />En síntesis, la práctica es <span style="font-style: italic;">improvisar reflexivamente</span>.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 18 de Agosto del 2007<br /></div><br />Parece un contrasentido afirmar que se improvisa al mismo tiempo que se reflexiona, pues la improvisación es una respuesta no prevista y emergente, mientras que la reflexión supone análisis metódico que pondera diversas alternativas de acción. De acuerdo a esto, improvisar y reflexionar existen en temporalidades diferentes. La improvisación es instantanea. La reflexión es parsimoniosa.<br /><br />La improvisación irrumpe desde el inconsciente proponiendo una solución a un problema o da curso a una acción que supera una dificultad emergente. Por ejemplo, encontramos una explicación que no habíamos pensado antes, o sorteamos un peligro en la conducción del coche, o la cirujana logra superar una emergencia delicada, o el deportista logra realizar una jugada magistral, etc.<br /><br />La reflexión es analítica y opera a nivel de la consciencia. Reflexionamos cuando debemos tomar una decisión compleja, contrastamos las razones a favor y en contra para despejar los datos irrelevantes de los que son importantes. También reflexionamos cuando preparamos nuestras clases o cuando escribo esta nota.<br /><br />La reflexión es analítica y sintética. Descompone el todo en partes para recomponerlo en la síntesis que se propone como conclusión. En cambio, la improvisación es holística porque expresa una totalidad que otorga sentido a todos los elementos involucrados, gracias a lo cual orienta la conducta de la mejor manera posible.<br /><br />Tanto la improvisación como la reflexión son falibles. Ninguna es mejor que la otra, pues ambas aportan desde perspectivas diferentes. Se reflexiona metódicamente siguiendo procedimientos estandarizados que garantizan el adecuado procedimiento. En cambio, la improvisación es caótica; sus procesos se autoorganizan tan rápido que no da tiempo para pensar si es adecuada o no. Por lo general se sigue el curso de acción sugerido, pues no hay tiempo para reflexionar.<br /><br />Además, la reflexión ocupa un lugar predominante en la vida escolar; mientras que la improvisación no es bien recibida, aunque se cuela por cualquier intersicio que encuentre. A los estudintes se le pide reflexionar, aunque lamentablemente no siempre se le enseña a hacerlo. De hecho, muchísimos jóvenes terminan la escolaridad obligaroria sin aprender a hacerlo de manera sistemática. A pesar de estas carencias la reflexión reina en la escuela. Por el contrario, la improvisación está proscrita, pues se la asocia con chamullo, es decir, una respuesta que puede ser correcta por simple azar. También se confunde a la improvisación con la impulsividad; sin embargo, no son sinónimos, ya que la impulsividad implica en una deficiencia cognitiva, mientras que la improvisación es el canal de expresión de la intuición, del insight, del “iluminarse la ampolleta”, del “caerle la chaucha”.<br /><br />La génesis inconsciente de la improvisación y de su sorpresiva aparición a nivel de la consciencia, que causa la impresión de esponteneidad, es el resultado de un procesamiento neuronal de la información muy complejo. No es facil mapear las sinapsis que se crean para que seamos capaces de improvisar. Es probable que en el futuro se pueda hacer, gracias a los avances de la neurociencia. Cuando sea posible bosquejar el mapa neuronal avanzaremos en la comprensión de cómo los procesos inconscientes siguen lineas de causalidad específicas que emergen a la consciencia asombrándonos de la cercanía que existe entre lo que hemos reflexionado y lo que surge como improvisación, que muchas veces expresamos como sentido común.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 29 de Septiembre del 2007<br /></div><br />La improvisación, característica de los procesos educaticos, se nutre del sentido común, al que, a su vez, retroalimenta. La escuela, por el contrario, lo relega al patio trasero de los procesos escolares, entre otras razones, por la subordinación al conocimiento científico, cuyo modelo paradigmático es el de la física newtoniana. La ciencia indaga y explica cuáles son las causas que originan efectos específicos, gracias a lo cual se puede intervenir para alcanzar resultados, previamente diseñados. Aplicados al campo del proceso de enseñanza y de aprendizaje esto significa que si modificamos las causas del fracaso escolar sus efectos desaparecerán. El conductismo se convirtió en el epítome de esta quimera escolar, pero no ha logrado revertir la situación. Tampoco lo ha hecho el constructivismo, ni concepción alguna.<br /><br />El conocimento de las causas permite la creación de tecnologías que multiplican las capacidades, habilidades y destrezas humanas; sin embargo, estas cualidades no pueden inducirnos a creer que la tecnología per se sea mejor que nada y que sea necesaria para mejorar el aprendizaje de los estudiantes. No hay uso tecnológico neutro. Su valor depende de qué es lo que permite hacer, quién la usa, con qué intención, …, es decir, depende del sujeto, de su contexto y de cómo se relaciona con él. Por ejemplo, “copiar y pegar” archivos desde INTERNET se ha convertido en una práctica escolar común, pero no ha ayudado a mejorar los rendimientos estudiantiles, que cuentan con muchos más datos. Les falta desarrollar los criterios para convertirlos en información sugerente.<br /><br />Considero que el sentido común nos orienta adecuandamente en esta situación, aunque se equivoque muchas veces. Desafortunadamente en la escuela se frena la emergencia de juicios basados en el sentido común porque no se les considera científicos, dado su emergencia imprevista y su alta equivocidad: sirve para afirmar y negar lo mismo. “A quien madruga, Dios le ayuda” y “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. Lo que es educacionalmente importante en esta situación no es la contradicción aparente, sino los cursos de acción que prefigura el tomar una u otra de las sugerencias del sentido común.<br /><br />Un debate antiguo en el campo pedagógico se refiere a si la pedagogia es ciencia o arte. La tentación de elegir a la ciencia es fuerte y atractiva. La razón es sencilla. Por ejemplo, gracias a la aplicación de las leyes de la física y de la aerodinámica se construyen aviones de toneladas de peso que transportan a centenares de personas a miles de kilómetros de distancia con una seguridad muy alta, que tranquiliza al pasajero, aunque no sea del 100%. ¡Qué duda cabe que esto es asombroso, casi extraordinario para el lego, pero no para el ingeniero aeronáutico, que supo expresar tecnológicamente las leyes de la física!. Sin embargo, educar es mucho más fascinante y complejo que construir un avión. Lo que marca la diferencia radica en el hecho que el educando es un organismo vivo, inteligente y trascendente, capaz de retroalimentarse y autoorganizarse, pero que necesita del otro para compartir saberes e ignorancias. La ayuda del educador es la del mediador que lo orienta, pero no le impone, aunque le asista razón, sino porque deja que el educando trastabille, a lo mejor, se caiga, para que aprenda a levantarse.<br /><br />La disyunción entre ciencia y arte en la pedagogía no es adecuada, pues obliga a optar por una u otra. Si es ciencia, no es arte; si es arte, no es ciencia. Para nosotros, la disyunción es falsa, pues la diferencia entre ciencia y arte es el modo en que indagan, comprueban e intervienen en la naturaleza. Cualquier cientifico y artista virtuoso trabaja con entusiasmo lúdico, pero con método y rigor, siguiendo patrones de acción que surgen de una concepción teórica determinada, que no lo limita, sino que le permite entender lo que sucede y preveer lo que puede acontecer. Anticipa gracias al sentido común que le enseña intuitivamente las rutas posibles y a elegir entre ellas.<br /><br />El educador es educador cuando se basa en el acervo científico y artístico para hacer su trabajo. Debe ser científico porque debe seguir lar relaciones causales para alcanzar efectos específicos, pero debe ser artística para que el proceso fluya permitiendo la retroalimentación favorcedora de la emergencia negativa que pemite la autoorganización. El sentido común lo orienta para saber cuándo, cómo, con qué intensidad intervenir.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño (parte 6)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">La Serena, 26 de Octubre del 2007<br /></div><br /><span style="font-weight: bold;">El sentido común: puente entre la ciencia y el arte</span><br /><br />El sentido común permite que el proceso educativo fluya entre los momentos en que se privilegia el carácter científico y aquellos otros donde predomina la dimensión artística. El proceso educativo nunca será exclusivamente científico en un momento dado y artístico en otro, sino que se expresará a lo largo de un <span style="font-style: italic;">continuum</span> donde las perspectivas artísticas y científicas del proceso educativo fluyen de una a otra de manera, a veces, previsible y ordenada, y, a veces, de forma caótica e impredecible.<br /><br />Gracias al sentido común podemos entender parte de la complejidad sinérgica del proceso educativo y anticipar los cauces posibles por donde puede derivar el curso de las diversas acciones educativas.<br /><br />Si bien, el uso del método científico en la enseñanza nos permite prever los pasos sucesivos y secuenciales de una actividad, no siempre es aconsejable seguirlos a ultranza, especialmente cuando el estudiante está indagando qué pasaría si cambiaran las condiciones de lo que estudia, por ejemplo, que hubiera pasado si Colón no se encuentra con <span style="font-style: italic;">Cem Anahuac</span> –América, según los aztecas-. En este caso, el estudiante puede ayudarse con el método científico para ir con seguridad de una idea a la otra; sin embargo, si se trata de buscar derroteros nuevos e inéditos, lo mejor es que se deje fluir artísticamente, como si danzara preguntándose de manera inocente y divergente por relaciones sicrónicas, estéticas o del tipo que sea, sin buscar relaciones de causalidad entre ellas.<br /><br />En este caso, se favorecen distintos <span style="font-style: italic;">saltos cualitativo</span> entre una linea argumental y otra, de la científica y la artística, tantas veces como lo considere. Estos saltos se explican mejor desde la lógica ambivalente del sentido común, que desde la lógica dicotómica de la ciencia clásica. Desde esta perspectiva, el sentido común se explica mejor desde el mundo de la física cuántica y sus paradojas que nos describen la <span style="font-style: italic;">tendencia a ser</span> de los electrones.<br /><br />De hecho, el sentido común no consiste en un saber asentado y aceptado por toda la comunidad como verdadero, sino más bien se trata de un saber cuyas expresiones manifiestan una <span style="font-style: italic;">tendencia a ser</span>, que se ordena desde el caos en función de <span style="font-style: italic;">criterios emergentes y autoorganizativos</span>. La tendencia a ser solo indica un dirección posible, nunca una definitiva.<br /><br />La sinergia del sentido común refuerza su carácter precario, pero no por ello, inexistente. Es por ello que no es posible anticipar desde los componentes la totalidad, ya que ella emerge generando una realidad cualitativamente diferente de sus partes. Tal como no es posible anticipar el agua a partir del conocimiento del hidrógeno y del oxígeno. Solo su unión lleva a la existencia al agua.<br /><br />La sinergia se expresa a través de tincadas que inducen modificaciones, leves o significativas, en el devenir del proceso.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-53358511687013144162007-05-29T18:01:00.000-04:002007-10-28T20:29:13.450-03:00Bolados, Walter - La escuela que disoñamos.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUW4V86DLI/AAAAAAAAAs0/hGJ6qduWrgU/s1600-h/DSC00343.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUW4V86DLI/AAAAAAAAAs0/hGJ6qduWrgU/s320/DSC00343.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126528908052270258" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño<br />(parte 1, 2, 3, 4 y 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Walter Bolados<br />walboro48@hotmail.com<br />Escuela Bélgica<br />Punitaqui, 23 Junio 2007<br /></div><br />La escuela que disueño debe ser equitativa, donde tengan acceso todos los alumnos que tengan valores, hábitos, habilidades y conocimientos indispensables para la vida y para el crecimiento de la Unidad Educativa. También que sean respetados en su dignidad como personas y sean aceptados con sus debilidades y fortalezas.<br /><br />La propuesta de la escuela que disueño apunta a que todos los alumnos aprenden, comprenden; centran su trabajo en saberes, que sus aprendizajes sean contextualizados, relevantes e interesantes, donde utilicen estrategias renovadas, secuenciales y plena de contenidos; donde los educadores se especialicen buscando nuevos caminos en el saber, que aprendan de las experiencias de sus colegas, que se detengan a pensar y con imaginación logren nuevas metas deseables.<br /><br />Disueño que la escuela que yo necesito sea la unión del presente y del futuro, de lo que somos y de lo esperamos tener, de lo que tenemos y de lo que esperamos tener, de toda la experiencia que tengo y de la que llegaré a tener.<br /><br />Disueño que el trabajo en conjunto con la comunidad, con los padres y apoderados no se base en las metas impuestas, sino compartidas, que concuerdan con sus ideas, y viajar más allá de su imaginación.<br /><br />Disueño que mi escuela sea novedosa, llenas de sorpresas donde todos tengan la inquietud de conocerla.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 2)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Bélgica<br />Punitaqui, 21 de Julio del 2007<br /><br /></div>Al leer y releer la primera parte de mi texto recordé con mucha nostalgia los primeros años de mi vida profesional cuando caminaba largas horas a pie para llegar a mi escuelita rural donde mis primeros sueños eran llevar a mis alumnos a conocer otras realidades y enseñar con mucho cariño los contenidos correspondientes a los diversos cursos que tenía que atender. También recordaba a los padres y a la comunidad en general que confiaban plenamente en mi quehacer educativo.<br /><br />Además, el esfuerzo de cada uno de los padres de familia al salir en busca de los recursos naturales del mar para llevar el sustento a su hogar, muchas veces corriendo el peligro de perder su vida en este difícil y costoso trabajo. Aprendí de ellos a valorar cada vez más mi trabajo y me esforcé bastante para que mis alumnos aprendieran a aprender y a valorar el esfuerzo que hacían sus padres para que ellos fueran grandes personas el día de mañana.<br /><br />Leía noche a noche textos de la biblioteca de la escuela para prepararme y estar al tanto de nuevos conocimientos e ideas innovadoras que me permitieran realizar mi trabajo con satisfacción y cariño considerando que todos confiaban en mí y, más aún, mis alumnos que me esperaban con ansias y corrían a encontrarme en este camino largo y desolado que nos llevaba al lugar. Con mucho cariño y orgullo recuerdo aquellos memorables días de aquel lugar costero.<br /><br />Hoy día, la escuela que yo disueño es aquella en que todos debemos ser capaces de compartir nuestras ideas, metas y trabajo en forma grupal para que los únicos beneficiarios sean nuestros niños que con amor y esperanza desean aprender cosas nuevas dentro del mundo tecnológico de hoy.<br /><br /><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 3)<br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Bélgica<br />Punitaqui, 13 de Agosto del 2007<br /></div><br />Sabemos que aprender lleva tiempo, pero si el trabajo se centra en saberes fundamentales, aunque se avance lentamente, los cimientos serán firmes y profundos, sin importar el tiempo que se necesita para esto. La construcción de los aprendizajes se hacen más fáciles y más rápidos porque tienen una base sólida y de mucha consistencia.<br /><br />Si a todo esto, le agregamos un poquito de diversión, entretenimiento y esparcimiento basados en los principios de la Educación Física lograremos una excelente receta para sincronizar lo físico con lo intelectual y así nuestros niños tendrán ansias locas de aprender.<br /><br />Si nos preguntamos: ¿Cuál es el camino más seguro para aprender? La respuesta a esta pregunta es buscar o tener un encuentro amistoso y exitoso con el saber comenzando con lo que el niño conoce y lo que tiene a su alrededor para llegar a lo desconocido con mejores posibilidades y deseos de aprender.<br /><br />Recordemos que si deseamos que el niño adquiera una capacidad de aprender gradual con el saber, con su esfuerzo tendremos ya un encuentro exitoso con el saber y éste se producirá paulatinamente, ya que no lo desanimaremos ni lo desconcertaremos, sino que lo motivaremos a descubrir que de sus experiencias podrá adquirir mejores aprendizajes y más significativos.<br /><br />La escuela que disoñamos y queremos está centrada en la persona donde el rendimiento de cada alumno son los resultados de los aprendizajes significativos y de su crecimiento personal; las metas nos señalan los estados de avance de cada alumno y las exigencias nos indican saber cada día más.<br /><br />Recordemos de la Literatura española el verso de “Los Milagros de Nuestra Señora” de Berceo en el siglo XII: “Tolgamos he corteza, al meollo entremos”.<br /><br />Solamente es una invitación a dejar lo de afuera para ir hacia adentro de las cosas, un llamado al aprender.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 4)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Bélgica<br />Puntiaqui, 15 de Agosto del 2007<br /></div><br />La escuela que disueño está centrada en la persona donde los rendimientos de los alumnos son los resultados de aprendizajes significativos, ya que los alumnos centran su trabajo en los saberes fundamentales.<br /><br />Los programas y planes de aprendizaje con los que cada grupo curso trabaje no deben basarse en un conjunto de contenidos enciclopédicos, sino que se deben focalizar en un propósito fundamental y en las habilidades básicas de cada disciplina. Es así como en Educación Física se lleva implícito el desarrollo integral del ser humano: en lo biológico, social, moral y espiritual. Requiere, además, que en cada etapa de su desarrollo exista una adaptación personal. También es necesario que la rama de Educación Física esté orientada al desarrollo corporal del niño o niña en un concepto de salud integral y del fortalecimiento de sus capacidades para favorecer tanto el desarrollo físico como sicológico.<br /><br />Quisiera que mi escuela disoñada no separara la educación física del contexto del desarrollo humano, ya que ésta necesita un perfil científico sobre todo en la formación del niño. Además, fuera entregada en forma gradual debido a que en los niños van apareciendo comportamientos muy definidos en lo físico, psíquico, social y espiritual, vale decir, la formación biológica acondiciona el organismo en su desarrollo físico adecuado, empieza a conocer sus limitaciones de acuerdo a su comportamiento y capacidades en lo psíquico, aparece la comunicación y la generación de actividades en lo social, conoce las reglas y valores en lo espiritual.<br /><br />La escuela que yo disueño necesita un espacio libre y amplio donde los alumnos puedan trabajar gradualmente sus comportamientos en lo físico, psíquico, social y espiritual.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi escuela disoñada (parte 5)</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Escuela Bélgica<br />Puntiaqui, 26 de Octubre del 2007<br /></div><br />En mi disueño anterior me referí a la asignatura de Educación Física y a la condición biológica, física, psíquica, social y espiritual de ésta.<br /><br />Es por eso que en este disueño retomaré lo biológico y lo físico. Yo no pretendo presentar una clase de reproducción humana sino referirme a ciertos aspectos que me llevarán a reconocer lo concerniente a la movilidad del ser humano.<br /><br />Los seres humanos desde el día de la concepción cuando el espermio se mueve hacia el óvulo para fecundarlo, las células se van multiplicando paulatinamente siguiendo un orden maravilloso y trabajando en grupos coordinados para formar el cuerpo, un conjunto tan armonioso llamado feto, que estando en el vientre de la madre está en constante movimiento hasta el nacimiento, claro está que éstos son movimientos involuntarios.<br /><br />A medida que las etapas de desarrollo del niño avanzan, los movimientos son voluntarios y dirigidos; de hecho en la etapa inicial (de 2 a 3 años) se producen los primeros intentos voluntarios de realizar un movimiento básico fundamental donde hay integración espacial y temporal; luego viene la etapa elemental ( de 4 a 5 años) donde prevalece la mayor coordinación en el espacio, tiempo y manteniendo varios patrones de la etapa anterior debido a su deficiente estimulación o avance del niño y, en la última etapa, que es la madura (de 6 a 7 años) los movimientos son estructurados, eficientes y controlados.<br /><br />Según David Gallahue, el desarrollo motor es el cambio progresivo del comportamiento a lo largo de la vida, producido por la interacción entre los requerimientos de la tarea biológica del individuo y de las condiciones del ambiente.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-69457878270780411072007-05-29T17:10:00.000-04:002007-10-28T20:31:04.348-03:00Bonnet, Roberto - La escuela que disoñamos<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUZpF86DRI/AAAAAAAAAto/rlAojxwrsks/s1600-h/DSC00350.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_0z4nkiwnRQY/RyUZpF86DRI/AAAAAAAAAto/rlAojxwrsks/s320/DSC00350.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126531944594148626" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">La escuela que disueño</span><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;"></span><div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold;"><span style="font-weight: bold;"> </span></span><br /><br />Roberto Bonnet<br />Escuela de Juntas, Monte Patria<br /><br /><span style="font-weight: bold;"><span style="font-weight: bold;"></span></span><span style="font-weight: bold;"></span></div></div>Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-65484250504788923572007-05-29T16:56:00.000-04:002007-08-15T19:32:56.549-04:00Bolados, Walter - Mi experiencia en el PRIMA<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mi experiencia del PRIMA es una puerta abierta</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br /><walboro48@hotmail.com>Walter Bolados<br />walboro48@hotmail.com<br /></walboro48@hotmail.com>Punitaqui, 09 Junio 2007<br /></div><br />El PRIMA es para mi una puerta abierta para entrar en un mundo lleno de aprendizajes, amistad, motivación , confraternidad y experiencias nuevas que tienen su propia identidad en el grupo, que lo conforman profesionales de la educación de cada uno de los niveles de nuestra educación chilena .Aquí, cada uno de nosotros nos sentimos importantes porque a pesar de ser diferentes cumplimos un rol importante en el grupo.<br /><br />Todo esto me ha ayudado a crecer como persona y a transmitir mis conocimientos y experiencias a mis colegas y alumnos con mucho entusiasmo.<br /><br />El PRIMA es un gran aporte en mi vida profesional porque tuve la oportunidad de realizar pasantías al extranjero donde pude rescatar bastantes vivencias nuevas que me permitieron crecer en lo profesional, pues si bien es cierto, si antes tenía logros positivos hoy en día, al dialogar con mis alumnos trato de solucionar en parte sus problemas y apoyarlos para que sean dignos de un futuro mejor.<br /><br />Recuerdo un día no muy lejano en Costa Rica cuando de pronto me encontré con una gran sorpresa que no se impartía el Subsector de Educación Física en las distintas escuelitas de San Carlos por darle mas énfasis a las asignaturas relacionadas con la agricultura, por lo que pedí respetuosamente la autorización al director para poder realizar mi clase en el extranjero, estaba feliz de que los alumnos a pesar de sentir un cierto recelo al principio se dejaron llevar por la motivación y siguieron las instrucciones paso a paso de mi especialidad.<br /><br />Mi experiencia fue inolvidable, ya que muchos profesores del lugar se interesaron por esta asignatura porque promovía el deporte y el ejercicio físico de los niños.<br />Actualmente he continuado especializándome para que mis alumnos puedan mejorar su estado físico y por ende tener una buena salud mental y corporal.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-56353015976286216012007-05-29T13:14:00.000-04:002007-06-25T19:14:56.408-04:00Lanas, Franca - Mi experiencia en el PRIMA<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mis experiencias educativas en el PRIMA</span><br /></div><div style="text-align: right;"><br />Franca Lanas Mellado<br />fralanas@gmail.com<br />La Serena, 09 de Junio del 2007<br /></div><br />Hoy se enredaron a mis recuerdos un punado de cosas pequenitas y en esta marana de recuerdos descubrf que hay cosas pequenas que me resuttan tremendamente importantes. A veces las cosas chiquitas significan igual o mas que las grandes cosas.<br /><br />Y por aqui surgen mit cosas importantes, cosas como: una bolsa de jugo frío, un abrazo calido, un amanecer entre coloridas flores, el olor a maiz, las canciones antiguas, la calidez de un desayuno compartido con cariño, la compania en la distancta.<br /><br />Mi paso por Nicaragua en lo profesional me significó replantearme lo importante del compartir conocimientos y experiencias académicas, las que en el momento de participarlas brotaban de mi con la certeza del agradecimiento correspondido, por el solo hecho de hacerlas de otros: el encuentro cultural con los dolores y alegrías de un pais que sabe reponerse a las diflcultades, la satlsfacción de contrlbuir con un grupo de profesores dispuesto a recibir con respeto lo entregado, la seguridad de que mi eleción por la docencia tenía un sentido que iba mas allá del trabajo en el aula con los alumnos.<br /><br />Pude tambien conocer un pais hermoso en lo físico, cálido en su temperatura y en las relaciones, personas amables, alumnos con un sorprendente amor por sus tradiciones, encontrarme cara a cara con la pobreza, esa que esperas, nunca te alcance.<br /><br />No hay nada mas importante que hacer lo que queremos, siempre que sepamos primero que es lo que queremos y, en segundo lugar, poder realmente hacerlo. Con mi pasantia a Nicaragua crecí como profesional, crecí como persona y me ayudo a comprender que siempre es importante hacer lo que queremos y que las dificultades no tienen que ver con la gente o las circunstancias, sino por la falta de suficiente voluntad, o poder, o conocimiento.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2388270658310325774.post-10539892546513600952007-05-28T17:35:00.000-04:002007-06-22T21:51:12.137-04:00Calvo, Carlos - Mi experiencia en el PRIMA<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Lo que el PRIMA ha significado educacionalmente en mi vida</span><br /></div><br /><div style="text-align: right;">Carlos Calvo<br />carlosmcalvom@gmail.com<br />La Serena, 09 Junio 2007<br /></div><br />La época de PRODEBAS fue nutricia de varios encuentros extraordinarios. A los que serían miembros del PRIMA les encontramos cuando buscábamos a educadores a quienes les brillaran los ojos cuando se referían a sus alumnos y a su trabajo, que encontraban el vaso medio lleno y se entusiasmaban con lo que podían hacer. Les encontramos ocupados en hacer cada vez mejor su trabajo, sin vivir preocupados por lo que harían si se cumplieran ciertas condiciones que, muchos docente, nunca encuentran. Estaban ansiosos por compartir lúdicamente sus pocos saberes y sus muchas ignorancias. También eran joviales y chistosos.<br /><br />Les invitamos a optimizar lo bueno y a olvidarnos de lo malo. Esta propuesta maduró hasta convertirse en uno de nuestros principios pedagógico que acogimos con gusto esperanzador de tiempos desafiantes y asombrosos. Lentamente marcábamos diferencias menores, pero radicales, con la tendencia común orientada a corregir errores. Pronto dejó de sorprendernos que las actividades que realizábamos resultaran bien y se nos reconociera por lo que hacíamos. Así, llegaron a liderar en sus grupos y a mediar a sus colegas. Con ustedes el PRIMA se fue gestando sin darnos cuenta –“sin querer queriendo”, nos diría el Chavo.<br /><br />El nacimiento del PRIMA tuvo características míticas, que las juzgamos de ese modo cuando ha pasado el tiempo. “Vio la luz” en Lican Ray –“flor de roca” en mapudungum, que nosotros podemos interpretar como “flor que no perece”-, donde confluyeron la majestuosidad del Volcán Villarrica –podemos entenderla como “riqueza del lugar y tiempo donde residimos”-, el mágico lago Calafquén – “lago como el mar” dicen los mapuches, nosotros podemos pensarlo como “lo pequeño que aspira a lo grande”-, el frescor líquido de las cervezas y la pasión de la conversación soñadora. El parto lo provoca un comentario sutil de Alejandro, que podría haber pasado inadvertido, pero que escuchamos. Nos dice: “he enseñado sobre los lagos y los volcanes durante toda mi vida sin conocerlos”. Yo me quejo de que varios alumnos no han sabido como trabajar solidariamente para viajar a Colombia, a lo que Silvia agrega con inocencia: “¡vamos nosotros!”. Eso fue todo; casi el aleteo de una mariposa que ha causado un revuelo extraordinario.<br /><br />El devenir del PRIMA se ha dado lo largo de un tiempo kairótico, pletórico de oportunidades diversas, que supimos interpretar con entusiasmo lúdico. La denuncia la transformamos en anuncio. Dado que siempre nos sentimos capaces, transformamos lo ordinario en extraordinario sin dramatismos ni alardes. Probamos, a quien quisiera preguntar, que podíamos trabajar mejor con menos y con mucha más satisfacción, sin depender de nadie, sino de nosotros, sin pedanterías fatuas, pero con orgullo pedagógico inocente. Esto no les gustó a muchos y varios directivos que reprimieron a varios de nosotros. En ese medio nos convertimos en educadores – educandos de nuestros colegas.<br /><br />Comprendimos que la confianza fluía entre nosotros e irradiaba hacia los demás, que la flexibilidad nos preparaba para contribuir a la construcción del porvenir y que la humildad nos permitía ser generosos y solidarios como cuando tuvimos que elegirnos entre nosotros mismos para determinar quiénes viajaban a capacitar a profesores en Nicaragua por encargo del Ministerio de Educación de ese país. Decidimos tensionados por silencios evocadores de ilusiones y anhelos contradictorios y, lo hicimos bien corroborando que éramos buenos profesionales y solidarios.<br /><br />Mi experiencia en el PRIMA también significó un cambio cualitativo de integración holística, cuando a lo largo del mismo tiempo kairótico, Silvia me enseña la Teoría de la Modificabilidad Cognitiva de Reuven Feuerstein, lo que catapulta mi experiencia freiriana hacia campos educativos cada vez más complejos y, paradojalmente, más simples.<br /><br />Simultáneamente, profundizo en la teoría del caos para mejor entender, entre otros, por qué trabajamos tan bien en el PRIMA, donde todo ha fluido independiente de si el terreno era escarpado, pedregoso o llano, pues en todos los casos lo hacíamos con gusto y decisión.<br /><br />Habíamos aprendido a disoñar. El modo como superamos estos desafíos me motiva a aceptar la dirección del Doctorado en Educación con mención en Mediación Pedagógica, que busca que cada cual desarrolle las chifladuras que le hacen disfrutar de la vida.Carlos CALVO Muñozhttp://www.blogger.com/profile/05043697367852707850noreply@blogger.com